Mi infancia, juventud y estos otros años, han transcurrido en los campos petroleros de mi pueblo natal Mene Grande, en Campo Mara, Cabimas y Lagunillas. Recuerdo, cuando mi querida vieja, se levantaba bien temprano, para prepararle el vianda a mi hoy difunto padre, fueron más de 38 años de ardua labor.. que Dios bendiga a mi vieja y lo tenga a él, en la gloria..se me corren unas lágrimas..Así como mi madre, muchas abnegadas esposas lo hacían.
Eran tiempos de aquellas compañías transnacionales..La Shell, la Creole, la Mene Grande OIL Compani, entre otras…Siglos de explotación, de estos andurriales petroleros.. como diría aquel poeta de Cabimas, Simeón Ortiz, andurriales estos, por los cuales él también transito..
Desde hace 34 años, formo parte de ese selecto grupo de trabajadores petroleros, que hemos heredado de nuestros antecesores ese gran pundonor…me siento muy orgulloso.. La constancia, desempeño y dedicación nos caracteriza.
Todos los días, con la frente en alto, camina el obrero petrolero hacia su sitio de trabajo, solo una meta lleva consigo, cumplir dignamente con su labor. A pesar de aquellos oscuros momentos de ese bestial sabotaje al cual fue sometido la industria, los trabajadores que nos aferramos a nuestra dignidad, nunca dimos marcha atrás y salimos triúnfate..
Y lo hemos logrado, tomamos las riendas de la industria petrolera y la hemos colocado en un sitial de honor y poniéndola al servicio de todo el pueblo venezolano.. Hoy PDVSA, gracias a ese sacrificio constante de su clase trabajadora, está catalogada, como una de las empresas de mayor rentabilidad a nivel nacional y mundial..
Vamos pues, trabajador petrolero a seguir cumpliendo, en tus manos esta, gran parte del futuro de esta hermosa patria, hija de Bolívar…Luchemos y luchemos afanosamente por lo que nos corresponde.. Vamos hacia adelante…”Honor a quien honor merece”..