Los peores enemigos están en casa

Soy de los que comparten la idea que la crítica es necesaria siempre y cuando sea constructiva. Es precisamente esa crítica la que nos obliga a corregir los errores que hayamos cometidos en cualquiera sea el ámbito donde nos desenvolvamos, en las artes, el deporte, la escritura o la política. Pero una cosa es la critica que se hace con miras a conseguir se mejoren las cosas y otra es la critica malsana que conlleva a la destrucción de las personas o las instituciones.

Quiero aclarar que no pertenezco al PSUV, aunque mi posición revolucionaria de más de cuarenta años me lleva a darle mi apoyo a este proceso que inició el comandante eterno Hugo Rafael Chávez Frías, cuyo legado continúa el presidente Nicolás Maduro, algo distante en años luz de aquella mal llamada democracia que vivimos durante más de cuarenta años y que sumieron al país en un verdadero desastre. Pero he visto con bastante preocupación como a raíz de las elecciones internas de ese partido realizadas el pasado domingo, ha sido atacada su directiva, en especial la persona de su vicepresidente Diosdado Cabello por el hecho de según se comenta, la poca participación de su militancia en ese proceso electoral.

Lo más sorprendentes de todo es que esos ataques son hechos por quienes se dicen militantes del PSUV y defensores del proceso revolucionario, algunos intelectuales politólogos y otros simples cagantintas que a todas luces evidencian una actitud destructiva a la persona de Diosdado y no una critica sana con miras a corregir fallas. Esto por supuesto es alimento para la derecha, que debe estar gozando un mundo con los escritos de estos “críticos” de la revolución.

Por supuesto que la directiva del PSUV tiene que sentarse a realizar un análisis serio de lo que esta pasando sobre todo en las bases. Buscar que fue lo que desmotivó a la mayoría de sus militancia quedarse en casa, no tomar la cosa con la simple respuesta que unas elecciones internas no son iguales a unas presidenciales, a diputados, gobernadores o alcaldes, aunque esto es cierto no se justifica tanta abstención. Por ahí leí a un articulista señalando que mucha gente se quedó sin votar por ser trabajadores de empresas privadas y temían quedar rayados como chavistas con el atenuante que serian objetos de acosos haciéndoles la vida laboral imposible. Yo les pregunto a estos señores “críticos” si ellos se han detenido a pensar que una de las causas de esa abstención no tuvo su motivo en esto, porque eso es una gran verdad que ningún chavista puede negar, aparte que en muchas urbanizaciones clase media, militantes del PSUV se abstuvieron votar para evitar ser mal vistos por esa enfermiza clase social que ven en el chavista un ser diferente a ellos y hasta les quitan el saludo.

Ciertamente que la revolución es necesaria dentro de la revolución, pero esta no se hace destruyendo a los camaradas, hay que buscar soluciones a las fallas, solo así lograremos fortalecer este proceso, no atacando a sus lideres para alimentar al enemigo. Chávez lo dijo en su última proclama:” ¡UNIDAD, UNIDAD, UNIDAD!”. ¿O es que no saben que carajo significa UNIDAD?

hermoj28@yahoo.es


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Hermo Rosales

Comunicador social, poeta, cuentista, escritor, autor entre otros de los libros, “Evocaciones”, “El jardín de las Dalias”, “Mi abuelo el cazador”. Sus trabajos han sido publicados por los diarios “Provincia”, “SigloXXl”, “El Norte” y la revista “Síntesis”, es cofundador del semanario “Anzoátegui hoy”

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