¿Debemos prepararnos para un terremoto?

Mi compañera insiste en ello y yo me resisto en darle crédito: es “teoría de la conspiración” –le digo-, ¿acaso no es saludable un poco de paranoia? me replica aludiendo a una frase que alguna vez Chávez esgrimió. Me deja sin argumentos porque, además, ha hecho la pesquisa en todo cuanto se ha escrito y publicado sobre el tema que gira en torno al proyecto HAARP y que, según dicen, lleva adelante desde hace algunos años el gobierno norteamericano para la manipulación, con propósitos militares, de poderosas fuerzas naturales como son terremotos, tsunamis, tormentas, etc. utilizando un complejo sistema de antenas con las cuales perturba la ionosfera.

En enero del 2010 hubo polvareda mediática al atribuirle el ABC digital de España al presidente Chávez una declaración según la cual señalaba a los EEUU de haber provocado el terremoto en Haití utilizando la manipulación medioambiental como arma de guerra. Al final no hubo tal afirmación de parte del camarada Chávez, solo se trataba, una vez más, de la manipulación de la información de los medios españoles para presentar ante el mundo a un Chávez agresor anti norteamericano con acusaciones infundadas. Fue desmentida la información, pero ya el mal estaba hecho, aún se encuentra en la red cientos de entradas que dan por ciertas la susodicha declaración del presidente Chávez.

Pero me pregunto: de haber dado tal declaración –o al menos insinuado que Estados Unidos estaba tras el desastre del país caribeño- ¿qué tan infundada hubiera sido si se considera la cantidad de referencias que existen en relación a dicho proyecto? ¿Será uno de los llamados mitos urbanos que apuntalan la idea de una potencia que ha logrado tal poder tecnológico, capaz de doblegar la naturaleza a sus designios y ante el cual, las demás naciones debemos postrarnos impotentes de ejercer nuestra soberanía o por el contrario es un intento real de control climático con fines bélicos por parte de Norteamérica para imponer su dominio ante el intento de las naciones de liberarse de su tutelaje?

Ya sea una falacia manejada como chantaje o un esfuerzo real de utilización de poderosas energías del planeta, en ambos casos el Proyecto HAARP cumple los mismos fines prácticos que favorecen a Estados Unidos: mantenerse como potencia hegemónica, es decir, dominar a los países para perpetuar su estatus de colonias ya que de ello depende su condición imperial. Es por eso que me inclino a ceder y pensar que si bien no existen pruebas concluyentes sobre la veracidad de la intención bélica del mencionado proyecto, que desconocemos los niveles tecnológicos alcanzados por el imperio en ese sentido, no debemos llevar nuestro escepticismo al extremo de cerrar los ojos ante tal posibilidad.

Por lo menos curiosa nos debe parecer la coincidencia de la orquestación de un período de violencia callejera con apoyo monetario y mediático internacional como el que estamos atravesando con la actividad sísmica en todo el territorio nacional en los últimos días. Lamentablemente Funvisis no nos informa si esta actividad ha ido en aumento o si el número de seísmos es el normal esperado. Sería interesante saberlo. En todo caso, no perdemos nada con estar alerta ante un posible evento telúrico de considerable proporción ya que, si bien no debemos creer en brujas, a veces les da por volar.








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Juan Torres Rodríguez


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