La fuerza incorruptible del Comandante Hugo Chávez ha dejado un referente sin igual para la construcción de un nuevo modelo de sociedad en la tierra. Su alma se le zafo al sistema, y comenzó a brillar con luz propia, siempre apoyado en la educación permanente de los saberes científicos, al tiempo que fue gradualmente colocando en un orden de prioridad superior las revelaciones emanadas de la conciencia misma.

Chávez vino a la tierra a preparar el camino del Cristo, en muchas ocasiones igualo el proyecto del socialismo del siglo 21 al Reino de Dios que anuncio el hijo de María, por supuesto que todo esto lo hizo más que con palabras con hechos fehacientes, fue capaz de consumirse por amor a la causa redentora de los pueblos de la humanidad.

Al final de su camino por la tierra parecía un predicador del evangelio de Jesús, constantemente nos decía que la salvación de la revolución bolivariana de Venezuela repercutiría en la salvación de toda la humanidad. Chávez no solo se consumió de amor por la Revolución y su pueblo, sino que simultáneamente fue concibiendo cual iluminado en la plenitud de su conciencia la nueva geopolítica que dominaría el mundo liberado por las masas conscientes.

Su intachable y ardua labor al frente del Estado Venezolano convirtió el ejercicio del poder en una escuela política para los millones de seres humanos que le seguíamos sus pasos. Él sabía que su camino llegaba a su fin, que un ciclo de acontecimientos se le cerraba, prefería correr el riesgo del magnicidio antes que volverse un mediocre reformista.

Andaba rápido con todos los proyectos pendientes, examinaba hasta el más mínimo de los detalles buscando la perfección por medio a la rectificación de todo cuanto así lo demandara. Su tramo final fue muy intenso, tenía que asegurarle la Patria al bravo pueblo de Venezuela con el triunfo del 7 de octubre, igual estaba cargado de una cantidad de trabajo enorme de la agenda internacional.

El peso de la responsabilidad que descansaba sobre el Comandante Chávez no hay forma de medirlo, Chávez lo dio todo por su Patria, lo entrego todo por la liberación de los pueblos de América Latina y los países del área del Caribe, igual se solidarizó con todas las causas justas y humanas del planeta completo. No en vano los pobres e irredentos del mundo lo veían como a su salvador y su gran esperanza.

Chávez comandaba no solo la Revolución Bolivariana, Chávez era el gran conductor y artífice de los procesos de cambios que se gestaban en todo el hemisferio, era el gran gestor de la emancipación de los pueblos del continente, todo estaba vinculado a su alma de gigante, El daba para todos, se entregaba a la lucha por la libertad de los pueblos confundiéndose a tal extremo que se fusionaba con cada proyecto de liberación en el mundo.

Cuando he escrito que Chávez asusto a la elite plutócrata programadora y controladora del mundo, lo digo en serio, esta gente no dormía tranquilo sabiendo que la fuerza infinita del Comandante Chávez tampoco descansaba abriendo caminos y espacios de crecimiento a las buenas nuevas de salvación y liberación de los pueblos.

Todos los sectores conservadores del mundo se unieron para sacarlo de la escena pública, a como diera lugar, y en esto les diré que hasta hubieron figuras presidenciales que se prestaron para esos perversos planes, la conspiración para asesinar al Comandante Chávez fue global, la más amplia y compleja estratagema que se haya podido activar para frenar el poderoso avance de la humanidad hacia su liberación definitiva con Hugo Chávez a la cabeza.

Chávez sabía que con su desaparición física igual serian destruidos todos los proyectos potenciales de liberación de los pueblos del mundo que comenzaban a modelar una verdadera esperanza de justicia y liberación de nuestras naciones. La construcción de la Patria Grande solo estaba reservada para gigantes, la historia la puso a la medida del Comandante Chávez.

Todos deberíamos estar conscientes de la inmensa labor de inteligencia desatada contra el Presidente Chávez para frenar la expansión de su pensamiento liberador, algunos cuadros revolucionarios del más alto nivel fueron atraídos al lado oscuro de la fuerza, y puestos a trabajar en contra de uno de los hombre más extraordinarios y humanos que haya dado la historia en las últimas décadas.

El iluminado Hugo Chávez tuvo grandes aciertos al final de sus días, dejo bien asegurada una de las más poderosas e intachables estructuras revolucionarias que El mismo se encargó de activar y liderar para asegurar su eficacia y perfeccionamiento. Como gran visionario dejo plasmado diversos escenarios posibles y una línea de acción de mando para cada uno de esos escenarios.

Jamás confió una misión tan extraordinaria y excepcional a una sola persona, desplegó diferentes responsabilidades para ejecutar distintas ordenes una separada de las demás, así proteger la totalidad del proyecto de liberación continental. El hombre de sonrisa infantil se había convertido en un genio en las artes de la guerra contra las elites mundiales que dominan todo detrás de las bambalinas.

Ahora no existe forma de llegarle a uno de las mayores legados del Comandante Chávez, que solo la historia podrá reconocerlo en su justa medida una vez se comiencen a producir las transformaciones iluminadas por Dios en cabeza del hombre que sin lugar a dudas regreso a la vida terrenal para consumar su ideal de unidad continental de nuestros pueblos.

Se retiró en paz, sabiendo que le había dejado el escenario listo para el advenimiento de los grandes liderazgos de los finales de tiempos. Y por supuesto que de esa estirpe Chavista será el Reino de Dios en la Tierra, que a nadie le quepa la menor de las dudas.