Terminó el mundial de fútbol y la tétrica oposición sigue de mal en peor. Con la bendita “salida” salieron con las tablas en la cabeza. Esta es una oposición entrampada. Perdieron la brújula. Andan dando bandazos. El atajo de la violencia los ha arropado y conducido a un callejón sin salida. Es elocuente que la procesión anda por dentro y sus “líderes” andan en una carrera desenfrenada para ver quien cae más simpático ante el tío San, para que le baje los dólares para engrosar sus bolsillos. Como dice el camarada Diosdado, la oposición esta envuelta en un verdadero vendaval donde no hay primavera que los pueda salvar. Después del 12 de Febrero, cuando reaparecieron las guarimbas, el drama de la apatrida oposición se hizo más elocuente. Maria Corina, Ledesma y Leopoldo López se fueron a incendiar el país con las consecuencias que todos conocemos, entre ellas, mas de 40 personas asesinadas por los fascirenosos terroristas guarimberos.
El otro sector donde están Aveledo, Ramos Allup y Capriles, a sabiendas que irían al fracaso, guardaron un silencio cómplice ante las travesuras de la trilogía del fascismo. A cinco meses de haberse iniciado las acciones terroristas de la ultraderecha venezolana, las guarimbas lucen derrotadas a lo largo y ancho del país. El 95% de la población rechaza las acciones violentas de una minoría que pisotea todos los días la Constitución Bolivariana; pero sin embargo reclama “libertad de expresión” y “respeto de los derechos humanos”. El mundo al revés, como dice Eduardo Galeano. A pesar de que han sido derrotados, el Movimiento Popular y nuestras FANB no deben bajar la guardia, ya que conocemos la mentalidad fascistoide de esta minoría perversa y fracasada. Siguen con su criminal guerra económica.
Los revolucionarios y revolucionarias debemos estar claros que la intención de la histérica dirigencia opositora es truncar a como de lugar, el proceso histórico iniciado e impulsado por el comandante Chávez. Se busca eliminar de un plumazo todas nuestras conquistas sociales, económicas, culturales, políticas y de participación popular. Se busca volver a épocas neoliberales para congelar el salario de los trabajadores y eliminar las prestaciones sociales, tal como sucede hoy en Europa. Se busca imponer un Pinochet en nuestro país. Volver a la salvaje represión de la cuarta república. Eliminar todos los beneficios de la nueva Ley del Trabajo. Volver a la época de la Escuela de las Américas en nuestras gloriosas FANB.
Privatizar la educación y la salud. Volver a privatizar a PDVSA y demás áreas estratégicas del país. Pisotear nuestra soberanía. Congelar el proceso de integración de los pueblos suramericanos y caribeños. Quieren que Venezuela sea una colonia del imperio norteamericano. Cuando estamos a pocos días de realizase el III Congreso del PSUV, toda nuestra militancia a nivel nacional debe dar un acertado y profundo debate sobre la actual coyuntura nacional e internacional, para calibrar acertadamente la correlación de fuerzas y tener una visión científica de la lucha de clases que hoy por hoy existe en la patria de Bolívar y Chávez. Entender a cabalidad que esta es y será una lucha de largo aliento entre los factores patriotas y revolucionarios y la contrarrevolución que se resiste a entregar los privilegios que ostentó durante siglos.
Entender e internalizar que cada paso que ejecuta la oposición (MUD) tiene el sello y visto bueno de las fuerzas ultra conservadoras y del imperio. Entender que más allá de las dificultades debemos de ser consecuentes con la obra heroica que nos dejó el comandante supremo. El momento es crucial. Hay que CERRAR FILAS AL LADO DEL PRESIDENTE MADURO. Al lado del PSUV y gran polo patriótico. Y por supuesto defender como lo hicimos en el 2002 a la magna Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. ¡CHÁVEZ VIVE... LA PATRIA SIGUE!
