Con gran dolor que nos embarga a la gran mayoría de venezolanos y venezolanas, nos unimos al sentimiento nacional y en hora de recordar por siempre el gran legado dejado por nuestro líder y hermano Hugo Chávez, para ello, necesario es, repasar en nuestra memoria todos y cada uno de ellos, donde la voluntad férrea del comandante presidente, precisó con medida matemática cada idea, cada una de las cosas que en su mente lucida y pródiga nos comunicaba y en convencimiento de las mismas aplicaba en cada uno de los escenarios donde quedó la huella imborrable de esas ideas hechas realidad.
El 08 de diciembre de 2012, el comandante luego de varias reflexiones que culminaron en la necesidad impostergable de someterse a una nueva intervención quirúrgica, dejó en palabras últimas sin saber que así sería, instrucciones precisas a todos y todas en su tren ejecutivo, seguramente preocupado por la incidencia de la enfermedad que lo aquejaba y como signo quizás de su despedida, nos legó lo que para nosotros, es decir el pueblo todo, lo que fue la postrera instrucción política, al amigo y hermano Nicolás Maduro como la cabeza visible en la vicepresidencia y en caso de necesidad imperiosa, debe ser el que tome las batutas de la dirección política y del Estado.
La oportunidad de ser necesaria aunque no lo mencionó en estricto, solicitó el apoyo pertinente hacia el camarada Maduro en las batallas que su probable ausencia se podrían presentar.
Dadas estas premisas, es la oportunidad de hacer el honor correspondiente a esta decisión y en verdad les digo, que Nicolás ha sabido cumplir con lealtad, humildad y firmeza, el mandamiento del comandante en esa hora aciaga que nos entristeció aunque no nos quitó la esperanza del retorno a la vida. Llegó la hora del verdadero compromiso, de poner en práctica lo aprendido a lo largo de todos estos años, la sapiencia del pueblo hecho gobierno, de las Instituciones haciendo su trabajo y gestión, del pueblo organizado y cada vez mas involucrado en el desarrollo de las políticas públicas, si efectivamente la hora de los encuentros para construir sin sectarismos, apegados a la voluntad del comandante y acobijados en su manto eterno, de apoyar sin restricciones al camarada Nicolás Maduro en el camino del afianzamiento y consolidación del proceso bolivariano. Cerremos filas en torno a él como garantía de que ese camino a transitar bajo el acompañamiento desde donde esté, nos ilumine en el ejercicio de mantener lo alcanzado y trabajar sin descanso por ese futuro que es nuestro.
Lo anterior lo escribí poco tiempo después de su desaparición física.
Y en la hora que vivimos de inconsecuencias, egos y egoísmos mal infundados, se impone la suficiente sindéresis para abatir las consejas que probablemente quieran aunque no sean las intenciones, colocar nubes grises en el curso de la acción de gobierno y la marcha hacia la profundización de la revolución bolivariana. Una pregunta creemos es pertinente en estos momentos, después de Maduro qué?. Colocar dudas acerca de la capacidad del presidente le hace un enorme daño, en el fondo es lo que percibí de la carta de Giordani y es por ello, que debemos redoblar esfuerzos para salir cuanto antes de esta situación y el escenario del Congreso del PSUV se presenta como el canal para ello.
La academia no puede estar por encima de la intuición del pueblo, la historia lo ha demostrado, la rigidez de los textos nos dan conocimientos y a veces guía para la acción, pero el pueblo al cual tenemos que tenerle la confianza debida nos dice y enseña cada momento por donde es el camino y de verdad creo que el presidente Maduro ha sabido interpretar esa verdad latente en la mente y corazones de los chavistas regados por todo el país.
Al respecto el gobierno de Calle en mi concepto fue el determinante para derrotar la guarimba y la subversión de tal manera que ahora se ha de profundizar la tarea sin mirar ni perder tiempo en estas lides de confusión en la cual la oposición trata de ganar terreno generando matrices de división inexistentes como dice Pérez Pirela distracciones caza bobos.
Sí debemos discutir sobre la economía, para ello, las UBCH están allí, para proponer; sí debemos discutir sobre la corrupción las UBCH es el foro ideal para denunciar a quien haya que denunciar; sí debemos discutir sobre la ineficiencia, igualmente nuestra presencia en las organizaciones populares, partidistas o no, en el Polo Patriótico, deben constituirse en el aula para desarrollar y proponer soluciones a todos y cada uno de los problemas que se vayan presentando, sin bajar la guardia porque el enemigo acecha y los cuatro preceptos enarbolados por el comandante eterno deben ser asidos de la mano y pechos para avanzar. En efecto la Unidad lograrla a costa de todo, para que la lucha en la batalla de todos los días nos lleve a la Victoria de siempre.