¡Qué decepción! Yo pensé que, de verdad, estos chamos de Primero Justicia tenían más cultura política. ¡Lástima!. De seguro se hubiesen convertido en la primera minoría de la Asamblea Nacional, en un escenario inmejorable para ellos. ¡Qué miopía, señores!
El Movimiento Al Socialismo, como siempre, presto a conservar su pedacito de poder, su 6% histórico pues al final, y después de 30 años, las naranjas nunca maduraron, pero que de mucho les ha servido y, al menos, ellos aprendieron cierto tipo de política que los mantiene en la pelea aunque hayan devenido de ser un “partido bonito” en una cosa acomodaticia, en un comodín como lo fue URD en sus buenos tiempos.
La mejor definición de lo que es política, en mi opinión, la ha dicho Fernando Savater cuando afirma que “la política es el arte de convencer al otro”, aunque Antonio Gramsci utiliza la hermosa figura de la “toma de las colinas sin traumas”, que es lo que se ha logrado con este proceso político que lidera el presidente Chávez y donde hay libertad hasta para decir que no hay libertad.
Poco importan las decisiones de AD y COPEI, oprobiosos partidos que durante 40 años dominaron la escena política venezolana. Está claro que podemos vivir sin ellos. Ahora el escenario es otro y debemos analizar políticamente el futuro inmediato, bajo el supuesto de que todos los candidatos efectivamente se retiren.
Las cifras aportadas por el propio Presidente anoche, en un equilibrado discurso en el cual predominó el hombre estratega, indican claramente que la decisión de esos partidos no fue consultada ni con sus bases ni mucho menos con sus candidatos. Actuaron más como un manager en un desesperado y perdido partido de béisbol, donde el pitcher se cambia sencillamente porque hay que mover el line up y ni la fanaticada ni el jugador cuentan. Sólo el criterio del manager.
Si de 5.516 candidatos sólo el 6,8% ha dimitido ¿de cuál retiro hablamos?. Si de 446 partidos políticos sólo seis botaron tierrita, entonces ¿de cuál retiro hablamos? Sólo con eso y el muy oportuno comunicado de la OEA defendiendo el proceso electoral de mañana ya no es posible encontrar un sólo motivo de peso para activar la Carta Interamericana de Derechos Humanos y con ello lograr el sueño de intervenir en nuestro país. La conclusión es sencilla: ¡perdieron el chivo y el mecate!, porque se fueron ellos y Chávez sigue de pie.
Pero es que, están tan chiflados, que entonces en declaraciones que de verdad hacen reflexionar seriamente sobre la “oposición” que tenemos, mandan a “cuidar” los votos que pudieran sacar personajes grises como Simonovis, Forero o el otro policía preso. O sea que ellos llaman a no votar pero al mismo tiempo dicen que hay que votar por esos bichos para garantizarles su salvoconducto a la AN y con ello a la impunidad. ¡Dios mío! Ya no es que Chávez los tiene locos, es que definitivamente perdieron la perspectiva y a estas alturas los arrepentimientos por seguirle las pautas de Mr.Danger, están a flor de piel y el desespero es grande.
Ahora bien, no es del todo bueno para el gobierno del presidente Chávez un Poder Legislativo absolutamente “oficialista”. Eso lo saben desde el Presidente Chávez para abajo, de modo que en ese escenario se impone de nuevo la negociación, no sólo porque esos partidos fuera de la AN son ahora más peligrosos (no ilegales) por el hecho de perder una curul a cambio de nada, sino porque debe reconocerse que hay otro pueblo que cree en ellos y que no se verá representado en las decisiones que tome el Legislativo. Y nuestra otra consigna es NO a la exclusión.
El discurso debe, ahora, ir dirigido a esa masa porque allí también están los 10 millones de votos para 2006, y eso es lo verdaderamente importante. No perdamos de vista esa meta. Por eso no comparto mucho la idea de mandarlos al carajo de manera genérica. No. Hay que dejar claro que los que no hacen falta son esos dirigentes mediáticos que hicieron de la política un negocio y que se han nutrido de esa gente que decidió acompañarlos en sus locuras convencidas de otros ideales que, no por ser diferentes a los nuestros, dejan de ser ideales.
Así que seamos humildes en esta hora pero también objetivos y reflexionemos sobre lo que tenemos por delante. Desde luego que vamos a votar, y a estar vigilantes, desde donde nos toque estar, por un proceso electoral limpio y libre de dudas, pero desde el 05 de diciembre el mensaje tiene que ser otro. Siempre ha sido una pelea política y comunicacional. Cada uno de nosotros debe ser los ojos y los oídos del que tiene al lado para ser mejores revolucionarios y no perder lo que hasta ahora hemos ganado.
(*) Periodista
lcolomine@cantv.net
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