Ineficiencia deurocrata pirata, mejor corrupto que inepto

Nos proponemos tratar el caso del autoenfrentamiento que se aplica "para sí" todo funcionario público cuando, lejos de supervisar, evaluar, interactuar y censurar constructivamente a sus superiores inmediatos, por el contrario, asume la más absoluta defensa de hasta sus crasos yerros gerenciales[1].

 

Esa comisión de equívocos con desacertadas decisiones, propios de esos burócratas prevalidos de una jefatura que se halla inmersa una tupida atmósfera de jefes con cochochos[2] , termina dándole carácter vitalicio a unos gerentes, a quienes, de otra manera, bien podrían ser relevados   por aquellos supervisados más inmediatos de la cadena organizacional. Se traza así un circulo muy vicioso que se llena de incapaces y matraqueros, de podridos corruptores y corrompidos.

 

Esa situación es muy diferente a las de las empresas privadas donde los asistentes y subjefes, con sus habilidades tecnoprofesionales, presionan la salida o el ascenso de sus superiores inmediatos para poder relevarlos en sus funciones. Eso les garantiza la dotación de un personal de alta calidad técnica porque los intereses privados así lo imponen, aunque sus patronos carezcan de buenas conductas sociales, algunos de ellos disfrazados de empresarios y como accionistas de capitales.[3] Cuando un fabricante incita a la compra de sus mercancía de tercera se convierte en un inmoral, un dañador de la sociedad, aunque siga protegido con la deleznable excusa de que él a sus víctimas (clientes) no les pone un revólver en la sien, y que Allá los compradores que resulten son gafos. Los supuestos controles comerciales de las Alcaldías y del Estado no han pasado de ser fuentes muy rentables de las groseras matracas que todos conocemos.

 

 

 

Pareciera, pues, que aquí en Venezuela dialécticamente se interpenetran dos contrarios perfectamente contradictorios no antagónicos, puesto que a  ese subordinado sumiso y poco profesional pareciera no importarle su propio ascenso, y sí,  más bien, ver con buenos ojos  la ineficiencia del jefe, habida cuenta que en ello le va la admisión e inadvertencia de la suya propia.

 

A ese burócrata incapaz y subordinado le conviene que su jefe sea piratísimo a fin de que ni siquiera sepa evaluar, ni mostrarse exigente con sus supervisados. Y ambos, supervisado y supervisor, suelen cometer todo tipo de malversación[4] de fondos que lucen como actos de corrupción porque para vergüenza nacional de la 4ta. República, con atavismos en la presente, para estos burócratas ser tildado de corrupto resulta menos inmoral que lo declaren ineficiente o incapaz.

 

De resultas, nuestra Administración Pública está como se encuentra, caracterizada por pésimos índices de productividad,   que suelen ser atribuidos a manejos corruptos, pero que responden básicamente a esa baja subproductividad gerencial de buena parte de los burócratas venezolanos.  Esa mala productividad o ineficiencia pública se ha traducido en ingentes despilfarros del Presupuesto Nacional.

27/01/2014 11:41 a.m.


[1] Una de las demostraciones de este aserto es la siguiente: Cuando los supervisados reciben memos de su superior o superiores, si, como suele suceder, estos escritos presentan defectos ortográficos y/o de redacción, todo lo cual los hace ilegibles, entonces nunca faltará uno que otro burócrata adulón que, lejos de señalarle a su jefe o jefa de los yerros presentados, sugiere a terceros o él mismo toma la iniciativa de intentar adivinar-literalmente-lo que su jefe quiso decir, en lugar de devolvérselo al jefe o jefa  por ininteligible..

[2] http://refranes.dechile.net/?refran=quien

[3] Un caso curioso es que esos accionistas de mala conducta se nos presentan como anónimos e indiferentes frente a las compañías de las son son condueños. Un Derecho  Burgués  privado y alcahueta hasta ahora los exime de las posibles tracalerías que pongan en práctica tras bastidores mientras se escudan como simples accionistas y así todo lo descargan en las empresas a las que les atribuyen personalidad jurídica, como si a una empresa pudiera mandársela a prisión . Claro que la podrían privar de libertad para seguir comerciando, y he ahí por qué se viene usando esa expresión light hasta para los más crueles criminales y delincuentes de alta preligrisidad.

[4] Durante la 4ta. República venezolana, predecesora de la actual, se cometieron 2 malversaciones que le han costado ingentes sumas de dinero al Presupuesto Nacional: 1.- La actual moneda circulante, con un cono monetario totalmente ineficiente para fines de transacciones comerciales. No sólo se despilfarró dinero fiscal, sino que sigue haciéndole un gran daño a la dinámica comercial de todo el país. Y 2.- El fideicomiso universitario nacional contraído irresponsablemente por la Administración de Carlos Andrés Pérez, y el cual viene cancelándose desde hace un año con los Petrorinocos creados por el Presidente Hugo Chávez, después de haberse acumulado explosivamente durante más de 30 años.



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Manuel C. Martínez


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