Un columnista en esta página, Héctor Abad Faciolinci, hace una critica al escritor brasileño Paulo Coelho, calificándolo como un ridículo y mal escritor, reconociéndole como único merito el hecho que sus libros se venden como pan caliente y expone una serie de argumentos para dar razón a su critica. Resalta Faciolinci unas cuantas frases aparecidas en los libros de Coelho y se explaya dando explicaciones de porque para él el escritor brasileño es tan malo como tal.
Otro escritor, Nicolás Ramón Contreras, en una suerte de defensa a Coelho llama envidioso a Faciolinci por no ser tan exitoso como el brasileño acusándolo incluso de doblegarse a las exigencias políticas de las editoriales que obligan a escribir mal de Chávez, de la revolución bolivariana y por supuesto ahora de Nicolás Maduro.
Confieso no conocer a ninguno de los dos escritores arriba mencionados y protagonistas de esta diatriba, por lo tanto no me corresponde hacer señalamientos ni en pro ni en contra de ninguno de ellos, solo me limitaré a dar mi opinión como lector que, a pesar que haber escrito un par de libros no me considero como escritor, simplemente me gusta escribir y lo hago, por eso me defino como escribidor y nunca he tenido el fin de lucrarme con ninguna de mis publicaciones, ni antes ni en un futuro, lo cual me da suficiente moral para que no se me acuse de envidioso por la ventas que haga Coelho u algún otro escritor, esto porsia.
Con respecto a Coelho, como dice el titulo de esta columna, no me gustan ni sus libros ni sus escritos. Lo primero que leí de él fue el Alquimista y a medida que avanzaba en su lectura no se porque se me vino a la mente el Siddhartha de Herman Hesse y quedé convencido que ese Alquimista es una vulgar copia del libro del famoso y laureado escritor premio Nobel.
No voy a señalar tantos ejemplos como lo hace Faciolinci, solo me voy a limitar a una frase aparecida varias veces en el Alquimista: "Cuando deseas algo el universo entero conspira para que ese sueño se haga realidad". Creo que es una de las cosas más estúpidas que he leído. Tengo un vecino ciego, pidiéndole a Dios toda su vida que pueda recuperar la vista, lo desea con toda su alma, hace treinta años la perdió debido a un accidente y todavía el universo ni Dios le han parado bolas. Igual pienso que pasa con aquellos que perdieron un brazo o una pierna. ¿Conspiraría el universo para que esos miembros perdidos aparezcan de nuevo?.
En resumen, Paulo Coelho podrá ser un vergatario escritor para esos millones que compran y leen sus libros, pero para este humilde escribidor es solo un vende libros que se afana en publicar cada año la mayor cantidad posible para abultar sus arcas. ¿Se han preguntado alguna vez cuantos libros publicó García Márquez en comparación con Coelho? Cantidad no significa calidad.
hermoj28@yahoo.es
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