- Las Políticas Cultuales Públicas tienen dos formas generales, tanto a nivel nacional y estadal como a nivel municipal, parroquial y comunal, como son la Política Cultural Pública Deliberante y la Política Cultural Pública Ejecutiva.
- La Política Cultural Pública Deliberante se propone legislar y la Política Cultural Pública Ejecutiva tiene como objetivo central gerenciar. Los Poderes Públicos Culturales Ejecutivos son muy variados en organización y estructura pero los deliberantes se caracterizan por ser parlamentarios a nivel nacional y de los estados como en las entidades locales: los municipios.
- Las líneas básicas y estratégicas sobre Políticas Culturales Públicas podrían abarcar a la protección y defensa del Patrimonio Cultural, la Formación y Capacitación permanente del talento cultural; la Promoción y Difusión Cultural, La Investigación Cultural, la Legislación Cultural, la restauración y mantenimiento de los Espacios e Infraestructura Culturales…
- Es necesario superar los paradigmas, agentes y modos de organización de las hasta ahora Políticas Culturales Públicas que han transitado el Mecenazgo, el Tradicionalismo Patrimonialista, el Estatismo Populista y la Privatización Neoconservadora.
- En cierto momento de la democracia representativa, que gobernó en Venezuela durante medio siglo, la tendencia que se hacía dominante en los Políticas Públicas Culturales era el desplazamiento de la acción estatal a la producción y apropiación privada de los bienes simbólicos. De manera que los paradigmas mencionados se reorientaban en función de ese proceso neoliberal pero la intervención creciente de las empresas en el financiamiento y orientación de las actividades culturales las llevaba a convertirse en mecenas de nuevo tipo.
- La tecnocracia monetarista impuso la reducción paulatina y pensada de los fondos públicos culturales considerando al campo de la cultura como no rentable y no autofinanciable para limitarse a grandes espectáculos masivos. El país al tomar otro rumbo, el camino de la revolución, comienza a transitar otro rumbo en la política cultural desde la perspectiva de lo popular y comunal. El Campo Cultura Residencial pareciera tomar un más significativo protagonismo.
- Tres campos parecen ser necesarios y urgentes para su desarrollo: el de la Legislación Cultural, crear y actualizar la normativa cultural del país a todos los niveles; emprender planes agresivos de formación cultural y abordar la investigación cultural, en su más amplio sentido.
- En ese sentido, proponemos la creación de sendas Cátedras Permanentes de Legislación Cultural e investigación Cultural. La primera para emprender el trabajo de convertir a los creadores y creadores culturales en legisladores, nacionales, estatales y municipales y actualizar y elaborar los Calendarios de Manifestaciones Culturales Populares y no Populares Residenciales, así como elaborar el Censo de Cultores y Cultoras Populares.
- Urge emprender la creación y actualización de la normativa específica cultural. Un ejemplo de ello positivo y valioso ha sido el de la Ley de Fomento y Protección al desarrollo Artesanal. Actualizada pero todavía en veremos y con la potencial posibilidad de quedar engavetada.
- Las Políticas Públicas Culturales deben orientarse políticamente con la lucha antiimperialista y anti latifundista. Por la defensa de la Constitución Bolivariana. Por la conquista del Ecosocialismo del Siglo XXI con atención especial de las Culturas Populares y la Democracia Participativa y Protagónica. El socialismo del Siglo XXI tiene una heredad propia de los pueblos originarios: Indosocialismo. Tiene un componente espiritual-religioso: el Cristianismo, expresado en la Teología de la Liberación. El marxismo crítico y el Ecosocialismo.