No es que viene el lobo; Ya está aquí y, al igual que en el cuento aquel, no queremos creerlo.
Este lobo es igual que todos los lobos, hambriento, feroz, implacable y además con una característica que lo hace más peligroso que los lobos naturales: este es antinatural , este es diabólico.
El olor a azufre invadió nuestro territorio desde hace tiempo, al principio lo sentíamos fuerte y nos alarmamos, con el tiempo nos hemos acostumbrado tanto al olor que no nos damos cuenta de que este ha ido en aumento.
La escases es el primer olor que nos llegó al olfato y nos indicó que algo malo estaba pasando; las guarimbas fueron y son como estertores del movimiento sísmico que viene después de ese calor que sentimos junto al olor a azufre.
El lobo Feroz ya está aquí, agasapado, hediondo y mirando todos nuestros movimientos; el lobo feroz asecha y dirige el asalto desde las sombras, se mueve a través de la internet; vía correos electrónicos y redes sociales, se mueve a través de las mafias instauradas dentro y fuera del territorio nacional; dentro y fuera de la Revolución Bolivariana.
El lobo feroz le dio un colmillazo fulminante e hirió de muerte el proceso revolucionario cuando asesinó de manera solapada a nuestro comandante supremo, Hugo Chávez.
El lobo feroz está en la calle mirándonos con su sonrisa cínica hacer colas para comprar un paquete de harina o un jabón; el lobo feroz se regocija viendo como las madres hacen crueles colas con los tripones en los brazos para comprar un paquete de pañales desechables.
¿Cómo es eso de que qué vamos a hacer cuando venga el lobo, si ya el lobo llego desde hace tiempo y nos está comiendo uno a uno? Nos come las esperanzas y la fe, que es lo mismo que nos coma el alma, ese es su propósito.
El lobo está paseándose cínicamente entre nosotros y no estamos haciendo nada.
Ya deberíamos estar activados desde las UBCHs, desde los Consejos Comunales, desde los Comités de Fábricas, desde las Alcaldías, desde las Gobernaciones, desde las Casas; activados para la defensa; ya deberíamos estar defendiéndonos; ya estamos tarde.
La guerra económica que es la entrada para suavizar el ataque para la invasión final nos esta dominando por falta de organización, esta es una guerra avisada donde siguen muriendo nuestros soldados, que son el pueblo; nos están matando la fe y también la vida.
Es una guerra donde se sabe quiénes componen el ejército enemigo y que hacen, pero no sabemos qué debemos hacer los del ejercito defensor; Por qué en las guerras, y esta lo es, deben haber dos ejércitos claramente enfrentados.
El lobo Feroz ya llegó y nos agarró sin planes de defensa, en consecuencia estamos en un peligro de perderlo todo más rápido de lo que el enemigo planea.
Así como para un terremoto, requerimos un plan de contingencia URGENTE, ya debemos estar en la calle defendiéndonos de manera organizada y eficiente ¿Vamos a esperar a que maten al presidente para creer en el plan de magnicidio y activar la defensa de la patria? ¿Vamos a esperar a que el humo de las chimeneas de los portaaviones norteamericanos nos indiquen su presencia en nuestra aguas? (eso no pasará porque la energía nuclear no produce humo, entonces nos enteraremos después del primer bombardeo a Miraflores y Fuerte Tiuna, y Guri, y Puerto Cabello y El Sombrero (satélite Simón Bolívar) y Camatagua y los simoncitos (para acabar con los semilleros chavistas) y el cuartel de la montaña (para rematar al comandante)
José Vicente Rangel nos alerta, sin pretender ser alarmista; pero creo que la alarma tiene que sonar y las sirenas ya deberían estar ululando en toda la patria y la organización para la defensa ya debería estar activa.
No estamos preparados para un golpe de estado, no estamos preparados para un terremoto, no estamos preparados para perder la revolución, seguimos soñando mientras escuchamos lloviznando canto, o a la hija de Diosdado Cabello cantar tan bonito, o al eterno Ali.
Debemos prepararnos para defender la patria; no debemos ser ingenuos pensando en que la comunidad internacional nos va a defender, después de muerto no hay resurrección; el plan de magnicidio no es broma, yo creo en la justicia y sus lapsos, pero para mí sigue siendo un riesgo que María Machado y los complotados en el develado plan sigan libres, el narcisismo de esa mujer es su mayor arma, eso la hace peligrosa en extremo pues su raciocinio es casi nulo.
La guerra económica se vence con un ejército patriota (conformado por el pueblo) bien entrenado ¿Dónde está el entrenamiento? ¿Cuánto más vamos a esperar para que este se active y podamos vencer ese escollo?
La guerra contra la delincuencia se vence cuando la población se involucre en la lucha contra ese flagelo, ¿Dónde está el entrenamiento para eso? ¿Cuánto más vamos a esperar para activarnos?
La guerra contra el golpe de estado continuado se vence cuando los cabecillas de la insurrección (que ya están plenamente identificados) estén presos y alejados de las masas que pretenden dirigir.
La paz y la vida, es decir la patria, se lograra cuando el pueblo esté preparado para defenderla; eso afianzara el nacionalismo necesario para sobrevivir como nación libre y soberana.
Activemos los planes de defensa que el lobo feroz llego hace rato y ya se está haciendo tarde y porque, como dijo Ali primera: mientras más se tarde más difícil es.
El Presidente Maduro cuenta con la fuerza necesaria para convocar al pueblo a defender la patria y activarse en la preparación y organización para enfrentar la guerra económica y los planes de invasión; el pueblo aún tiene fe en el proyecto bolivariano, pero mientras más se tarde en la convocatoria a la organización y la preparación más inactivo se siente, mas rezagado se siente y más deprimido se siente.
Reactivemos el nacionalismo y amor a la patria dándole preparación y organización al pueblo en los planes de lucha necesaria contra el golpe de estado continuado; que nuestros jóvenes entonen con orgullos todas las mañanas nuestro himno nacional y nuestra bandera sea enarbolada en lo más alto de nuestro cielo y en lo más profundo de nuestros corazones.
Solo el pueblo y no otro será el que salvara al pueblo, pero sin preparación todo estará perdido; ya lo hemos vivido antes. Aprendamos de la historia.