Alegra mucho que la crisis política nacional, que desde hace muchos años experimenta el PUEBLO VENEZOLANO, haya convocado al dialogo pero entristece y enardece profundamente que el Pueblo Trabajador, el Pueblo Bolivariano en Lucha (vanguardia del Pueblo Venezolano que milita activamente en el Proceso Revolucionario Bolivariano), esté marginado de los espacios donde se están dando las conversaciones en torno a acuerdos que tienden a resolver la presente crisis política. Entristece y enardece porque los dos factores hasta ahora involucrados, Ejecutivo Nacional y oposición (grupos políticos de derecha y empresarios capitalistas), consideran que son ellos los que deben decidir el destino de toda la población.
Ambos actores olímpicamente ignoran el precepto constitucional de “democracia participativa y protagónica”, pretendiendo “participarnos sus acuerdos”, una vez alcanzados, que en definitiva afectaran a todos los habitantes del país y de otras latitudes, pero especialmente a los más débiles, a la mayoría, a la que produce bienes y servicios, al Pueblo Trabajador. Al Pueblo que nadie invita para conocer sus opiniones, oír sus propuestas, conocer de sus planes, sus anhelos y principalmente las razones por las cuales ha decidido, mayoritariamente, darse un gobierno socialista. Gobierno y sistema que entiende como aquel que le brindará la mayor suma de felicidad posible, alcanzar su plena soberanía y encontrar en la filosofía del Buen Vivir su razón de existencia en armonía con la naturaleza.
Ese PUEBLO, expresado en las organizaciones que agrupan al Pueblo Trabajador, al Pueblo Bolivariano en Lucha (su vanguardia), debe exigir públicamente se oído por los entes internacionales que visitan el país en función de mediadores entre partes que lo excluyen del dialogo: gobierno y oposición. Debe exigirlo porque el gobierno que se ha dado no quiere oírlo, pretende engañar al mundo exponiendo que sus intereses particulares son los mismos del PUEBLO. Craso error porque EL QUE MANDA DEBE OÍR. Bolívar decía “…el que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que produzcan los errores.”
Y, en relación a la presente situación de crisis, tengamos presente que: “La mayor suma de felicidad posible no contempla únicamente, el cumplimiento de los programas sociales y económicos para que la población mantenga un nivel de vida decente y digna. Ser feliz también pasa por tener la capacidad y la oportunidad de expresar el pensamiento y las opiniones con respecto a un tema cualquiera; pero especialmente cuando ese tema es el curso de la Revolución Bolivariana que tanto preocupa a unos pocos compatriotas de verdadera estirpe revolucionaria” (D. R. Salazar).
El CONSEJO POPULAR REVOLUCIONARIO (constituido -y en construcción- por organizaciones sociales de base, partidos y organizaciones políticas, tendencias revolucionarias dentro del partido de gobierno, gremios, organizaciones comunales, pueblos originarios, campesinos, obreros y estudiantes, militantes todos de este hermoso proceso en todo el país) debe buscar los espacios para continuar insistiendo en dialogar con el gobierno que ha elegido pero se niega oír al movimiento popular revolucionario, pero también debe acercarse a los espacios donde pueda contactar a la comitiva de UNASUR que nos visita y, especialmente, a las y los camaradas que forman parte de las Organizaciones Sociales del ALBA que aún se encuentran en el país, para dejar sentado que existimos como pueblo organizado y en pie de lucha, para expresar y exponer nuestros intereses particulares, los intereses del pueblo, que no necesariamente son los mismos intereses de la burocracia que nos gobierna.
Tengamos presente que las delegaciones venezolanas que asisten a las reuniones y asambleas de las Organizaciones Sociales del ALBA son conformadas por burócratas en ejercicio (funcionarios ministeriales), organizaciones sociales de maletín o tarifadas (compradas por la derecha endógena, burócrata, parasitaria y arribista que se adueñó del partido llamado a dirigir la Revolución). Por eso es perentorio contactarlos porque esta Revolución no sólo nos pertenece sino a todos los pueblos del mundo y en especial a los pueblos americanocaribeños. Imprescindible es que nos oigan, que conozcan de nuestra existencia, de lo duro que ha sido para las tendencias y personalidades que hacen vida dentro del PSUV hacer valer los principios y ética revolucionaria sin ser señaladas de contrarrevolucionarias.
Expresemos en esos espacios nuestra manera de pensar, analizar, sintetizar y ofrecer alternativas a la crisis que nos embarga. Recordémosles que es el PUEBLO el que ha puesto sus muertos y sacrificados muchas de sus demandas en función de mantener viva la llama de esta Revolución, de que a pesar de ser este el único proceso revolucionario en el mundo donde la clase trabajadora ha sido excluida de la toma de decisiones y dirección política sin embargo no ha abandonado la lucha y estoicamente ha tolerado la inconsecuencia de sus gobernantes.
Por tal motivo, el Pueblo Bolivariano en Lucha no está dispuesto a sacrificar los logros obtenidos hasta el presente momento en aras de que la derecha y el empresariado acuerden alianzas con el gobierno que permitan a éste seguir cambiando para que nada cambie, seguir evadiendo la aplicación de acciones revolucionarias como las contenidas en “El Golpe de Timón”, último legado que nos dejó el Comandante Chávez como herramienta para garantizar el punto de no retorno de nuestra Revolución y vencer a los sectores contrarrevolucionarios dentro y fuera del gobierno.
¡Patria soberana y socialista!
¡Aplicación ya de las indicaciones contenidas en El Golpe de Timón!
¡Sabino mostró el camino, nos muestra el camino, me muestra el camino!
¡Patria o muerte, venceremos!