Estimados camaradas socialistas, este es otro artículo cuyo tema fundamental está centrado en el enorme fallo que ha cometido esta revolución en el apartado ideológico, y a partir de ahí hacer algunas reflexiones de carácter filosófico social que permitan abrir un amplio debate que nos lleve, de una vez por todas, a crear ese tan necesario piso ideológico que necesita todo proceso revolucionario y que ha estado casi desaparecido dentro de nuestra tan amada revolución.
En este caso tomaré como base para mis reflexiones el reciente anuncio de nuestro gobierno en materia económica en lo referente al cupo electrónico en dolares, la decisión de bajarlo de 400 a 300 dolares por año, pasando de un precio preferencial de 6,30 bolívares por dólar a entrar en el sistema de subasta de divisas donde el valor promedio ronda en los actuales momentos los 12 bolívares por dólar.
La primera reflexión que debemos hacer es a quién y a cuantas personas afecta este cambio en el cupo en dólares, y para ello debemos saber que para poder activarlo es necesaria una tarjeta de crédito del sistema bancario nacional, y ahí ya eliminamos de golpe y porrazo al 60 % aproximado de la población nacional que es menor de edad y por ende no tiene acceso directo a este sistema crediticio, eso nos deja a un 40 % de la población que -siendo optimistas- el 30 % de estos posee tarjeta de crédito, hago aquí la salvedad de que tengo edad más que suficiente para tener tarjeta de todo tipo y ni siquiera tengo una cuanta bancaria, pero sigamos con la aproximación, íbamos por el 30% de la población nacional, de estos un 5 % o no le interesa usar el cupo o no tiene posibilidades de hacer uso de él, así que nos queda aproximadamente un 25 % de la población nacional que puede y hace uso de dicho cupo, si tomamos como base que somos aproximadamente 30 millones de seres que compartimos esta hermosa tierra de Bolívar notaremos que 7,5 millones de seres, aproximadamente, hacen uso de este sistema de obtención de productos importados.
Teniendo ya como punto de partida la cifra aproximada de 7,5 millones de seres usando el cupo, y multiplicando esta por los 300 dólares asignados, nos da una cifra de dos mil doscientos cincuenta millones de dolares, lo cual representa más o menos el 5 % de los 46 mil millones de dólares que tiene como providencia aproximada gastar para este año el gobierno nacional. De estos datos, lo más aproximados posibles a la realidad, notamos que la importancia a nivel de totales del cupo electrónico para el gobierno es mínima y por ende así debería ser la importancia que esta medida demostrase en los medios de comunicación y redes sociales, pero no, no es así, el alboroto y algarabía suscitado por esta medida devaluatoria de una ínfima parte del gasto anual en dólares del Estado ha sido de un nivel tan desproporcionado e inusitado, y dolorosamente tan propiciado por nuestros supuestos grandes seguidores revolucionarios, que me ha hecho tomar la iniciativa y tratar de dar un análisis social de el porqué de esta reacción tan desmedida.
La explicación solo se puede encontrar dentro de lo social, de cómo esta revolución ha cambiado ciertos esquemas sociales, de cómo ha creado nuevas castas sociales, todo esto, claro está, muy alejado del ideal socialista que siempre impulsó nuestro comandante y líder supremo, Hugo Chávez. No es errado decir que nunca se realizó una verdadera reestructuración económica en el ámbito nacional, mas se hizo un ajuste popular dentro de la repartición de la renta pública, pero poco o nada se hizo en la estructura primaria de producción, la cual sigue siendo netamente capitalista, a esto se agrega como adición automática que poco o nada se ha hecho en la reestructuración social de nuestro pueblo, si bien es cierto que se la ha dado no solo voz, sino acceso y cierto poder a la clase eternamente oprimida, no es menos cierto que se ha mantenido y hasta impulsado la separación de clases.
Partiendo de las premisas anteriores, no es de extrañar que un privilegio casi exclusivo de la clase media, como el cupo electrónico, cause estupor y arrechera dentro de la eterna clase pequeñoburguesa que ve cómo esta revolución le quita lo que ella considera un “derecho de nacimiento”, sin que tenga que mediar cumplimiento alguno de cualquier deber cívico para poder tener dicho derecho, esto es más que obvio y entendible en la pequeña y eterna burguesía parasitaria venezolana, pero que emblemáticos camaradas que hasta ayer gritaban a los cuatro vientos “rodilla en tierra con el proceso” y “patria, socialismo o muerte”, hoy griten con toda la fuerza de su gañote que en materia económica el gobierno la está cagando.
Lo triste del caso es que las mismas premisas que sirven para explicar el porqué de la reacción adversa de la clase pequeñoburguesa oligarca de siempre, sirven para explicar esta aberrante y desproporcionada reacción de nuestros camaradas, y es así por más triste que esto suene, la revolución en estos 15 años creó una nueva casta de revolucionarios que se creyeron parte fundamental del nuevo estamento político social, que se comenzaron a ver a ellos mismos como los hombre nuevos, como los ejemplos a seguir, sin darse cuenta de que lo único que hacían era heredar toda la malsana carga pequeñoburguesa que trae consigo la notoria mejora de sus condiciones económicas.
Es así como esta gente comenzó a perder la perspectiva y empezó a creer que su nueva situación económica poco o nada tenía que ver con el proceso revolucionario, en el cual supuestamente estaban muy imbuidos, y más bien tenían la certeza de que era tan solo debido a sus propios méritos, a su propio esfuerzo, es así como ese sentimiento tan pequeñoburgués y tan neoliberal, el “individualismo”, comenzó a germinar en sus almas, esas que debido a la enorme falla de la revolución en el apartado ideológico-educativo nunca fueron realmente socialistas, de ahí que al perder un privilegio que creerían completamente suyo por exclusivo mérito propio, ataquen de manera desproporcionada y sin sentido a la revolución que sin duda es la gran responsable de su nuevo estatus y de que estén en esa privilegiada posición.
Es triste ver como lo que uno tiene años advirtiendo se comienza a concretar y se comienza ya a ver el posible fin de este proceso revolucionario, ha sido tal el desgaste económico y político de la revolución, que cuando vaya a tener que echar mano de lo que debería ser su gran fuerza y apoyo, sus correligionarios, encontrara que la gran mayoría o se pone en fuga o no se arriesga a tomar la vanguardia y de aquí surge el miedo y se hace necesaria la profunda reflexión.
Lo primero que debemos tener completamente en claro es cómo podemos diferenciar cuando nos estamos volviendo burgueses y nos olvidamos de nuestra condición de revolucionarios socialistas, y para ello enunciaré solo 5 ejemplos puntuales y muy claros, en los cuales cae el enorme porcentaje de revolucionarios light o seudosocialistas con los cuales tenemos llena nuestra revolución, a saber:
A) Cuando comenzamos a exigir al Estado que ampare a más y más camaradas con pólizas HCM y nos olvidamos que ese dinero se debería invertir en la salud pública y todos, pero todos, deberíamos ir a ese sistema de salud, sin duda nos estamos aburguesando.
B) Cuando chillas y criticas al gobierno por el alto precio de los huevos, la leche y el pollo pero a la vez te gastas, muy feliz con tus amigos, 1.500 bolívares en una botella de vino en la ruta nocturna, ten la seguridad que te estas aburguesando.
C) Cuando amenazas con acabar con este gobierno porque tienes que hacer cola para conseguir el papel tualé para limpiarte el mojón cerebral que te sale por el rabo, pero haces una mega cola para poder entrar a ver a Aerosmith, sin duda alguna te estas aburguesando.
D) Cuando le gritas al gobierno que acabe con la corrupción campante en nuestro gobierno, pero le pagas el doble a un revendedor por una entrada del Caracas-Magallanes, sin la menor duda estas convertido en un pequeñoburgués.
E) Cuando exiges, una y mil veces, que la guerra económica se radicalice, pero lo haces desde un celular Movistar, viendo tv en tu plasma con señal de Directv, tomándote una divina polarcita y mientras degustas una suave arepa hecha exclusivamente con harina PAN, esa es la muestra inequívoca de que ya eres un pequeñoburgués seudosocialista.
Estemos claros, camaradas, ¿quién de nosotros no ha pecado? El secreto es parar y no hacerlo más, entender que ser rico SÍ es MALO, porque no hay manera honesta de lograrlo sin hacer polvo a algún semejante; que no es socialista y menos humano que le exijamos a nuestro gobierno que nos mantenga casi gratis un cupo electrónico para traer el último Ipad de moda, cuando aún no solucionamos el enorme problema alimenticio al que nos enfrentamos; en lo posible camaradas, tratemos de ser un pelín coherentes.
¿Qué hacer? Fácil, cambiar nosotros, ser en verdad como nuestro líder y comandante, Hugo Chávez, y a la vez exigir a nuestro vecino su buen comportamiento, ser nosotros garantes y vigilantes de la ética socialista, amén de propulsar, de una vez y para siempre, un verdadero pensum socialista e ideológico dentro de todos los estamentos de la educación en Venezuela; así estaremos haciendo más vivible y sostenible el presente y estaremos, a la vez, sembrando las verdaderas semillas de los hombres nuevos que habrán de seguir y consolidar esta revolución en el futuro, cualquier otra cosa es perderse.
Alfredo Domínguez Fernández, pito0726@hotmail.com