Acertada la decisión de nuestro Presidente obrero en decretar el 8-D como el día de la lealtad y el amor a nuestro líder Hugo Chávez. En honor a la verdad; todas las horas, días y años son de eterna gratitud y lealtad a nuestro líder supremo. A su inmensa obra y legado, vaya nuestra acción revolucionaria para continuar su magna y redentora obra. Vamos renovados y con fuerza chavista a los comicios del 8-D. Los comicios se realizarán justamente al cumplirse un año del célebre discurso de HUGO CHÁVEZ llamando a la UNIDAD.
Será el momento propicio para reafirmar el juramento que ayer le hicimos al Comandante Supremo. Nuestro compromiso con la Revolución. Nuestra férrea disposición a la organización y disciplina. Y a la unidad chavista-revolucionaria. Me parece una decisión con un inmenso sentido humano y de compromiso, incorporar a nuestra tarjeta electoral la efigie o mirada de nuestro líder Hugo Chávez, quien sigue mirando cada uno de nuestros pasos. Mirada profunda que recorre todos los espacios de nuestro diario transitar.
Es la mirada infinita del hombre y la mujer que busca cada día la mayor suma de felicidad. Ha dicho el camarada Diosdado Cabello, que esta tarjeta con la mirada eterna de Chávez unirá en pensamiento y acción al conglomerado revolucionario de la patria. Como ha dicho Yelitze Santaella, Chávez sigue siendo una expresión del diario batallar con “una mirada de amor eterno”. Mientras la ultraderecha y sus asesores han tratado de desaparecer el legado de nuestro comandante, la figura de Chávez se agiganta cada día más como un verdadero gladiador de la historia. El hijo de Sabaneta está en todas partes. La simbología marca los procesos históricos. Tiempo y espacio. Y Chávez le dio gran importancia al tomar en cuenta cada detalle en la batalla comunicacional. Dijo el camarada presidente Nicolás Maduro: “Es hermosísima, recoge el momento histórico, tiene los ojos del comandante Chávez en vigilia, que son los del pueblo; también tiene su firma, que parecen varios rayos que iluminan los tiempos presentes y futuros“.
De manera tal, que hay que hacer conciencia del momento histórico que estamos viviendo, donde la amenaza imperial se hace elocuente a cada instante. Nuestro país no escapa a ese acecho. En tal sentido, no caben en este momento los personalismos y posiciones individuales e irresponsables por qué no me eligieron a un cargo. Hay que deponer actitudes subalternas y caprichosas. Hay que pensar y actuar en grande y no dejarse arrastrar por la locomotora de la historia. Las traiciones no pueden estar por encima de los procesos históricos. Es el momento de cerrar filas al lado de la Revolución.
Al lado del Comandante HUGO CHÁVEZ. Para que se cumpla el Plan de la Patria en cada Municipio. Para seguir expandiendo el exitoso gobierno de calle. Rumbo al estado comunal. Defender con el voto las inmensas conquistas revolucionarias. El juramento que le hicimos ayer al comandante no puede ser un acto de hipocresía. La verdad por encima de todo. En el caso de Monagas vamos a ganar las 13 Alcaldías con mayoría evidente en todas las cámaras municipales. (PSUV-GPP). Esto es posible, en tanto las fuerzas chavistas seguimos siendo mayoría ante los apátridas de la burguesía amarilla.
Cerrarle el paso a los neoliberales y fascistas. Necesitamos en las alcaldías a hombres y mujeres que trabajen mancomunadamente con el gobierno chavista y el poder popular. A un lado, los parásitos llorones y guarimberos de la derecha opositora. En el Municipio Maturín, vamos a la reelección con el camarada José Vicente Maicavares. Como lo dice el presidente Maduro, el 8-D debe brillar la lealtad en toda la patria bolivariana. Como lo dijo Chávez antes de su eterna partida: “Hoy tenemos patria, que nadie se equivoque. Hoy tenemos pueblo, que nadie se equivoque. Hoy tenemos la Patria más viva que nunca, ardiendo en llama sagrada, en fuego sagrado”. UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA.