Ciertamente que en esta vida nadie es indispensable, pero existen personas que debido a su capacidad y a las circunstancias perentorias y políticas se hacen necesarias.
En este caso voy a referirme a Mario Silva, conductor del desaparecido programa en VTV La Hojilla y que por razones no aclaradas salió del aire.
Hay programas que quedan sembrados en la mente de los pueblos porque sus productores le imprimen su sello personal. En el contexto de una revolución incipiente donde más de uno trata de sacar la mejor parte nació La Hojilla como un programa tragicómico y cumplió su etapa.
Mario Silva se deslastró de eso y redefinió el espacio penetrando el mundo político y económico de una manera revolucionaria nunca vista en Venezuela, América y el mundo.
Tenia (y tiene) sus detractores y lo fueron por ser autentico, revolucionario y el más consecuente con Chávez al igual que Maduro.
Hoy más que nunca La REVOLUCION PERMANENTE (TROTSKY) EXIGE EL REGRESO DE LA HOJILLA, para que no quede inconclusa.
En el poder mágico de la voluntad, de Claude M Bistrol, se analiza la importancia de la voluntad apoyada en la convicción cuando se maneja la hermenéutica como arma en la dialéctica política.
Mario Silva maneja estás herramientas muy bien. La capacidad hermenéutica de Mario es la razón de ser de nuestro planteamiento del retorno de La Hojilla a la televisión.
La guerra de cuarta generación que estamos viviendo debe ser combatida con programas que manejen elementos de la sicología colectiva como piedra angular del poder popular, vale decir del proletariado en el sentido estricto del colectivismo y la solidaridad de clase, para enfrentar así el desafuero y el terrorismo de derecha que busca sembrar la desestabilización y una guerra civil en Venezuela. Por eso La Hojilla es hoy por hoy más necesaria que nunca.