La orden era, según se comentó una y otra vez, no dejar pasar a los estudiantes. El Rector Edmundo Chirinos, habría sido el responsable de esta orden que derivó en un hecho de sangre sin precedentes, por las circunstancias en que se produjo. 19 estudiantes resultaron heridos algunos de gravedad. “fue casi una emboscada” se atrevió a decir un joven que aun no se había podido recuperar del amargo momento. Las cuatro autobuses varados en el peaje era el mejor testimonio de lo que allí sucedió. Vayan y vean los libros perforados de balas, invitaban a la prensa los estudiantes que se habían quedado manifestando en el lugar. Los autobuses tenían pinchados los cauchos. Todos lucían el triste espectáculo de vidrios y llantas con perforaciones por todos lados.
Tres coroneles de la Guardia Nacional, se presentaron a puertas cerradas, en una de las casetas anexas al peaje, planificaban de enfrentar la difícil situación. José Arteaga estaba en una camilla al entrar a la emergencia con un pie vendado, y lo atendían diligentemente unas enfermeras. Para ese momento ya el hospital estaba lleno de periodistas; policías y Bomberos. Todos iban en procura de los estudiantes heridos. José Arteaga, era el que estaba más a la mano cursa cuarto semestre de veterinaria. Estaba consciente, pero con muy poca disposición de ánimo -era lógico- relataba los pormenores. La balacera alcanzo dos autobuses. Yo lo que recuerdo de aquel momento tan confuso, fue que todos se echaron al piso y se cerraron los vidrios, y las puertas tratando de permanecer a salvo de los disparos. La Guardia Nacional disparo a mansalva a José Arteaga, cuando pudo levantar la cabeza, y salir con sus compañeros atendiendo la orden de “salir todos”.
Esa orden la dio la Guardia Nacional, es que pudo percatarse que tenía el píes bañado en sangre, fue trasladado en un carro particular al periférico de Coche. Nosotros nos paramos, comento, refiriéndose al peaje. Y un oficial nos dijo “Pueden seguir”. Y añadió, “arrancamos y cuando arrancamos vino entonces el plomo cerrado”. Este joven presento fractura de la mayoría de los metacarpianos, producidas por dos perforaciones de balas. Hablo del propósito de esta caravana. Como estaba reunido el Consejo Universitario se venía a entregar un pliego, cuestionando las medidas tomadas por el Rector de la UCV: aumento del comedor, restringir el estacionamiento y otras medidas que afectan a los estudiantes. Venían dirigentes estudiantiles de Veterinaria y Economía. La caravana había salido a las 6:30 de la mañana de Maracay, y se habían nombrado comisiones para exponer el contenido del pliego en forma organizada. No había ninguna intensión de saboteo por parte de los estudiantes.
Los heridos habían sido atendidos en la mayoría en la emergencia del Hospital, y dejados allí en observación. Pues habían otros que presentaron lesiones de gravedad, según comentaba algunos jóvenes que presenciaron la balacera. A algunos le desinflaron los ojos, a otros los hirieron en la espalda, algunos están en quirófanos, otros en terapia intensiva. Otro estudiante herido, tuvo una salida categórica al dirigirse al periodista; tú quieres hacer un encabezado pon: “Chirinos quiere convertir la universidad en un parque, pero sin los estudiantes adentro”. Hay Guardias Nacionales heridos, pero eso fue entre ellos mismos, porque eso fue plomo cerrado, y los únicos que estaban armados eran los Guardias Nacionales. Hasta la 1 de la tarde habían ingresados entre 18 y 19 estudiantes heridos. Después fue que se aclaro que entre estos también se encontraba, el capitán Ernesto José Sánchez Vegas.
En la emergencia del hospital de Coche, ingresaron los estudiantes heridos: Marbella Alvarado (19); Luis Solórzano (17); Rafael Blanco (17); Mirca Espejo (17); Richard Castro (18); Rafael Rigo (17); Dimas Abreu (18); Andrés Eloy Garrido (20); Ángela Bolívar (17); Pedro Aponte (18); Luisa Serrano (18); Pedro Montilla Montilla (17); Antonio Graterol (16); Tulio Aguilera (18); Andrés Arteaga (17); María Alfonzo Alfonzo (18); Kevdi Adodi (17); capitán José Sánchez Vega (29).
Patria Socialista o Muerte… VENCEREMOS.
¡NO VOLVERAN!
