Mantengo buena amistad con algunos miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, con quienes no solo comparto amistad de muchos años, (en la mayoría de los casos), sino visiones e intereses comunes. Evidentemente que no son representativos del grueso de sus integrantes, pero pueden brindarte un panorama bastante objetivo de la situación dentro de los cuarteles.
El anuncio realizado por el presidente de la república sobre la presunta participación de tres oficiales generales en un complot para forzar a un desplazamiento del poder por vías no previstas en la constitución nacional, encendió algunas alarmas en el seno del chavismo y presumo que realmente cogió sorprendidos a la dirigencia opositora venezolana y sus propietarios gringos, quienes tienen tiempo haciéndole carantoñas a los uniformados sin resultados exitosos.
No obstante, sin minimizar la importancia de este anuncio, creo que las presuntas actuaciones de estos oficiales en este particular no pasan de la manifestación de descontento exteriorizada de forma no acorde con la investidura de estos profesionales militares. Sin embargo y para que aquellos que ansían ver el regreso del gorilismo en Venezuela es bueno que sepan lo siguiente:
- Los oficiales señalados como presuntos conspiradores son el General de División Eliezer Hernández Sánchez, General de Brigada Carlos Millán Yaguaracuto y el General de Brigada José Machillanda Díaz, los dos primeros se encontraban a orden del ministerio de la Defensa y el Comando estratégico Operaciones, en cargos administrativos, mientras que el último de los señalados había sido designado para cumplir funciones en la Región de Defensa Los Llanos, con sede en San Juan de los Morros, es de destacar que este último oficial ya había sido objeto de algunos señalamientos por su deficiente gestión en el cargo que había ocupado antes de ser enviado a la capital guariqueña, así como por presuntas irregularidades administrativas en lo que se refiere a algunos contratos de equipamiento que adelanta el gobierno nacional para la institución armada, sin embargo, a la fecha no se han formulado acusaciones formales por tales presunciones. De estos tres oficiales extraña la supuesta participación del General Carlos Millán siendo uno de los participantes de la Rebelión cívico militar del 27 de Noviembre de 1992. Con respecto al General Hernández, se conocen versiones de su viejo antagonismo con respecto al proceso de cambios que se ha venido gestando desde el año 1999. Demás está decir que los tres presuntos acusados son solo comandantes de escritorio.
- La cuestión de fondo no es si el general machillanda o millán o el capitán pinga loca andan conspirando, de hecho negar que existe descontento dentro de la FANB es absurdo, las grave incoherencia que en materia económica ha demostrado el gobierno bolivariano desde hace algún tiempo para acá también afecta a los uniformados, como en otros sectores de la población; sin embargo, ha prevalecido no solo la vocación institucional de los integrantes de la institución, sino una profunda identificación con los elementos positivos del proceso político que vive Venezuela desde hace 15 años
- El problema de la oposición es que cree que con cuatro pares de soles y una declaración frente a una cámara de televisión se tumba a un gobierno, pareciera que no han aprendido de las cagadas que ellos mismos cometieron, no se dan cuenta que precisamente por alentar este clima de violencia los militares han sentido mayor rechazo hacia esas clases dirigentes que ofrecen un “cambio” y que se babean porque una cachucha salga a acompañar el show como el 11 de abril, parece que no se han enterado que producto de su orgasmo fascista en el Estado Táchira los uniformados tienen prohibido por buena parte de las unidades acantonadas en esa entidad, salir de las mismas uniformados a menos que se trate de una comisión oficial, en virtud de las agresiones verbales y físicas que algunos profesionales castrenses han sido víctimas desde el 12 de Febrero pasado. En otros sitios del país y especialmente en los tres o cuatro municipios donde aún existen algunos focos de guarimbismo los militares también son objeto de ataques verbales por parte de la gente “linda y pensante” de este país; sin contar los miembros del Ejército y la Guardia Nacional Bolivariana caídos en estas últimas semanas gracias al operativo golpista organizado por la dirigencia apátrida de oposición. Esto por más arrecho que esté un militar porque no consigue harina, porque la inflación les traga el aumento que les otorgaron el año pasado, o porque ellos también son víctimas de la inseguridad, no los empujan a simpatizar con opciones distintas a las planteadas en el proyecto bolivariano, todo lo contrario, los cuadros medios y bajos están ganados a un cambio pero DESDE DENTRO DE LA REVOLUCIÓN, es decir, las transformaciones que deben darse, sirvan para fortalecer a la Revolución Bolivariana, para reforzar, corregir y vigorizar las conquistas que en materia social, económica y/o política se han obtenido gracias a los esfuerzos empeñados en estos últimos 15 años
- Y esto se debe al crecimiento de la conciencia de clase que tienen los militares de este país, así como al origen social del grueso de nuestra oficialidad militar; es bien sabido que las filas de la FANB está integrada por profesionales venidos de los sectores más humildes de Venezuela, y en todos los estratos, desde el generalato hasta la tropa profesional se nutren de cuadros cuyo origen está íntimamente ligado a las luchas populares sostenidas por el pueblo venezolano a lo largo de su historia. Algo totalmente distinto a la composición social de las fuerzas armadas de países como Chile, Argentina, Uruguay o Brasil, cuyos miembros provienen casi exclusivamente de los sectores más reaccionarios de esas sociedades.
- Por otro lado hay que reconocer que existe preocupación entre el alto mando por estar al corriente de las necesidades de los uniformados; aún no han culminado completamente las jornadas de gobierno militar de eficiencia en la calle que encabezó la ministra de la defensa y el comandante estratégico operacional y ya han realizado una serie de reuniones con oficiales subalternos y superiores no solo para darles la posición oficial de las autoridades militares del país –con sus argumentos, por supuesto-, sino además para conocer las impresiones de quienes día a día se enfrentan con los problemas cotidianos que enfrenta cualquier otro venezolano.
- Hay sin embargo, elementos que deben ser considerados a la hora de ponderar las probabilidades de que puedan existir simpatías en el seno de esta institución por un cambio de gobierno a través de vías distintas a las establecidas en el marco legal vigente; evidentemente que los problemas de índole económico son uno de ellos, pero también lo es la corrupción e ineficiencia que permea ciertos estratos de la organización, especialmente los que ya se encuentran en el último tramo de la carrera militar y han podido no solo cosechar algunas prebendas, sino explotarlas abusivamente para su beneficio personal, estas prácticas, propias de aquellos “próceres” que alguna vez dirigieron la institución como Iván Carratú Molina, Rafael Huizi Clavier, Rubén Rojas Pérez, Italo del Vale Alliegro, son ahora emuladas por algunos oficiales que han alcanzado posiciones jerárquicas elevadas o cargos de importancia dentro de esa institución, quienes al parecer han invertido exitosamente aquellas palabras del che logrando llevar la revolución en los labios para vivir de ella; es decir, el fenómeno que ha sido pan diario en la administración pública, también ha permeado en este sector, y es necesario que tales lacras en ambos escenarios sean definitiva y radicalmente eliminados.
No obstante ello, la posibilidad de que esta “fisura” traiga consecuencias a corto plazo para la estabilidad del país y la viabilidad de la Revolución Bolivariana es aún bastante remota.
