Ya la dirigencia del PSUV comenzó a recibir palos de la militancia, ¿no fue esa escasísima participación en las elecciones internas del 20J una demostración del descontento del chavismo de base, después de los innumerables errores que desde el mismo año 2013 vienen cometiendo quienes dirigen el Partido?.
Quien no quiera entender esto que no lo entienda, quienes prefieran esconder sus desaciertos y errores como dirigentes y las consecuencias que estos generan en las bases de la revolución cargarán en sus conciencias con el derroche del capital político que con tanto esfuerzo y empeño legó el Comandante Chávez al Partido.
Declaró Diosdado que no hay nada que celebrar, claro que los dirigentes no tienen nada que celebrar cuando apenas se movilizó cerca de 1000.000 de militantes en un Partido que tiene tiempo ufanándose de los 7,6 millones de militantes.
Parece que cada día el PSUV puede mover menos gente y por este camino dentro de poco, los aliados del GPP comenzarán a aventajarnos en la cantidad de votos que son capaces de cosechar en las elecciones.
Ciertamente que la convocatoria a elecciones internas de un partido tiende a convocar a poca gente pero la verdad que movilizar apenas un 12% de la militancia registrada, indica que estamos peor de lo que imaginábamos. Lo peor de todo es que la dirigencia del Partido pretende hacerse la vista gorda ante tan dura realidad.
Apelamos al criterio sensato y mesurado del Presidente Maduro para llamar a capítulo a la dirigencia del Partido e intentar convencerlos que han venido tomado decisiones que acaban con la unidad en el Partido y que mientras más arrogancia y soberbia practiquen desde sus posiciones mayor desprecio e indiferencia recibirán de un pueblo que si algo aprendió de Chávez fue de democracia y de participación protagónica.