Venezuela, la República Bolivariana creada por Hugo Chávez Frías, ha sido sometida a una guerra de Baja Intensidad según la clasifican los manuales operacionales de esa máquina de guerra imperial que es el Pentágono, quién, a fin de cuentas, es quien manda en los EEUU en conjunción con las empresas transnacionales. Una guerra en todos los frentes de la vida en sociedad del pueblo venezolano, en sus aspectos culturales-recreativos: guerra mediática: falseando la realidad y creándole otra ficticia, a imagen y propósito de los intereses del imperialismo; guerra psicológica: alterando la psiquis de sectores de nuestra sociedad, afectándole su manera de razonar ante las circunstancias de la vida diaria, disociación psicótica le llaman algunos psiquiatras; guerra económica, distorsionando la paridad cambiaria, punto nodal de la economía nacional, dada nuestra dependencia de los precios del petróleo, propiciando escases, elevación de precios (especulación), desabastecimiento artificial, contrabando de mercancías hacia Colombia, incluso hasta el extremo de contrabandear los billetes de 100 Bs, en fin, intentar propiciar el descontento social; guerra física, empleando factores del terrorismos internacional (paramilitarismo), güarimbas, finalmente, acudiendo al expediente de los asesinatos selectivos, incrementando los factores de la inseguridad para propiciar miedo en ciertos sectores de la sociedad y, por esa vía, intentar frustrar su accionar en defensa de la Revolución Bolivariana. El objetivo final de esa guerra de baja intensidad no es otro sino la búsqueda de un escenario tipo Siria, tipo Libia, que le permita al imperialismo de los EEUU intervenir abiertamente en la Patria de Bolívar y Chávez, con sus maquinaria de guerra infernal y dar al traste con la Revolución Bolivariana y con la Unidad Latinoamericana y Caribeña, de manera de recolonizar su mal llamado patio trasero.
Los efectos de esa política guerrerista contra nuestra Patria, sin duda, han tenido efectos perversos contra nuestra población, muy en particular, sobre la clase media venezolana. Aunque suene paradójico, dicha política criminal, afecta más a aquellos/aquellas más estudiados/estudiadas, como diría un noble campesino de nuestra tierra. Han sido los sectores más estudiados, quienes se han visto más afectados en sus psiquis, generándole inseguridad, baja autoestima, desprecio por el país, lo nacional, dependencia mediática (incapacidad por razonar por sí mismos), inestabilidad emocional, entre otros factores desestabilizantes de su vida diaria. Esto pudimos constatarlo en una cola, de esas que hacemos cuando nos dirigimos a una empresa de esas, que nos traen las mercancías que obtenemos con los cupos Cadivi, vía internet. La semana pasada, fuimos testigos de excepción de una conversa entre tres compatriotas de oposición, uno motorizado, otro que poco habló y un tercero que se quejaba porque el Gobierno del Presidente Maduro no era consecuente con la LOTTT y no lo incorporaba como personal tercerizado que era, a la CANTV. Para ellos, la situación del país era extremadamente pésima, se quejaban de todo, hasta de que el Gobierno les estuviera entregando viviendas a los pobres de la Patria, repetían como cierta cualquier mentira que, a través de sus medios, la burguesía difundía; su estado de desesperanza ante el futuro era tal, que estuvimos a punto de introducirnos en la conversa, cosa que nos abstuvimos de hacer, al asumir el papel de psiquiatra desde lejitos. Es impresionante el mal que han hecho los medios de comunicación de la burguesía en ciertos sectores de nuestra sociedad, todo un genocidio psíquico.
Olvidaban los compatriotas disociados dialogantes que, al contrario de lo que creían de que el Gobierno les llevaría el cupo electrónico para compras por internet a Sicad II y, con ello, a su desaparición, idea refutada por el Vicepresidente Rafael Ramírez; el dólar con el cual compraron sus mercancías made in China, en los EEU, es una mercancía subsidiada por el Gobierno del Presidente Maduro que, en los actuales momentos, oscila sobre los 10 Bs, hecho que, muy pocos gobiernos hacen en otros países del planeta. Que ese subsidio es tan igual al que hace el Gobierno Revolucionario a los alimentos que se expenden en Mercal, Pdval o Abastos Bicentenarios, que tanto les molesta. Que son tan beneficiarios de la acción de este Gobierno que desprecian, tan igual que los pobres de nuestra Patria hoy reivindicados por la acción iniciada por el Comandante Hugo Chávez Frías y continuada por Nicolás Maduro, aunque no sean consientes de esa realidad que su subconsciente no les permite que lo sean, gracias a un suicheo que, en sus cerebros, le han producido los medios de comunicación de la burguesía, según vimos en alguna oportunidad explicar al psiquiatra Jorge Rodríguez por Venezolana de Televisión. Pues bien, el trío de compatriotas disociados allí estuvieron dialogando sobre sus desesperanzas ante la Venezuela de Maduro como le llamó alguno, hasta que, por fin, les llamaron a retirar sus mercancías made in China, adquiridas en los EEUU, sus caras de felicidad por recibir algo de su norte soñado, les sacó algunas sonrisas que en su amargura, no se atrevían a mostrarnos mientras dialogaban entre ellos. Tanta felicidad por unas cholas de plástico que retiraba el motorizado, por cierto el más parlanchín pero cuyo bulto era el más pequeño entre los tres disociados dialogantes en una cola courier. Por cierto, también, siendo que se trata de un motorizado, el más afectado por la güarimbas opositoras, seis de las 41 víctimas fatales de la violencia propiciada por Leopoldo López, Marías Corina Machado y Antonio Ledezma fueron ejecutados por las güayas asesinas güarimberas.
Esta semana que culmina, también pudo mostrarnos otro aspecto de la disociación que inducen los medios de la burguesía, pero afectando a un ministro del Gobierno Revolucionario, nos referimos a Andrés Izarra, ministro de turismo. El novel ministro agarró la línea del Presidente Maduro y se abrió al diálogo con los representantes de las aerolíneas privadas, mayor soltura no pudo tener al ofrecerles cancelar la deuda que por concepto de diferencial cambiario había obtenido la República con las mismas. La soltura del novel ministro de turismo, no pudo ser más elocuente, llegando hasta el extremo de informarles que, de ahora en adelante los precios de los pasajes aéreos irían a precio Sicad II; ¡fiesta en los aviones!, liberación de precios, ¡por fin ganamos!, hasta con güisqui se celebraría. Izarra, se fue a los medios públicos, a dar la buena nueva:El paso a la tasa Sicad 2 nos hace más competitivos, porque un pasaje que antes costaba 3 mil dólares para venir a Venezuela, ahora pasa a costar 1 mil dólares () El fomento de Venezuela como destino turístico se ve grandemente impactado gracias a esta decisión, señalaba en una entrevista en Venezolana de Televisión, ampliando en su intervención: la gente tendía ir hacia afuera. Ahora vamos a incrementar el turismo interno y recibir más turistas, gracias a este cambio. Hasta nos convenció con sus palabras el ministro Izarra, aunque observábamos en sus palabras algunas citas muy propias de la cuarta república, como por ejemplo la palabra competitividad. De sentido común, no hay que ser un economista experto en la materia, para saber que la tasa Sicad 2, produce su valor de mercado debido a una subasta, valga decir, el libre juego de la oferta y la demanda de dólares. Si el precio de los boletos aéreos se va a regir por esa tasa, es lógico suponer que lo decidido por el Gobierno Revolucionario no es otra cosa, sino la liberación de los precios de los pasajes aéreos, valga decir, que el mercado decida su coste. Apenas pasaron unos pocos días para que las empresas aéreas comenzaran a fijar sus precios, ya el novel ministro comienza a retractarse de sus palabras previas: TODAS líneas aéreas y agencias de viaje deben abstenerse de vender pasajes a precios Sicad II, hasta tanto el MPPTAA determine su aplicación, escribió en su cuenta tuiter el ministro Izarra. En otro tuiter fue más enérgico, instando a todas las líneas aéreas y agencias de viajes a notificar a Mintur las tarifas de venta de pasajes aéreos, según estipula la LOT.
A quién se le ocurre, en plena guerra económica, a ceder a las aspiraciones de la burguesía de liberar precios? Dejar en manos del mercado (tasa Sicad II), la fijación de los precios de los boletos aéreos. Las políticas neoliberales son incompatibles con el modelo económico Bolivariano, son antagónicos. Muy bueno el propósito, incrementar el turismo desde el exterior, peroy los venezolanos y venezolanas, no tenemos el derecho a viajar al exterior en alguna oportunidad de nuestras vidas, darnos ese lujo? Eso es parte de la calidad de vida, esa que está consagrada en la Constitución Bolivariana y que el Comandante Infinito Hugo Chávez Frías, llamó el Buen Vivir o ¡Vivir Bien!