INTROITO
Las muertes. Algunas, la gran mayoría, son naturales, otras, una evidente minoría, ¿son qué? ¿Anti naturales? ¿Artificiales? Pudiera entenderse que las muertes no naturales son inducidas, donde la persona fallece antes de su tiempo (?), sin meter en este saco a la eutanasia. Los asesinatos y muchos de las muertes por accidentes son muertes inducidas, no “naturales”. En el caso de los suicidios la vaina es un poquito mas jodía. Porque quien se suicida decidió que hasta allí llegaba su vida. Entonces es una muerte natural.
LOS SUICIDIOS “NORMALES”
Alguien que se guinda por el cuello o se pega un tiro con evidentes ganas de matarse es un suicida normal. Todo está planificado, con motivos, etc., y no hay nada fuera de lo común. Todo es normal. Y la gente lo acepta de manera normal. “Ese tipo si era valiente”, dicen. ¿Valiente? Dicen otros. “Un tremendo cobarde es lo que es”. Y sobre esto del suicidio normal hay muchas opiniones, hipótesis, teorías, etc., pero como nadie de los muertos ha dado su opinión posterior pues seguimos en el limbo.
Entre los suicidios normales hay evidentemente suicidios honorables. En algunos grupos humanos, lamentablemente dañados por el excesivo lavado de cerebro por cuestiones religiosas, el suicidio es honorable siempre y cuando se haga por alguna causa que según el candidato es justa, y que en consecuencia después de muerto irá a mejor vida pero en otra parte. Cómo esto de la mejor vida en otra parte no se ha podido comprobar, sigue la cola de los curiosos desesperados. Ejemplos típicos de estos suicidios honorables son las personas que se inmolan por ejemplo en Irak o en Israel. O el caso de los pilotos japoneses en la segunda guerra mundial que estrellaban su avión (con ellos incluidos) cargado con bombas contra barcos gringos. El fanatismo religioso les blanquea el encéfalo y los hace cometer esas acciones. Allá ellos. Uno pudiera agregar que si en esa inmolación no muere gente de combate está bien hecho. Si muere gente “inocente” es otro cantar.
Otro tipo de suicidio honorable es el denominado “Hara-Kiri”, o más apropiadamente “Seppuku” o suicidio ritual, de algunas sectas religiosas japonesas. Como en estos casos el militarismo va agarradito de la mano con los sacerdotes, este tipo de suicidio es típico de militares deshonrados, bien porque perdieron una batalla importante o porque se les aplicó un despido indirecto. Entonces el militar deshonrado para poder recuperar esa honra tiene que demostrar que es un vergatario, y para ello tiene que aplicarse el “Hara-Kiri”. Y después que se lo hace y por supuesto muere, recupera su honra y su familia puede vivir tranquila. El muerto al hoyo y el vivo al goce.
LOS SUICIDIOS POR “ACCIDENTE”
De esta variante los más comunes son los causados por excesos de algo. Un super gordo diabético que se meta una paila de mondongo y tres tortas tresleches y se ponga a hacer el amor (por lo menos a intentarlo) es posible que se quede sin vida. Que en vez de venirse se vaya. Un suicidio involuntario. Otro: un carajo con un solo pulmón porque el otro se lo sacaron canceroso, con enfisema y se fume 4 cajas de cigarrillos al día pues es muy probable que se muera en el corto plazo. Otro suicidio involuntario. Ellos no querían morirse pero jugaron con su vida y lo pagaron. Y así hay muchos ejemplos.
LOS SUICIDIOS POR “SOBREDOSIS”
Los suicidios por sobre dosis se refieren a una sobre dosis de droga. Si bien el gordo del párrafo anterior se metió una dosis excesiva de comida esto no se considera sobre dosis. Las muertes por sobre dosis se refieren cuando algún drogadicto que se está administrando por ejemplo heroína, en su desespero se mete más de lo que su pobre cuerpo puede soportar. Y se muere. Un suicidio involuntario. Es muy común en los extremos de esta sociedad occidental. Entre los muy ricos y entre los muy pobres. Entre los ricos con drogas “finas”, por ejemplo heroína, pero entre los pobres hasta con pega e’ zapatero. Entre los llamados “famosos” hay muchísimos casos de suicidios involuntarios por sobredosis de drogas. John Belushi, Jimmy Hendrix, River Fénix. Marylin Monroe y Elvis Presley murieron por sobre dosis pero de barbitúricos. De los pobres malandros pobres no se acuerda nadie. Pero allí están las estadísticas.
En dos artículos anteriores publicados en Aporrea (“Los Mercaderes del Paro Cívico” y “Denme mi droguita”) yo planteaba que las emisoras de TV privadas en su afán de tumbar a Chávez, se transformaron en suministradoras de mensajes que disociaron sicóticamente a mucha gente de la oposición. El amigo Luis Khan llamó a esto “Sicodroga”. Me pareció atinado. Muchos de los disociados dejaron de ver Globovisión y se curaron. Pero otros estaban irremediablemente adictos a esa sicodroga. Y como buenos adictos se creían todo lo que les ofrecían en esa inyección permanente de mensajes lava cerebros.
CODA
Henry Ramos Allup, Manuel Rosales, César Pérez Vivas, por nombrar solo unos pocos, murieron por sobre dosis de Globovisión y RCTV. Ya eran unos bagazos, pero si hubieran tenido un poquito de vergüenza hubieran luchado hasta el final. Pero no. Prefirieron creerles a sus proveedores de la sicodroga y se dejaron administrar una dosis excesiva que los mató. Suicidio por sobredosis. Lo más triste es que no se habían percatado que los sifrinos de Primero Justicia eran los candidatos a suplirlos después del entierro de ellos. Porque no se habían dado de cuenta que estos sifrinitos eran parte del Cártel que les suministraba la droga.
Si bien estos bagazos con su retiro no permitieron que los contaran, obligaron a los sifrinos a lo mismo. Ninguno sabe cuántos son y por lo tanto a la hora de negociar para el 2006 comienzan en cero. Una jugada maestra. Pero los sifrinos tienen poder. Y mucho dinero. Así que el suicidio por sobre dosis inducido por ellos fue para de una vez quitarse de encima a estos bacalaos posmos. Y parece que lo lograron.
