“En mí no cabe la traición ni la duda”. Presidente Maduro
Escribo influido por la declaración del Presidente Maduro el domingo pasado 13 de los corrientes, a Últimas Noticias. Mi respaldo pleno al Presidente Maduro. La cita (que encabeza este artículo) responde respetuosamente a la crítica radical chavista. En esta declaración el presidente no califica ni descalifica. Abre un camino.
Usa el mismo estilo con respecto a las críticas sobre la política económica: “Frente a cada uno de los errores cometidos tenemos la plena responsabilidad del gobierno.” Es un camino unitario, el de la “coalición popular y antiimperialista.”
Abre espacio para la crítica al modelo petrolero transnacional que se impuso a la sociedad venezolana desde que Juan Vicente Gómez derrotó a Cipriano Castro: la cultura petrolera, los patrones de consumo y producción, los “modos de vida imperiales”... El patrón de consumo se expresa en una noticia que aparece en la prensa nacional: serán producidos 500 mil carros semanales. No dudo que esto pueda crear empleo, incrementar ingresos y otros efectos sobre los indicadores económicos inmediatos, pero, ¿qué modelo de ciudad se va a reforzar, es ese el mejor uso de las riquezas naturales, de las materias primas que se emplean, del combustible...? Por supuesto, hay que derrotar la recesión y otros males económicos. Ahora, ¿cómo hacemos la transición hacia la prioridad en el transporte colectivo, hacia otro modelo de ciudad? Presidente Maduro, yo sé que Ud. sabe todo esto y también que está trabajando en pos de otro modelo económico.
Con el sector privado: “avanzar hacia un modelo económico que los incluya aún más.” De acuerdo, abriendo el diálogo sobre el modelo de desarrollo desde dentro, fundado en que “existe un poderoso mercado interno” y la integración de las distintas fases productivas, que se corresponde con la cooperación Sur-Sur, el comercio justo, el trueque, la búsqueda de autonomía financiera (como el Banco del Sur), monetaria y fiscal que fortalezca soberanía y fronteras solidarias.
Las estrategias neoliberales plantean la integración al mercado mundial sobre la base de la imposición de una división internacional del trabajo, los circuitos productivos donde el capital va integrando a las economías “nacionales” como departamentos de las grandes corporaciones. Es el desarrollo desde fuera. Sólo el desarrollo desde dentro es compatible con la propiedad y la producción social, el camino que abre “la coalición popular y antiimperialista.”
Plantea el problema de la distribución de la renta petrolera, que seguramente es el uno de los centros del debate en las mesas económicas y de parte de los representantes bolivarianos la defensa de la geopolítica del petróleo impulsada por el Presidente Chávez. Por otra parte al incluir más a la burguesía hay que tener en cuenta que el Sr. Mendoza ya no es dueño de Harina Pan, que ahora pertenece a una transnacional canadiense. Por otra parte, ¿resulta conveniente y necesario presentar por la red de radio y televisión por lo menos algunos de estos debates?
Los acuerdos esenciales, creo, deben ser con los pequeños y medianos empresarios. Por otra parte sugiero plantearnos algunas preguntas, ¿en esas mesas debería haber una delegación de las empresas de producción y propiedad social como parte vital del modelo societario?
Luego, este proceso de diálogo saldrá con conclusiones constructivas en la medida que tenga calor de pueblo y el Presidente Maduro lo ha dicho. Entonces, ¿las organizaciones sociales deberían tomar la iniciativa y solicitar apoyo gubernamental para simultáneamente avanzar en el desarrollo de unas mesas de diálogo entre los sectores populares, chavistas y no chavistas, para pensar soluciones no sólo a los problemas económicos inmediatos sino con la perspectiva de avanzar en un los proyecto societarios como parte del desenvolvimiento de la “coalición popular y antiimperialista,” lo que requiere avanzar sin sectarismo y sin control burocrático ¿Porqué no llevar también estos diálogos populares, los más relevantes, a una cadena de radio y televisión?
¿Por qué no pensar en encuentros locales, regionales y nacionales de asociaciones productivas de producción y propiedad social (cooperativas, diversas empresas, asociaciones familiares, etc.) combinadas con ferias de venta y consumo de productos creados por dichas empresas? Una gran promoción de los mercados locales y regionales no capitalistas como una demostración de que se puede producir y consumir de otra manera, derrotar la guerra económica y las guarimbas mediante la creación productiva no sólo de bienes y servicios sino de solidaridad, nuevas relaciones sociales y la fiesta del encuentro de todas la corrientes populares, chavistas, no chavistas, ni-ni, etc. como un solo pueblo porque el pueblo unido jamás será vencido.
Una producción que tiene carácter no sólo de producción material sino de producción de valores, en fin, de producción de la vida, que es en verdad el significado más profundo de la producción, como sinónimo de creación cuando la producción es ecológicamente sustentable y es posible ir recuperando la capacidad productiva del planeta, destruida por la violencia del capital contra los seres humanos y toda la existencia planetaria.
Llegando este punto, en el proceso de diálogo ¿se podría pensar en un referendo aprobatorio sobre puntos específicos? Nuestra democracia participativa y protagónica debe ser también productora del pan de cada día, pues Venezuela, “para hacer una revolución, no debe ir a una guerra.” Un gran debate vinculado a un referéndum aprobatorio ¿No detendría en seco, la guarimba y la desestabilización? En fin de cuentas este es un proceso del pueblo, con el pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
El pueblo está recuperando el poder: poder hacer, poder construir, poder soñar, poder amar, poder creer con libertad, poder tener esperanzas haciendo-creando-amando-compartiendo-solidarizándonos. Dialogar entre nosotros, con nosotros, con los otros superando la miseria material, moral y espiritual.
Teniendo presentes que sólo podemos ser soberanos si respetamos que la naturaleza representa la soberanía originaria: la soberanía de la vida y de todas las formas de vida.
Tres ERRES y Golpe de Timón y entonces Chávez vive y la lucha sigue.