Pocas lecturas son tan claras y tan comprensibles a primera vista como lo es nuestra constitución, es extremadamente precisa, con lenguaje digerible para todos, prácticamente es enunciativa, es decir, como diríamos en criollo "echa un cuento" sin tecnicismos ni comprensión oculta entre sus líneas, el desarrollo de los derechos y garantías sociales se encuentran explícitos.
Entonces, la gran pregunta ¿Por qué la realidad venezolana es tan distinta al texto constitucional, sí incluso todo tipo de recursos han sobrado a granel? La respuesta no es tan simple, pero se conglomera en la determinación de unos pocos en constituir un Estado distinto al plasmado en la constitución, veamos:
El Artículo 1 es tajante al señalar que el Estado (territorio, población, gobierno y leyes) se rigen por la doctrina del pensamiento de Simón Bolívar, ningún otro más, por lo que es un acto inconstitucional regir alguna institución como por ejemplo la Fuerza Armada Nacional, un sistema como el educativo o algún marco jurídico en otra doctrina que no sea la de Simón Bolívar, la constitución no lo adjetiviza ¡es el pensamiento de él y punto! cualquier otra doctrina promocionada desde el Estado desnaturaliza nuestra venezolanidad, lo que realmente somos, originando confusión, confrontación, desatino.
El Artículo 2 señala claramente que el Estado venezolano se constituye, entre otros principios y valores, en el pluralismo político, es decir, en la libertad del pensamiento, de las ideas, jamás un componente del Estado debe favorecer o promocionar a ningún partido político, mucho menos tratar algún gobernante, ni ninguna otra persona como prócer o héroe histórico, para ello debe cumplirse con los requisitos establecidos en nuestra carta magna, los cuales exigen sabiamente transcurran 25 años desde su fallecimiento, a fin de constatar en las generaciones futuras la verdadera influencia o consecuencias de sus aportes o legado. Promocionar a un partido político o algún gobernante desde la institucionalidad, con recursos públicos sin que se cumplan estos requisitos es una mera actividad proselitista, en total desavenencia con nuestra constitución, una ilegalidad manifiesta.
El Artículo 3 es, en lo personal, el más hermoso, útil y de mayor peso de todos, concluye señalando que la "Educación y el Trabajo" son los medios para alcanzar los fines del Estado, plasmados en la constitución. Entiéndase bien "educación" de calidad, amplia, sin sesgo político ni ideológico, moderna, sin carencias. Así mismo, señala que el "trabajo" también lo es, la creatividad, la capacidad productora, el ingenio de los venezolanos, no esperar que los gobiernos sean quienes den casas gratis, autos a través de listas de esperas, racionamiento de alimentos, ni producción conforme a oscuros criterios de entrega de divisas ¡No! Cualquier propuesta distinta a lo que establece el Artículo 3 solo construye una población condenada a la maquinación de supuestas "políticas sociales" que solo condenan a la pobreza y genuflexión electoral.
El artículo 4 es uno de los más golpeados, plantea la descentralización, el fortalecimiento de las regiones a través de sus propias potencialidades, sin embargo, hoy día ocurre lo contrario, el desarrollo de las regiones se encuentra centralizado, dependiente del criterio del ejecutivo nacional. Las expresiones del poder popular se encuentran atadas al gobierno por medio de una relación de interés económico, infestadas de intereses partidistas.
Por último, el Artículo 5, quien señala que los órganos del Estados emanan de la soberanía popular y deben estar sometidos a ella, pero en la realidad se observa desde la institucionalidad del Estado planes y directrices ejecutivas con mandamientos cuartelarios, estandarizando conductas enmarcadas en la "obediencia y disciplina" al partido, a sus comandantes y demás líderes ¡Qué contradicción! Así pues… cuando le intrigue saber por qué tenemos el país que tenemos hoy pregúntense ¿Y la Constitución?
@leandrotango