Como trata de tergiversar la historia GoebbelsvisIón

¿Será posible que haya gente que todavía haga la vista gorda y oídos sordos a la ola integracionista que recorre nuestra querida América? A la vista está y es noticia en el mundo, donde lo comentan. País tras país, con sus pueblos a la cabeza, América transita hacia el sueño de Bolívar, haciéndolo realidad.

Pero sí hay gente, que no sólo no quieren verlo, sino que pretenden hacernos creer que lo blanco es negro. Ayer noche en el programa Aló ciudadano (sin ciudadano), de Goebbelsvisión, un señor que, por haber sido embajador de Venezuela en países como Kuwait y Libia, durante la IV República, se hace llamar internacionalista, pretende también ser prestidigitador, emulando David Copperfield.
Oyendo en la rueda de prensa de los dos presidentes, y les puedo asegurar que estuve muy atento, sus ideas de integración, sus proyectos, etc., no podía pensar que la visita de Evo a Venezuela fuera resultado de un pique entre Fidel y Chávez, para ver quién mejor lo hace, es decir, como tú lo llevaste a Cuba, ahora lo traigo yo a Venezuela, como tú le ofreciste aquello yo le ofrezco esto, y así inventar cualquier cosa con tal de no quedar por debajo uno del otro. No creo que haya sido difícil para cualquier observante, que la esencia de los acuerdos ya había sido consultada con anterioridad, los detalles así lo indicaban. Por Cubavisión, el día anterior, pude observar también lo mismo, la base de los acuerdos ya se había establecido y sólo faltaba hacerlos públicos, aunque en cuba, participantes bolivianos intervinieron en el debate ya que era un acto de masas.

Ver y oír, después de la rueda de prensa, al señor Julio Cesar Pineda, como así se llama este portento del comentario internacional, las piruetas verbales de las que hacía gala para convencer a la audiencia de todo lo contrario de lo que habíamos visto y escuchado, era digno de Perogrullo, que si Evo Morales no era amigo de Chávez, sino un oportunista que se aprovechaba de sus ideas, que si las declaraciones de Evo contra el gobierno de Bush era solamente una estrategia porque en realidad estaba más cerca de los EE.UU. que de Venezuela, que si el presidente boliviano, en su visita a Venezuela, sólo pensaba en su viaje al resto del mundo y sobretodo en su vista a Brasil, porque le unía más intereses con Lula que con Chávez. Les aseguro que era, permítanme la comparación, como haber visto un partido de baseball y escuchar al locutor comentar un partido de football. Es inenarrable como este hombre se prodigaba, utilizando siempre los mismos falaces y tergiversados
argumentos, para complacer las preguntas que le formulaba su ignorante e incondicional compañera de plató.

¿Por qué ese empeño en hacernos creer lo contrario de lo que a simple vista y por los antecedentes de las relaciones entre ambos mandatarios, es notorio? No cabe duda de que todo forma parte de la permanente campaña de la oposición por desprestigiar constantemente, como parte de su estrategia, a Chávez, y hacerlo aparecer como un presidente aceptado por el poder que le da el petróleo y no por sus cualidades de estadista, integrador de los países y pueblos de la región. Más tarde pude oír a un comentarista de la CNN, expresarse con la misma teoría, lo que confirma el conchabamiento entre el gobierno yanqui y la contrarrevolución liderada por Goebbelsvisión.

Las últimas opiniones aparecidas en los diferentes medios de comunicación en el mundo, mencionan a Chávez como figura importante de este año que pasó, además de ser el promotor de la integración de la región, resaltando su manifiesto liderazgo. Incluso en los EE.UU., el Washington Post, periódico afecto al gobierno de Bush, afirmó que Chávez le había ganado la partida en Latinoamérica.

Tratar de tapar el sol con un dedo, hace parecer a este seudo internacionalista, mas que un malabarista, un títere al servicio del medio que le paga su incondicionalidad. Da nauseas tanto servilismo, se le debía caer la cara de vergüenza, y colorada le quedó, por cierto, cuando una persona que llamó desde Maracaibo, le dio una explicación político-económica de las relaciones entre Bolivia y Venezuela que este señor de marras había, intencionadamente obviado. Y cuando le hacía una pregunta comprometedora, que creen ustedes que pasó, ¡se cayó la llamada! ¡Vergüenza!

Como colofón, a una tarde-noche esperpéntica, y como demostración patética de cómo está la oposición, llamó una señora para proponerlo como candidato presidencial por lo bien que se expresaba, como dicen los taurinos, hasta el rabo todo es toro. Y aquí no quedó la cosa, el señor Pineda, después de rechazar la oferta manifestó, no se si a propósito o que se le escapó, que se debía pensar en una mujer para esos menesteres, porque era sinónimo de madre, sentimientos y otras cuantas cursiladas que se le ocurrió. ¡Ahora si le estamos viendo el queso a la tostada! ¡Piensan seriamente en una mujer para candidato presidencial! ¿Estaría pensando en María Corina Machado, que tiene la buena pro de Mr. Bush? Personalmente apostaría que sí, porque Manuel Rosales con su posible apoyo al intento golpista del 2 de Diciembre quedaría fuera del juego. Y ¿Qué dirá Julio Borges? Cómo decía el comentarista deportivo mexicano Jorge “Sonny” Alarcón: “¡No se vayan que esto se pone bueno!”

¡Fuego al cañón, fuego al cañón, para que respeten nuestra desinformación!
¡Pon Goebbelsvisión!


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Francisco J. Torres


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