Si bien es cierto que en política la palabra muchas veces no se corresponde con lo que se piensa, de igual manera es cierto que el revolucionario está obligado a romper digamos, esta tradición burguesa, los hechos deben estar perfectamente ligados y en perfecta coherencia con lo que se dice , piensa y actúa, de tal manera que el verbo suponer no está en la lista de preferencias del discurso de un revolucionario. Cuando se habla o refiere a un tema en particular y quiero profundizar en el mismo, se deben abordar de manera sólida y transparente las consecuencias de lo que se dice y afirma.
En el caso que nos ocupa es muy fácil determinar que existe una derecha endógena en el seno de la revolución, a veces dudo cuando esto se afirma de la sinceridad en la búsqueda de este fenómeno tantas veces trillado. Ahora bien, en todo conglomerado social y en especial el de tipo de organización política, existen y existirán tendencias una de mayor y otras de menor cuantía desde el punto de vista numérico y de trascendencia en el seno de dicha organización política. Muchas veces las intenciones cuando esto se afirma no se corresponden con la realidad y peor que ello, es el impacto que esto pueda ocasionar con más fuerza en el momento actual.
Muchas preguntas surgen a raíz de estas afirmaciones a veces temerarias y otras infundadas, no obstante, consideramos que el análisis de la realidad circundante nos obliga a ser cautos en esta separación de intenciones para no decir tendencias o posiciones, por ejemplo, la derecha y su significado tiene un significado trascendente en este momento de ataque de la derecha venezolana, por tanto se debe ser cuidadoso de no pecar de ingenuo o de mala intención cuando se toca este tema, al que recordar que el líder de la revolución bolivariana y socialista es el presidente de la República, debe ser el guía y a el debemos confianza, apego y apoyo incondicional, porque no hay otra salida que coadyuve a superar la presente circunstancia política, entre otras razones, porque el ataque además de feroz, viene acompañado de apoyo internacional nada mas y nada menos que del imperio norteamericano, de tal manera que afirmar sin sustento, sin nombres y solo por el análisis interesado y parcial de quien lo señala, no contribuye a la convergencia de las ideas y la defensa del proceso revolucionario, si queremos estar a un lado de la revolución por egos mal construidos y lejos de la realidad militante del día a día, estamos subvirtiendo el camino a construir, por cierto que hasta ahora nadie tiene en sus manos la receta exacta de lo que debe ser el futuro socialista de la patria, hay que construirlo y amansarlo en toda oportunidad, lo cual requiere de paciencia, voluntad y sabiduría, pero no, desde la comodidad al frente de una computadora, o de análisis superiores a nuestras propias capacidades interpretativas del momento histórico que vivimos.
El llamado es a la sindéresis positiva, en aras de apartar mecanismos no cónsonos con el sentir de la gran masa chavista y revolucionaria, insisto una vez mas, el socialismo no se decreta en base a la teoría revolucionaria que tenemos en las manos, es necesario el nivel de interpretación del ejercicio del poder y el control necesario de ese poder, dicho de otra manera, que las circunstancias actuales obligan a debatir sin tratar de imponer y auto endilgándose la posesión de la verdad del destino a aplicar.
Volviendo al tema que nos ocupa podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que muchos camaradas que por muchas razones validas unas y otras no, sienten no ser tomados en cuenta, considerando que sus escritos y consejos no son considerados a ciencia cierta, reaccionando indebidamente o no proporcional a la contribución que debe emanar de sus pensamientos y análisis, la política como tal, lo sabemos, no es un juego para los revolucionarios, porque en ello se nos va la vida, de tal manera que juzgar a alguien de derecha endógena no se corresponde en el momento actual en el mecanismo de defensa que exige la patria, por tal motivo, a quien señala que hay una derecha endógena, déjese de pajas y señale con nombre propio de quien y de que se trata, lo exige, el compromiso que deben sostener, en caso contrario, callar es la mejor contribución al despegue del camino a andar.