El título creo que lo dice todo. Expresa lo que piensa todo el mundo en la calle. Y lo que dijo todo el mundo en las UBCh antes del Congreso del PSUV. Por supuesto, estamos hablando de los recientes anuncios de que en un tiempo perentorio puede darse un “ajuste cambiario”, o más bien “unificación cambiaria” en el valor nacional de las divisas y del muy mentado asunto del aumento del precio de la gasolina –o los combustibles, a veces no se precisa bien la cosa-.
Pero ampliando un poco el título, -que como título siempre debe ser breve-, la idea es: ¡no, por favor!, ¡ni se les ocurra hacer la fulana unificación cambiaria –que en la práctica no sería sino OTRA devaluación-, ni mucho menos subir la gasolina o demás combustibles, hasta que no demuestren que de verdad-verdad tienen los pantalones puestos, hasta que el Gobierno demuestre eficiencia máxima en poner en cintura a tanto ladrón, mafioso, acaparador, especulador, pillo, malandro, corrupto, y demás alimañas sociales, y aplique, pero de verdad-verdad-verdaíta la famosa MANO DURA que el pueblo desde hace años viene pidiendo a gritos y que el Gobierno anuncia en ‘rectificaciones’, x erres al cuadrado, al triple, al quíntuplo, en ‘sacudones’ y movidas de mata que no se quedan sino en pañitos de agua tibia! ¡Que ni se les ocurra, porque ahí sí es verdad que se montaría la gata en la batea! Hasta que demuestren que aquí hay Gobierno, un Gobierno con pantalones largos que se hace respetar y que cumple y HACE CUMPLIR las leyes… ¡que ni piensen en ajustar un carrizo! ¡Ni de vaina!
Porque, en pocas palabras, todo el mundo sabe, que si eso llegase a ocurrir, en medio de este caos y descontrol y guerra económica sin cuartel que se nos viene aplicando –que al parecer estamos lejos de ganar, si no es que la estamos perdiendo-, aquí se desataría una ola especulativa, un maremoto de locura en precios desbocados, más acaparamiento, más especulación, más bachaqueo, más contrabando y escaseces, de las que ya hemos venido padeciendo durante 2 años, sin respiro.
Todo con el cuento de que “se devaluó otra vez la moneda”, y ahora “es que aumentó la gasolina”, que todos sabemos que los especuladores y sátrapas de oficio usarían como excusa para subirle el 100, el 200, el 1000 y hasta el 2000 o el 3000% por ciento a todo. Como ha venido ocurriendo. Con todo y Ley de Precios Justos. Una Ley de Precios Justos que sabemos muy bien que empresarios y comerciantes mafiosos y afines se pasan por el forro con total impunidad, muertos de risa. Algunos hasta se burlan diciendo: “mira lo que hago con tu Ley de Precios Justos” y se la orinan (mejor dicho, se la mean), real o simbólicamente. Y muchas veces en las narices mismas de las autoridades.
Por eso es que la gente dice, con razón, que hasta que el Gobierno no demuestre que puede aplicarle el ácido sulfúrico al ladronaje corrupto a todo nivel que tenemos aquí por todas partes, con las leyes y disposiciones QUE YA EXISTEN, pero no logran HACER CUMPLIR, cómo se les ocurre que podrían controlar el desnalgue mayúsculamente mayor que se desataría con estas dos ‘novedades’… La gente sabe que al final del cuento sería el pueblo, otra vez, el que pagaría los platos rotos, mientras el Gobierno, inocentemente y hasta sinceramente cree que vociferando “no vamos a permitir esto”, “no vamos a permitir lo otro” y dale que dale con los “no vamos a permitir”, sigue permitiéndolo todo o casi todo. Y los pillos muertos de risa.
Así que no se trata de que la gente que hoy en día paga de 3 a 5 Bs por llenar el tanque de su carro, no esté dispuesta a pagar 15, 20, o 30 o 50, -es decir, entre 500 y 1000% más- por una gasolina que todo el mundo está consciente de que está groseramente subsidiada en infra valuada, y que es algo que hay que corregir. A lo que no está dispuesta es a calarse un impacto mega especulativo que los sectores empresariales y comerciales a todas luces intentarían desatar. Y con la ñoñez de un Gobierno que no ha sabido aplicarle el cascabel al gato en asuntos si se quiere más sencillos, menos.
Y que no bastaría el argumento de que el diesel o el gasoil que usa el transporte público, el transporte de carga y otros similares no aumentaría, porque igualito, como siempre y nos tienen acostumbrados, le buscarían la vuelta para decir que sí, que el aumento de la gasolina si les afecta en un 200% y que tienen que aumentar 675%... Como ha venido ocurriendo con lo del bendito dólar. Llevan años comprando a dólar preferencial a 2,15, 4, 30, o 6,30 e igualito dicen que compraron a dólar libre, a 60, 70, o 100 y vendiendo para colmo con sus ‘razonables’ márgenes de ganancia de 300, 500, 1000 y hasta 3000%... Y el Gobierno cag…, perdón; viendo para otro lado… O aplicando operativos espasmódicos que funcionan un día, pero al siguiente continúa el pillaje y la burlita otra vez por parte de los bandidos de siempre.
Lo mismo con el tema de la ‘unificación cambiaria’. Todo el mundo sabe o al menos intuye que eso de tener 3 o 4 tipos de cambio distinto (Cencoex a 6,30, SICAD I a +/- 10, SICAD II a +/- 50, y paralelo a + 70 Bs. x $) resulta en un desbarajuste que en menos de un año de aplicación ha demostrado ser insostenible, por más ‘buenas intenciones’ que haya tenido el Gobierno con eso, simplemente porque no tiene la capacidad, la experticia, el modo, los medios, o qué se yo que haga falta para aplicar fehaciente y eficientemente los controles, o más simplemente, porque la estructura económica distorsionada, rentista y corrupta que tiene el país no lo permite. Todo el mundo sabe que todavía hoy, con todo y leyes y controles, y burocracias y más burocracias, el que compró dólar a 2,15, a 4,30, a 6,30, a 10, o a 50 igualito quiere vender -¡Y VENDE!- como si hubiese comprado a 70, 80 o 100…
Para más inri, entonces, si es verdad que según nos dijeron en Enero, el 85 o 90% de los bienes esenciales del país, alimentos, medicinas, repuestos industriales, repuestos básicos, etc., se importarían a 6,30 Bs x $ y supongamos que ha sido efectivamente así, y con todo y eso ha continuado totalmente desatada y descarada la especulación, el acaparamiento, el contrabando y bachaqueo, y la escasez y/o desaparición de un montón de productos en los anaqueles, INCLUYENDO PRECISAMENTE ALIMENTOS Y MEDICINAS, con todo y la implementación de: Ley Orgánica de Precios Justos, Superintendencia de Precios Justos, SUNDECOP, Ministerio del Comercio, “ofensivas económicas” a diestra y siniestra, operativos de esto y lo otro y pare de contar; imaginémonos nada más el cuento terrorífico en el que nos meterían con una divisa ‘unificada’ en, digamos, 15, 20, 25, o lo que sea… En la práctica, y ahora sí, de verdad-verdad y sin anestesia ni eufemismos, una devaluación por toda la goma. Si importando alimentos y medicinas a 6,30 igualito nos los clavan en los comercios privados a precio de oro, y en los comercios públicos tenemos el megadesastre de colas infernales, anaqueles vergonzosamente vacíos, y productos de primera necesidad tales como harina de maíz, leche, harina de trigo, aceite, pastas, azúcar, mayonesa, mantequilla, papel higiénico, y pare de contar, totalmente desaparecidos desde hace prácticamente 2 AÑOS, imagínense con un dólar ‘unificado’ al doble o el triple.
Los comerciantes y empresarios, tanto los malandros como los honestos, tendrían por un lado la excusa perfecta para subirle a todo ya no por las nubes, sino por la siguiente galaxia, y por otro lado, un factor real que les obligaría a ajustar TODOS los precios, y por supuesto, a los vivos y corruptos, otra oportunidad del siglo para medrar como se les dé su realísima gana. Como siempre. Y por supuesto, una nueva excusa más para desaparecerlo o todo y/o contrabandearlo hacia Colombia, Brasil, Antillas, etc. Como siempre. Y un gobierno, que otra vez, como siempre, no se daría abasto para poner en cintura y aplicarle la Ley con la “mano dura”, “mano dura”, “mano dura” que tanto predica, pero tan poco logra aplicar en la práctica.
Yo pienso que el que pueblo sí está dispuesto a sincerar muchas cosas de la economía. Pero eso sí, SI SE HACE Y APLICA COMO DEBE SER, y no como les dé la gana a los capitostes de la economía real, amparados por funcionarios, gobernantes, y gestores corruptos de toda laya. Total, en la práctica ya lo viene haciendo cuando le toca pagar medio kilo de pasta a 56 Bs., cuando en realidad debería ser 17, o cuando compra un kilo de leche en polvo a 100 o 200, cuando en realidad debería ser 27, o paga por cemento, cauchos, baterías, pasajes aéreos, aceite de motor, bombonas de gas (todo esto y más desaparecido o con la necesidad de Dios y su ayuda para conseguirlo, eso sí, con los cobres correspondientes), etc., etc., al doble o el triple, o incluso 10 veces más de lo que debería ser. Pero eso es con toda la rabia del mundo y porque no le queda más remedio. Ante la mirada ineficiente, burocrática, aletargada, apendejeada, o las más de las veces CÓMPLICE de las autoridades que deberían poner control, orden y la famosa “mano dura”.
Así que vuelvo y repito, hasta que el Gobierno Bolivariano no dé señales de que en verdad puede ser EFICIENTE y que logra tener ÉXITOS y VICTORIAS inapelables, junto al pueblo, en la atroz guerra económica que se le viene aplicando a la población, haciendo las rectificaciones, movidas de mata, “sacudones”, etc., que ha prometido hacer, pero DE VERDAD, con RESULTADOS CONCRETOS; pues no tendrá la autoridad ni moral, ni gerencial, ni política, ni ética, ni económica, para ajustar ningún precio de la gasolina, ni unificar ningún cambio nada. Por ahora. Y menos –usemos este argumento, porque pareciera que para los burócratas es el que más peso tiene- cuando ya a las puertas, el año que viene tenemos unas elecciones vitales, nada más y nada menos que a la Asamblea Nacional. Que se imaginen unas elecciones en medio de un contexto de precios aún más desatados, más escasez, todavía con el pueblo pariendo para conseguir leche, harinas, medicinas, cauchos, cemento, etc., con sueldos que no alcanzan para nada, en medio de un berenjenal desatado por un aumento de gasolina y una nueva devaluación. No imagino ni quiero imaginar el resultado. ¡Y ni quiero imaginar las excusas para que los guarimberos enloquecidos hagan de las suyas otra vez en plena campaña electoral!
¿Ejemplos de esas señales? Algunos pocos pues: cuando el Estado logre poner presos aunque sea a unos cuantos militares, Guardias Nacionales y afines por complicidad directa con el contrabando y el matraqueo. Cuando se publique completa la lista de los estafadores de empresas de maletín que se robaron más de 20 mil millones de dólares de CADIVI y el SITME y se ponga tras las rejas aunque sea a un 50% de ellos y se les confisquen los bienes y se les obligue a pagar con creces lo que le robaron al país. Cuando se logre triunfar en algún aspecto de la guerra económica y se logre que aparezcan de nuevo en los anaqueles, sin nervios, sin stress, sin angustias, ni temores por próximas desapariciones, productos de la cesta básica A SUS PRECIOS JUSTOS, no a los que les dé la gana a los comerciantes. Y cuando se ponga a unos cuantos de estos comerciantes maulas y pillos, ¡PRESOS! y/o se les aplique todo el peso de la Ley. Cuando algo similar ocurra con tantos otros insumos básicos en medicinas, repuestos automotrices, industriales y de todo todo tipo. Cuando los Abastos Bicentenario, Abastos Venezuela, Mercales y PDVales dejen de ser el oprobio y la vergüenza que ahora son con anaqueles vacíos, empleados sin nada que hacer, o cuando algo aparece, esas enormes y vergonzosas colas que se hacen desde el día anterior en la madrugada, con ventas de números de puesto en la cola, y policías y GN cobrando lo suyo también para hacerse la vista gorda. ETC. Unos pocos ejemplos CONTUNDENTES de este cariz bastarían para decir: “ah bueno, ahora sí es verdad que el Gobierno se está poniendo las pilas. Podemos confiar en que no se desatarán los diablos si se sube la gasolina o se ajusta el cambio, y el que se desate va preso. Ahora sí hay mano dura de verdad-verdad.”
Hasta que se algo así no empiece a ocurrir… ¡no, por favor!... ¡no se les ocurra ajustar el cambio, ni subirle el precio a la gasolina ni a un carajo…!
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