Ese viejo ejercicio del pensamiento humano de estar haciendo supuestos nos ha llevado a preguntarnos muchas veces, ¿qué haría Chávez frente a lo que está ocurriendo?
La respuesta a esta pregunta siempre varía. En algunos casos hemos concluido que Chávez aprovecharía la ocasión para profundizar la revolución, aplicando la vieja receta de las revoluciones clásicas: expropiación de empresas privadas, estatización de la banca, ruptura de relaciones comerciales con el gran capital, etc., etc.
En otros, concluimos que el llamado a la tal Conferencia de la Paz y la promoción del diálogo que Maduro adelanta es un error que Chávez no cometería, ya que lo que cabría es aplicar las leyes y que el Estado se imponga ejerciendo la autoridad y aplicándoles la ley con severidad a quienes promueven el golpe de estado.
Y no pocas veces, concluimos que Chávez haría exactamente lo que está haciendo Nicolás Maduro, insistiría en seguir negociando a pesar de ser acusado de revisionista de reformador y de estar minando el camino al Socialismo. Claro la diferencia, en todo caso, estaría determinada por el estilo de Hugo Chávez.
Si Chávez tuvo algo claro, o para ser más precisos fue aclarando a medida que pasaban los días, es que el Socialismo debíamos construirlo a nuestra medida y según nuestras posibilidades más allá de los dogmas y de las experiencias fallidas que del socialismo se conocen. Por eso siempre nos recordó la importancia del pensamiento rodrigueano de “inventamos o erramos” y las lecciones de Mariátegui del socialismo indoamericano.
Posiblemente Chávez seguiría siendo consecuente con lo que durante 14 años hizo, ir llevando esto poco a poco y acumular fuerzas en el campo de la revolución y especialmente en el terreno latinoamericano y continental para tener mejores condiciones para darle la pelea al imperio. Debemos recordar la importancia que le imprimió al CELAC y que llegó a plantear abiertamente la necesidad de convocar la V Internacional.
Nos atrevemos a afirmar que Chávez le dejó claro a Maduro y a quienes le acompañan la idea de que conquistar la paz política es requisito indispensable para avanzar en el terreno económico y que no hay posibilidad de construir el Socialismo si no logramos alcanzar un modelo económico que rompa con las lógicas del viejo modelo capitalista que nos aproxime al socialismo al que la revolución debe conducirnos.
En esas parece que anda Nicolás, tenemos esperanza en que las fuerzas acumuladas por la revolución y las enseñanzas de Hugo Chávez nos permitan avanzar en el camino correcto para alcanzar los anhelos de una Patria Bolivariana y Socialista.