A eso nos querían llevar, a darle la razón a la tesis del final de la historia, se acabaron las utopías, ya no existe revolución, sino una burocracia degastada y confundida, que nueva vez se muestra pequeña ante el compromiso con la historia. Lo reiteramos, Venezuela esta herida, cae estrepitosa ante los enemigos de siempre que se fueron infiltrando gradualmente a las estructuras de mando de la Revolución Bolivariana. Es que es incompatible la ética revolucionaria con la pandemia corrupta predominante en el mando de la nación.
No existe diferencia alguna entre los ricos de la Revolución Bolivariana y los oligarcas de la Cuarta República renaciente, la acción imperante no era la mesa del dialogo con los enemigos de la Patria, sino mas bien la renovación de los puentes de comunicación con el pueblo chavista invisible, era necesaria la purga de las estructuras inservibles al mando de la Revolución Bolivariana no la degradación de los conductores del proceso revolucionario a los niveles de la inmoral conducta de los oligarcas responsables una y mil veces de las tragedias nacionales
El pueblo que confió en Chávez está siendo traicionado, solo le dicen confíen, confíen, mientras entregan al enemigo sus conquistas de 15 años de lucha revolucionaria; claro, es mas fácil para los que tienen secuestrada la Revolución pactar que auto aniquilarse ante la quiebra espiritual y moral de sus conductores. Todos saben que hay traidores y de a muchos, pero ningunos caen, pues han preferido la capitulación, doblarse ante el enemigo, en vez de rectificar y corregir, de sancionar a quienes por sus desviaciones cada día cavan sepulturas para la V República y los héroes de la rebelión cívico militar del 04 de febrero del 1992.
Se estabiliza Venezuela al mejor estilo capitalista, claudican los rostros emblemáticos de la Revolución. Pero si fueron capaces de traicionar a su líder máximo, que no harán con el resto. Era de esperarse, los que antes ejercían oficios y luchas revolucionarias por reivindicaciones sociales y cambios de paradigmas, en la actualidad sus vidas han cambiado lo suficiente como para seguir en el camino de la profundización revolucionaria, ya tienen suficientes riales para agenciarse una vida digna para sí y la de los suyos.
El dialogo era obligatorio con el pueblo marginado, las tareas pendientes son la pulga revolucionaria, las acciones imperantes es el impulso ético de la Revolución, la continua renovación ideológica y la movilización del pueblo hacia la restauración de los preceptos revolucionarios que determinen la supervivencia de la Revolución Bolivariana.
No habrá paz sin mea culpa revolucionaria. Se aproximan nuevos movimientos que resucitaran al pueblo. Las osamentas de Chávez tiemblan.