¿Cuánto le costará al Estado venezolano emitir un pasaporte?. Nos planteamos la interrogante al enterarnos de que el SAIME está destruyendo 100.000 pasaportes vencidos, ya que sus solicitantes nunca los retiraron de las oficinas respectivas, http://www.aporrea.org/
Hace unos años padecimos la fiebre de los pasaportes en el país. Con quien usted se topara estaba realizando o por realizar los trámites para obtener su pasaporte, cuándo usted preguntaba el propósito de dicho trámite en la mirada pícara del solicitante podía descubrir que no tenía planes ni de salir de la ciudad en los próximos meses.
Así, vimos cualquier cantidad de gente acudir a las oficinas respectivas y previa realización de los trámites correspondientes obtener su pasaporte. A la mayoría de ellos también se les venció entre sus pertenencias sin poder darle la utilidad para lo cual fue diseñado el susodicho, que no es otro que realizar viajes fuera del país. Claro, es prudente aclarar que para muchos era suficiente con obtenerlo.
Un número importante de “solicita pasaportes” se conformó con realizar el trámite y no llegaron a cumplir con la fase final de retirar el suyo de la oficina correspondiente. De esos ahora el SAIME destruye 100.000 pero según informan las autoridades correspondientes permanecen cientos de miles más que no son retirados y que corren el riesgo de vencerse sin uso y de terminar siendo destruidos por el ente emisor.
Después de la fiebre de pasaportes, que duró su tiempo, supimos que el SAIME presentó una severa escasez de material, lo que afectó a quienes por distintas razones debían actualizar su pasaporte o solicitarlo por primera vez porque realmente debían salir del país. Buena parte de ese material se invirtió en pasaportes que nunca salieron de las gavetas de sus dueños y algunos incluso permanecían resguardados en las propias oficinas que los emitieron.
Tendrá el SAIME que establecer políticas rígidas que, sin restringir el derecho de las personas a optar por un pasaporte, eviten que tantas personas inescrupulosas soliciten un documento al que no le darán ningún uso y peor aún, que ni siquiera se molestarán en retirar de la oficina una vez que lo emite.