Entiendo que son necesarias las críticas y las denuncias con el fin que los entes encargados de dar solución y tomar decisiones las hagan adecuada y correctamente para garantizar un mejor servicio público y con ello alcanzar el bienestar social.
Entiendo también que ante la dificultad de los revolucionarios de llevar a cabo denuncias y críticas en los medios de comunicación privados, debido tanto a la imposibilidad de su recepción como el peligro de tergiversación, y uso inadecuado, y a la carencia de medios alternativos que tengan un alcance nacional, en donde formular las observaciones por parte del pueblo rastreado con este proceso APORREA constituye un instrumento ideal por la dimensión de su cobertura, pero además, por su orientación ideológica.
Comprendo además, que APORREA ha mantenido imparcialidad en el debate interno y ha permitido y promovido la discusión interna, cualquiera sea su orientación y opinión, lo cual es difícil, dado el clima de confrontación dentro del proceso, y a las posturas intransigentes de algunos o a las tendencias de derecha o ultraizquierda que hacen vida dentro del proceso, lo cual es también comprensible.
Considero que APORREA, dentro de este escenario conflictivo constituye un escenario fundamental para la preservación de la crítica y el debate revolucionario, en consecuencia, su existencia es necesaria para todos aquellos que hacemos vida en el mundo del debate, la discusión y la radicalización de la revolución venezolana, latinoamericana y mundial, como lo ratifica nuestro Comandante Eterno en su Plan de la Patria, hoy convertido en Ley.
Comprendo la debilidad, que por mantener la democracia revolucionaria, se permite y da publicidad a artículos de opinión sobre críticas a las ambigüedades, desviaciones perversiones del proceso, muchos de las cuales carecen de la veracidad y de sustentación material sobre sus planteamientos, y corresponden más a intereses grupales, personales sobre la situación planteada. Esto por supuesto hace mucho daño a la revolución pues pone en tela de juicio su pertinencia y viabilidad, y permite que las críticas por parte de la derecha se afiancen en la matriz de opinión que está construida desde los centro de poder hegemónicos internacionales.
Pero peor aún constituye el hecho que la oposición utilice los espacios de la revolución para hacer críticas, denuncias, difamaciones, que provenir de la derecha (independientemente de la verdad o no de su denuncia) pone en duda la veracidad de la misma, pero además se sospecha de sus intensiones.
Considero que es importante verificar la fuente de las denuncias y críticas, porque además de someter al ataque al proceso bolivariano, pone en duda la efectividad y la eficacia de la mayoría de los cuadros que están poniendo todo su esfuerzo por avanzar hacia la revolución socialista y les da argumentos para la guerra mediática que están empleando contra la revolución bolivariana.
Es el caso de la denuncia publicada el día sábado 05/07/14 en ese medio, en contra de la administración del INCES (http://www.aporrea.org/contraloria/n253898.html), cuya fuente la constituye SINTRAINCES, sindicato escuálido cómplice de innumerables hechos de corrupción durante la IV, terrorista y chantajista de oficio contra nuestros cuadros desde que la institución está en manos del gobierno revolucionario.
Opino que la información que se suministre a APORREA debe ser revisada, verificada y aprobada para su publicación, depurando las informaciones que hacen daño al proceso por provenir de fuentes de dudosa reputación, cuestionada veracidad o de origen escuálido. No es censura, se trata de calificar la información evitando el peligro de convertir a APORREA en una arma contra la revolución.
Que los escuálidos publiquen en espacios escuálidos, los revolucionarios escribamos en espacios revolucionarios. Se trata de la defensa del legado de Chávez y la preservación de la revolución. Humildemente.
carrodcas@gmail.com
