El asesinato del joven revolucionario, diputado Robert Serra, no quedan dudas que fue producto, de un plan bien concebido. La cronología de los hechos, la exactitud, el estudio premeditado y la práctica de como se ejecuto el mismo, son las características de este horrendo crimen. Estamos en presencia y no caben dudas, de la ejecución de este hecho, llevado a cabo por profesionales en el arte de asesinar. Pero, no solo en si, es el hecho de este vil asesinato, si no por las características del mismo, el cual arroja, según mi opinión personal varias lecturas. Una de ellas, fue sacar del juego a este joven el cual era una ficha clave para el futuro de este proceso revolucionario que vivimos..
Otro detalle, fue el ensañamiento contra la víctima, de hacerlo sufrir despiadadamente ante de morir, así mismo este ensañamiento, se podría ver como una advertencia a otros jóvenes que militan en esta organización política del PSUV, es decir, que si continúan en esto, les puede ocurrir lo mismo. El otro punto de esta acción criminal, era crear en el país el caos, lo cual nos llevaría una desestabilización, buscando como objetivo un enfrentamiento entre la población y así abrir el camino para una intervención extranjera..Pero de nuevo sus planes fracasaron, aunque nos duele en el alma la ida física de este y otros compatriotas, la mayoría del pueblo venezolanos, su juventud, cada día toma mas conciencia y esta claro del camino por donde transitamos..El gobierno nacional y los órganos de justicia deben de aclarar lo más pronto posible este abominable hecho y poner tras las rejas a sus actores, materiales e intelectuales, donde estén y sean quienes fueran.. Hay que erradicar por completo y por cualquier vía, sin compasión a estos grupos fascistas..Ya basta de seguir poniendo la otra mejilla.