Me huele que Ali Rodríguez Araque se está metiendo en camisa de once varas cuando plantea “¿vamos a continuar pasando más actividades al Estado cuando su eficacia es muy limitada?.
Parece que se olvida Rodríguez Araque que está entre quienes ejercieron funciones en el alto gobierno de Hugo Chávez y gozó de su confianza, por tanto su perfil lo obliga a no expresar posibles cuestionamientos o críticas al actual gobierno, debe recordar que por menos Héctor Navarro fue expulsado de Dirección del PSUV y actualmente el Partido le sigue juicio político.
Rodríguez Araque, quien se está despidiendo de la Secretaría de UNASUR, debe entender que en este chavismo sin Chávez que vivimos en el país cualquier crítica puede interpretarse como deslealtad y traición, independientemente del currículum o pasado de quien las haga. Su caso no puede ser una excepción, especialmente considerando los vastos antecedentes de izquierdista trasnochado que por lo demás nunca ha ocultado el Comandante Fausto.
Seguramente el Partido, para ser más francos el hombre que lo controla, ya le está poniendo el ojo a este exministro que pretende venir a declarar cosas como cuando estaba Chávez, olvidando que después del III Congreso nada puede decir quien milite en PSUV contraviniendo las opiniones de los “defensores oficiales” del legado de Chávez.
Quizás la reacción que inevitablemente despertará la voz crítica de alguien que tiene años militando con la causa revolucionaria como Ali Rodríguez, alerte a otros camaradas como a otro de esa vieja escuela, como lo es Fernando Soto Rojas, quien hasta ahora no dice nada.
Que se olvide Ali de cualquier asunto que tengan que ver con las debilidades ideológicas presentes en el chavismo. Como militante leal del partido debe guardar silencio y soportar cualquier mazazo que sus declaraciones fuera de lugar le puedan causar.