I.
Este debate ideológico debe comenzar por evaluar la importancia de la gasolina, la cerveza, el agua embotellada y la Coca Cola en la vida nacional. Estos cuatro productos sirven para encender, movilizar, liberar, esclavizar, enfermar o especular al pueblo venezolano. Todo depende del momento y de quien los administre: un gobierno socialista o un comerciante forajido.
Un mal ejemplo para el bolsillo pero bueno para el debate, se vio en las recientes festividades de Año Nuevo donde la oligarquía, tanto la rancia como la de orilla, acapararon millones de cajas de 7,9 litros de cerveza (36 botellitas) y las vendieron, al pueblo enviciado y sediento, a razón de Bs. 400 la caja, es decir a 50,63 Bs/litro (350% de aumento). Lo cierto es que se vendió toda esa mercancía y nadie protestó.
Se consumió el equivalente la producción semestral de gasolina. Podemos ver que con una caja de cerveza navideña se pudieran llenar, a razón de 5 Bs/tanque (precio actual), 80 tanques de gasolina del auto familiar (5600 litros), lo que es igual a 20 meses de operaciones. Sin ser sensacionalistas, el 31 de Diciembre muchas familias se consumieron 10 “cajitas”, unos 56 mil litros de gasolina o sea, 16 años de operación del vehículo.
Las empresas mediáticas no llamaron a incendiar o paralizar el país por el alto costo de la “espumosa”. Seguramente porque es un negocio en que tienen muchas acciones.
II.
Cuando vemos esos numerotes y nos imaginamos el resto, por especulación con el agua embotellada y la cancerígena Coca Cola, entonces tenemos que decir responsablemente que este pueblo puede pagar un mayor precio por el litro de gasolina.
Nos atrevemos a estimar que el tanque del auto familiar puede costar Bs. 20, manteniendo un subsidio de 100 Bs/tanque.
Seguramente que habrá quien pegue el grito al cielo por el “aumento desmedido” de la gasolina, cosa que no hace con la cajita de cerveza, la botellita de agua o el litro de la cancerígena Coca Cola, pero hay que debatir y definir.
III.
Nosotros abrimos el debate con un precio para la gasolina de 0,28 Bs/litro (20 Bs/tanque), pero eso no es un punto de honor.
Solo elementos como estructura de costos, importancia en la vida nacional, la estructura productiva y los fines del dinero ahorrado por disminución del subsidio, marcaran el precio justo de la gasolina.
Ahora bien, el precio de la gasolina tiene que controlar el precio de la cerveza, el agua embotellada y la cancerígena Coca Cola. En ese momento, la guerra económica recrudecerá porque resulta que un mismo oligarca produce cerveza, agua y Cola Cola. Vean las etiquetas y se darán cuenta.
Si se disminuye el subsidio a la gasolina, el gobierno revolucionario contará con más recursos para la inversión social y la profundización de la revolución. Claro esta que eso no le interesa a la oligarquía porque lo que la gente puede pagar en gasolina con nuevo precio, ellos necesitan que llegue a sus arcas por la vía de la Cerveza, el agua y la Coca Cola.
El aumento al precio de la gasolina obliga a ponerle precio justo a la cerveza, el agua y la Coca Cola.
IV.
Proponemos una serie de foros y asambleas para debatir: a) la estructura de Costos de la gasolina, la cerveza, el agua embotellada y la cancerígena Coca Cola y b) el destino de los recursos que ahorraría el Estado con el nuevo precio de la gasolina.
No tenemos apuro en el aumento de la gasolina pero si en debatir a fondo el tema y definir los precios justos.