A días de su aparición, la discusión abierta por la carta publicada del Profesor Jorge Giordani pareciera que ésta fue incorporada por su autor al debate nacional, con proyección internacional) como parte de una aparente estrategia deliberadamente diseñada con el fin de modificar de hecho, la agenda del III Congreso del PSUV, a celebrarse del 27 al 29 de julio de 2014, y reunir fuerzas internas y, especialmente externas, con el inocultable propósito de imponer en el seno del partido las tesis políticas y económicas que él y la corriente que comparte sus visiones del proceso bolivariano sostienen y que, en el actual contexto nacional e internacional pareciera no tener la favorabilidad por las dimensiones económicas y las derivaciones sociales y políticas negativas que vienen produciendo y que, dentro y fuera del gobierno y el PSUV vienen generando reclamos de rectificaciones, sin arriar banderas ni claudicar frente al imperialismo y la burguesía interna.
Todavía la militancia del PSUV - y mucho menos el pueblo chavista en general - no termina de entender la razones y motivos por que un destacado miembro del partido y del gobierno, merecedor del mayor respeto y consideración por su contribución a la dirección del gobierno del Comandante Chávez, no acudió, como todo militante disciplinado del PSUV, a proponer sus opiniones y posiciones en la máxima instancia de deliberación y decisión, el Congreso del Partido, y buscar en el debate interno una mayoría de voluntades que pudieran forzar a una modificación de la agenda del Congreso o por lo menos, a un acuerdo que permitiera la convocatoria a un posterior evento partidario en el que se debatiera sus ideas políticas y sus tesis económicas para el presente momento del desarrollo del proyecto revolucionario bolivariano y chavista; la cual solo puede tener como razonable respuesta la convicción de contar con escasa audiencia interna, la carencia de una corriente partidaria importante favorable al inmovilismo en materia económica y la convicción de que las amplias bases del pueblo chavista lo consideran principal responsable de los actuales desajustes de la economía.
Sin embargo, las circunstancias de debate comunicacional generada por la ya famosa carta del Profesor Giordani hubo de ser aprovechada por quienes mantienen soterradamente una divergencia interna con el Presidente Nicolás Maduro, lanzándose “armas en ristre” en apoyo del constructor de todo el proyecto económico de la Revolución Bolivariana en esta etapa de transición al Socialismo, asumiendo, igual que el Profesor Giordani, el mismo desconocimiento de las vías estatutarias del PSUV para debatir los temas del gobierno, en un fallido intento de generar una confluencia de corrientes y tendencias contrarias al actual liderazgo del Presidente Nicolas Maduro Moros – aparente causa última de esa operación política -, que pudieran implosionar las bases del partido y, en particular el Congreso, y obligar, por esa vía, a reimponer en el gobierno y la dirección del partido, a voceros e ideas de la corriente “garibaldiana” encabezada por el profesor Giordani y donde aparentemente se ubican el pluriministro Héctor Navarro, la exministra del Ambiente y heroína del 13F, Ana Elisa Osorio y, el exministro de Industrias Básicas y Minería, Victor Alvarez, y con ellos, los acérrimos “antimaduristas con Chavez” (Nestor Francia dixit) que por lo menos, debaten públicamente sus posiciones críticas en Aporrea. y en otros medios de la revolución.
En coicidencia con lo anterior, no parece ser respetuosa de la vida interna del PSUV el que organizaciones hermanas como el Partido Comunista de Venezuela, PCV, en la vocería de su Secretario General, Oscar Figuera, pretendan aprovechar las actuales circunstancias de conflicto interno en el seno del PSUV, provocada por la publicación de las carta del Profesor Giordani, para apoyar la tesis central del profesor Giordani y su corriente “garibaldiana”, que cuestiona la nueva política económica del Presidente Maduro, haciendo un llamado irresponsable y oportunista a un “debate nacional” sobre el contenido de la controversial carta, la cual, en las actuales circunstancias, solo puede tener como propósito intervenir en la situación política interna del PSUV y seguir tratando de drenar votos del chavismo disidente hacia hacía la opción electoral que representan ese partido hermano.
Esta peligrosa posición asumida por el PCV, aliado del PSUV en el Gran Polo Patriótico, GPP, no debe sorprender por cuanto es un hecho político confirmado que el PCV declaró la “ruptura de la confianza” con el gobierno del Comandante Chávez por la detención y deportación del director de la agencia de noticias ANNCOL de Colombia, cuestionó recientemente la sentencia del Tribunal Suypremo de Justicia sobre el Derecho de Manifestación en plena ofensiva Guarimbera y, nunca ha reconocido-, al igual que hoy no lo hace el Profesor Jorge Giordani -, el liderazgo de la Revolución Bolivariana y Socialista del Presidente Maduro, a quien el PCV solo sigue considerando como un “factor importante”, lo cual convertiría a ésta revolución en un “proceso sin liderazgo”; visión que desgraciadamente coincide, no solo con el “garibaldismo”: del profesor Giordani y su corriente si no, lo que es peor, con todas la corrientes en las que se agrupan los enemigos burgueses y pequeño-burgueses aliados del imperialismo en su lucha por deslegitimar al Presidente Maduro derrocar la Revolución Bolivariana y reimponerle al pueblo trabajador la dictadura del Capital\; todo lo cual proyecta las peligrosas dimensiones de un disenso con ribetes de conspiración fraccional no revolucionaria, cuyas mayores secuelas están por verse.