El tema de las izquierdas nunca se agotará, siempre ha habido y habrá una izquierda a todo, la izquierda de mis tormentos acordándonos de Cabrujas y su MAS, son muchas las causas perdidas en abandono de los objetivos ciertos, tangibles y reales.
La izquierda venezolana no se puede dar el lujo de opacar y perder la actual incidencia revolucionaria en el pueblo, el comandante supremo le otorgó a la izquierda un nuevo desiderátum de vida y acción, sin miedo lanzó el socialismo por la calle del medio; cuando la izquierda en buena parte había perdido los objetivos ulteriores de lucha, entonces, vamos a seguir actuando como si la izquierda tradicional es la que ha logrado las conquistas actuales, es hasta falta de respeto hacia las nuevas generaciones políticas y militantes del ahora para siempre, lo dijo sin Perogrullo.
La izquierda de ayer actuó en un escenario radicalmente distinto al de la izquierda de hoy, no debe haber duda alguna al respecto, el que entienda y acepte esto, está preparado para avanzar y buscar los equilibrios necesarios y evitar errores subsecuentes.
Hoy hay un gobierno de izquierda, sí de izquierda al capitalismo, al imperialismo, a la injusticia social, a la exclusión, a la manera de concebir la inversión social, todo en busca permanente del socialismo que aspiramos y queremos, dados los elementos a juzgar para ello; elecciones, oposición sin mensaje ni rumbo, vigencia aún del capitalismo y de un Estado al estilo burgués, atrofiado y carcomido por la inercia de muchos dentro de él.
Las realidades de ayer y hoy, hay que verlas en su justa dimensión, se está en el gobierno y la izquierda, salvo que quiera otra cosa, debe actuar en consonancia, acompañamiento, solidaridad y apostar a que las cosas cada vez se hagan de mejor manera, con eficiencia.
Cuando me refiero a la izquierda, saben de quien estoy hablando, porque el día que se acepte la realidad de los hechos y la sindéresis política permita visualizar si se actúa de buena fe en aras de ese futuro que tanto nos lo señaló el comandante supremo, ese día el peligro de deslindes importantes no empañará ese futuro hacia el socialismo. Con respeto me dirijo a quienes con sentido critico, no acerca de lo que se ha hecho desde hace 15 años, sino de lo que creen debió y debe hacerse desde su punto de vista utilizando la metodología marxista en el análisis, si la izquierda es pura en la aplicación de lo que creen, entonces es bienvenida la propuesta y en el terreno de los que hoy están al frente del gobierno y el partido PSUV, es bueno decirles que la revolución también la hacen quienes de buena fe, hacen propuestas sin descalificar per se a nadie.
Tenemos un futuro nuestro que estamos construyendo, no se puede perder, por tanto el concurso de todos y todas es fundamental y necesario. Hay países con varias izquierdas, como el caso de España, me dirán que no lo son todas, pero allí están autodenominándose partidos de izquierda en nombre y actuaciones dubitativas.
No quisiera dejar de lado dos premisas o preceptos que siempre rememoraba Alfredo Maneiro
1.- La lucha contra la pobreza no tiene ningún sentido, si no se articula en la lucha contra la explotación del trabajo y 2.- La cuestión del socialismo no se puede simplificar ni banalizar, así como tampoco debemos reproducir el dogmatismo-empirismo.
Es cierto el socialismo siempre se desarrolla en el contexto de la lucha de clases C.Marx, para ello construyó el materialismo histórico allí puso al desnudo tres cosas fundamentales: La situación de las masas obreras, el ejercicio indiscriminado del poder y el modelo económico.
Que puede hacer un Estado débil y pequeño para combatir la globalización, irremediablemente el poder de las multinacionales presionan a cada instante, es algo objetivo, de allí la amenaza perenne contra la Revolución Bolivariana. Nosotros tenemos que combatir desde el gobierno y desde la calle al neoliberalismo y esa debe ser la tarea de todos los días de la izquierda.
Se está o no con el gobierno que nos legó el comandante supremo, fíjense que digo, se está con el gobierno, no se está en el gobierno, es otra cosa y desde esa perspectiva debemos asumir nuestras posiciones y las propuestas que nunca son absolutas deben ser analizadas por quienes las realizan como por la estructura partidista a todo nivel y por supuesto los que desde el gobierno tienen en sus manos las decisiones para avanzar.