¿Qué pasó con lo del aumento de la gasolina?. Lo que falta para que terminen de joder al pueblo es aumentar el precio de la gasolina, ahora a cuenta de ese 30% de aumento del salario mínimo vemos todas las cosas incrementadas en la mayoría de los casos por encima del 50% de su precio y al pueblo cada día más jodido.
Ya el Ministro Chacón habló de la inminencia del incremento de la electricidad, que según parece se hará efectiva a partir del segundo semestre de este año. Seguro que pronto El Trouddi también hablará de incrementar el Metro, que no es mentira que es de los servicios públicos el que precios más solidarios tiene actualmente. Ni que decir del impacto que tendría el aumento de las tarifas telefónicas.
Los habitantes de edificios, que no somos pocos y en la mayoría de los casos con sueldos y salarios duramente golpeados por la inflación, vivimos mensualmente el acecho de las administradoras de nuestros servicios comunes que desangran inmisericordemente nuestras quincenas.
Así paulatinamente el capital sigue ganando la partida a los trabajadores y el gobierno anuncia que más del 80% de los comercios fiscalizados está ajustado a la ley de precios justos. O las fiscalizaciones que se están haciendo se hacen de manera tal que los especuladores no son visitados o aunque los especuladores sean visitados igual están pasando como apegados a la ley y se nos dan cifras que no se corresponden con la realidad de los precios que pagamos a diario en todos los rubros.
Se anunciaron precios de vehículos nuevos, de algunas marcas, pero estos no se ven en los concesionarios ni siquiera en pancartas de publicidad. Lo que hace suponer que esto no será más que otra farsa o una reedición del viejo precepto que reza que la ley se acata pero no se cumple.
Se anuncian precios solidarios por aquí y precios solidarios por allá pero no se termina de ver los productos (mercancías), muy al contrario lo que ocurre es que seguimos esperando ver productos ya que sólo anaqueles vacíos es lo que se muestra ante nuestros ojos. Ahora además del acaparamiento y escasez de productos alimenticios se ha hecho común la escasez de productos de higiene personal, de repuestos de vehículos y o maquinarias y ni se diga de autopartes.
El Presidente ha ofrecido villas y castillas al empresariado para que se ponga a producir, pero además han otorgado dólares y se han firmado pactos con empresas de renombre y parece que nada de eso termina de dar frutos.
Mientras tanto el pueblo se mantiene como el relleno del sándwich de la pelea entre una derecha fascista y asesina que no termina de entender que hay que hacer política con “p” mayúscula, como decía el Comandante, y una dirigencia revolucionaria que no termina de demostrar al pueblo que son merecedores de haber heredado la conducción de la Revolución Bolivariana que Hugo Chávez Frías victoriosamente comando durante 14 años.
Juan González.