Esta "revolución" va a pasar al libro de los récord Guinnes como la "revolución" más boba de todos los tiempos. Con su bendito pacifismo ha permitido que la derecha terrorista y criminal se le monte encima y ande fregándonos la paciencia desde que Chávez cometió el error más grande que puede cometer un mandatario después de haber sido derrocado por una pandilla de militares y civiles de derecha a las ordenes de los yanquis: los perdonó a todos. Una debilidad como esa es inaceptable en un presidente. Esa debilidad nos ha costado largos años de sangre con sus respectivos asesinatos selectivos. Nos ha costado incontables guarimbas, miles de manifestaciones, trancas de calles, carreteras y autopistas. Nos ha costado, la mayor crisis económica que hayamos vivido en siglo y medio, por culpa de unos insaciables empresarios y de un gobierno que no se deja respetar. La debilidad de Chávez es la misma que arrastra Maduro, ella ha sido la causa de todos nuestros males.
Al parecer el presidente Maduro también tiene su crucifijo y está a punto de sacarlo. Quiere tropezar con la misma piedra que tropezó Chávez: la impúdica debilidad. Los dantescos sucesos acaecidos ayer frente al Ministerio Público es algo que un gobierno que se respete y respete a los ciudadanos no debe aceptar. Ante estos terroríficos acontecimientos el señor presidente Nos volvió a repetir la misma cantaleta que nos dijo mil veces Chávez y que ahora él repite: No caigamos en provocaciones, todo está controlado, el país está en paz, sabemos quienes son los autores materiales e intelectuales, actuaremos contra ellos y les aplicaremos todo el peso de la ley, no volverán, y un largo etc de debilidades. Luego realizó los interminables llamados a la reflexión. Les pidió a los buenos estudiantes que se desligaran de los malos. Dijo lo mismo que le escuchamos a Chávez miles de veces y ahora él lo repite. Ayer solo le faltó sacar el mentado crucifijo para llamar al perdón nacional. Así no se puede gobernar. Si el presidente sigue complaciente con la derecha y débil con los terroristas, tendrá sus días contados en la presidencia.
De todo lo malo siempre sale algo bueno y lo bueno del mierdero de ayer el presidente puede aprovechar la oportunidad que le ha otorgado la derecha para demostrarnos que tiene pasta de de mandatario. Que Chávez no se equivocó al escogerlo a él. Que no es un presidente (A excepción de Chávez) más de esos mediocres y cobardes que han pasado por Miraflores. Tiene la oportunidad de demostrarnos de que barro está hecho.
Si el presidente quiere seguir siendo jefe de estado, tiene que sermonear menos (esa vaina es para los curas) y actuar con mano de hierro. No tener contemplación alguna con esa gente. Tiene que meter preso a todos aquellos que atenten contra la tranquilidad ciudadana y los bienes públicos. No le pare bolas a ningún organismo multilateral que esté controlado por los yanquis, ni ninguna O.N.G nacional o internacional que usted conoce muy bien cuales son los intereses que ellos defienden. Mire presidente lo que lo que está en juego no son conchas de ajos, es nada más y nada menos que la estabilidad del gobierno y la tranquilidad nacional.
Recuerde presidente: vacilar es perder. En estos momentos tan cruciales para la patria vacilar sería sinónimo de traición. Despierte presidente, mire que le están serruchando el cargo desde adentro y desde afuera. No hay que ser muy acucioso para ver que estos actos vandálicos cuentan con la complicidad de algunos personeros del gobierno muchos de ellos militares. Si no explíqueme usted por que carajo ni la PN, ni la GNB actuaron contra esos facinerosos que destrozaron las instalaciones del MP y otros bienes públicos y privados. Para mi eso es sospechoso la realidad lo comprueba Yo siempre me pregunto: ¿Por qué no se reprime los actos vandálicos de la oposición y si reprimen al pueblo trabajador? eso todavía es más sospechoso.
Algunos de los articulistas de Aporrea (yo entre ellos) hemos anunciado que vendrán días terribles para todos nosotros, lo del martes fue nada más que el preámbulo de esos anuncios. No tenemos otra opción que prepararnos para defender al presidente y su gobierno a pesar de que no sabe que hacer con él. Gobierno que critico y seguiré criticando por todas sus inconsecuencias ideológicas y políticas. Sin embargo en situaciones como está donde se vea en peligro la voluntad de un pueblo que votó por él, tenemos que cuadrarnos con el presidente Maduro a pesar de que tengamos diferencias muy grandes.
La violencia de la oposición comandada por terroristas archi conocidos no se puede combatir con palabras, ni con llamados a la reflexión, ni con diálogos, ni con acuerdos a escondidas del pueblo. Para acabarla hay una sola solución: otorgarle el poder al pueblo porque el solo se salva a si mismo, nadie más lo puede hacer.
Algo más... espabilese presidente deje de estar hablando bobadas y comience la ofensiva para recuperar lo que usted está a punto de perder: su estabilidad. Si lo hace, cuente con el pueblo. A esta alturas ya debieran de estar en chirona Leopoldo Lopez, la bruja de la Machado y todos aquellos que mantuvieron el centro de Caracas como zona de guerra. Si no es así lo todos lo lamentaremos, incluyendo al presidente.