En mayo de 1813, Simón Bolívar, futuro Libertador de Venezuela, y sus amigos estaban en La Grita, en el hoy Estado Táchira, con un ejército de 500 soldados colombianos.
Venía dispuesto a recorrer toda Venezuela para liberarla del yugo español. Venía con el apoyo de la ahora hermana Colombia. Venezuela y Nueva Granada (Colombia), desde 1811 ya habían creado un gran acuerdo de integración para dar independencia y prosperidad a América. Con el gran Bolívar, vienen sus hermanos Ribas y Urdaneta, y sus paisanos colombianos Ricaurte y Girardot.
Entraban a Táchira para encender la llama de la insurgencia, para pelear como uno solo. Más adelante, un ejército venezolano, en 1819, el mismo Bolívar cruzaría Los Andes para darle libertad plena a Colombia, con la Batalla de Boyacá.
Fue esa la relación inicial, neogranadinos y venezolanos unidos para crecer. Como la haría en 1821, cuando de la Villa del Rosario de Cúcuta, grandes y hombres y mujeres iban de San Antonio del Táchira a Cúcuta en un construir constante para realizar el Congreso Constituyente que formalizó la Gran Colombia. Destellaba la figura de Juan German Roscio Nieves.
En la actualidad, fuerzas mercenarias y lacayas ha puesto sus ojos en Táchira para desestabilizar a la Patria de Bolívar, y para convocar, no a la histórica alianza para independencia que acompañó a Bolívar, sino a los conspiradores de la oligarquía que acabaron con sus sueños en 1830, tras largas componendas.
La ofensiva contra la democracia venezolana, contra el gobierno del Presidente Nicolás Maduro, contra la Revolución Bolivariana se nutre de varias experiencias de desestabilización imperial en el mundo. Por ejemplo, Factores internacionales apoyaron desde 2005 a fracciones de Sudán para mantener durante años el conflicto armado en Darfur a fin de centrar la atención del Presidente Al Bashir en esta región, para que desatendiera el referendo separatista de Sudan del Sur. Lo lograron.
Con la intervención forajida de Israel y de unas 900 ONG Darfur se convirtió en la prioridad del gobierno de Sudan, de la UA y de la ONU, cuando llegó el referendo de 2011, los separatistas ganaron con una mayoría calificada.
Otros ejemplos del foquismo fue recientemente Libia, que a partir de la zona del ex rey pro británico Idris, de mayoría anti revolución verde, se extendió con la ayuda de la OTAN hasta conseguir la ingobernabilidad del país.
Otra experiencia más cercana, fue en Bolivia, donde la ultraderecha instigo a los más radicales a encender la zona oriental de Bolivia, donde está el 42 % del PIB,Santa Cruz, Beni y Pando, aprovechando diferencias étnicas, en un estado que se proclama multi étnico y pluripolar. La firmeza de Evo Morales y de UNASUR evitó que la violencia consiguiera tal fruto.
El oposicionismo viene agitando con fuerza en el Estado Táchira, para crear un foco de atención que distraiga al gobierno central de sus objetivos del Plan de la Patria y así debilitarlo popularmente. Hasta el término “media luna”, tal como fue usado en Bolivia, ha aparecido, para referirse a los estados occidentales que limitan con Colombia. Con una violencia sostenida y financiada tienen la intención de crear ingobernabilidad en el Táchira e irradiarla a los estados vecinos, poniendo a prueba el nacionalismo venezolano.
Por Táchira, Mérida y Trujillo pasó triunfante la Campaña Admirable, consolidando el sentido de venezolanidad. Desde Zulia, fue al encuentro de Simón Bolívar, el gran Rafael Urdaneta. Y en Zulia se realizó la Batalla Naval del Lago que dio la independencia definitiva a Venezuela. De esos estados cien por ciento venezolanos no saldrán traidores a la Patria que puedan restar un ápice de la paz y soberanía de la tierra de Bolívar.
La Conferencia Permanente de Paz, convocada por el Presidente Nicolás Maduro, ha acordado trasladarse a Táchira para restituir la tranquilidad. De seguro la población de esa hermana región ha de dar pasos definitivos para erradicar a las minorías violentas que han alterado la tradicional espiritualidad y prosperidad de nuestra región andina.
Táchira es Venezuela, y Venezuela se respeta.
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Salud Siempre
Reinaldo Bolívar
@BolivarReinaldo