Está probado que con la comida que sobra podríamos alimentar a la gente que tiene hambre. Cuando usted ve fotografías de chicos desnutridos en diversas partes del mundo se agarra la cabeza, no se entiende. Creo que estamos en un sistema mundial económico que no es bueno. En el centro de todo sistema económico debe estar el hombre, el hombre y la mujer, y todo lo demás debe estar al servicio de este hombre. Pero nosotros hemos puesto el dinero en el centro, el dios dinero. Hemos caído en un pecado de idolatría, la idolatría del dinero. La economía se mueve por el afán de tener más ()
A mí me preocupa mucho el índice de paro de los jóvenes, que en algunos países supera el 50%. Alguien me dijo que 75 millones de jóvenes europeos menores de 25 años están en paro (desempleo). Es una barbaridad. Pero descartamos toda una generación por mantener un sistema económico que ya no se aguanta, un sistema que para sobrevivir debe hacer la guerra, como han hecho siempre los grandes imperios. Pero como no se puede hacer la Tercera Guerra Mundial, entonces se hacen las guerras zonales. ¿Y esto qué significa? Que se fabrican y se venden armas () las grandes economías mundiales que sacrifican al hombre a los pies del ídolo del dinero.
Estas expresiones cargadas de verdad y fuerza no las pronunció ningún líder o activista revolucionario, ningún vocero de la lucha organizada contra los poderes dominantes responsables de la explotación, el despojo, la humillación y la exclusión de las mayorías a escala planetaria. Las pronunció (entrevista en el diario español La Vanguardia) Francisco, Papa que está dando señales de compromiso con la palabra original de Jesucristo.
Los enmudecedores de la justicia procuran apagarlas. Es deber de bien ayudarlas a traspasar el muro mediático, y por eso mi grano de arena.
Repiquemos: Un sistema mundial económico que no es bueno, y que ya no se aguanta.