Por el rumbo que han ido tomando los acontecimientos, como lo profetizó Odreman a escasas horas de que lo despacharan de este mundo, “las matemáticas no fallan” y al Ministerio Público no le cuadraron los resultados de las investigaciones donde resultaron muertos en extrañas circunstancias 5 personas en una operación no menos extraña del CICPC.
Se ha difundido la noticia de que 6 funcionarios integrantes de la División Contra Homicidios del CICPC, han sido capturados por orden de un Tribunal por su vinculación con los hechos ocurridos en Quinta Crespo, donde murieron tiroteados los 5 hombres.
Ante la medida del Tribunal que, como resultado de las investigaciones ordena la detención de los funcionarios en cuestión, cabe preguntarse si las cuentas le cuadraran al Director del CICPC, José Gregorio Sierralta, quien a las pocas horas de los asesinatos ocurridos en el Edificio Manfredi, declaró que “fueron muertos producto del enfrentamiento” y que formaban parte de una banda delictiva que era investigada por homicidios, http://www.rnv.gob.ve/index.php/cicpc-abatio-a-cinco-delincuentes-en-la-avenida-lecuna-de-caracas-audio.
No nos hemos enterado aún de la destitución del Director del CICPC, o de públicamente anunciara la renunciara al cargo que desempeña, lo cual podría interpretarse como gesto de autocrítica de parte del Comisario que aunque no participó en la masacre que cometieron sus subalternos, horas después de cometida ésta, “remató” a las víctimas de las balas de los miembros de la División Contra Homicidios que hoy son investigados. A la muerte física de las personas, o al asesinato, le sucede la muerte moral, después que matan el cuerpo parece inevitable “justificar” su muerte.
Suponemos que el Presidente Maduro quien, por razones que no parecieron nada extrañas, ordenó investigar las muertes de Quinta Crespo, después de lo cual no tendrá otra opción que solicitar al Comisario Sierralta que deje la función que ha venido desempeñando hasta ahora y planteará un sacudón del CICPC.
No es casual que en el asesinato del Diputado Serra esté involucrado directamente un expolicía, como lo expuso el Presidente Maduro, y que a los pocos días miembros de la División Contra Homicidios del CICPC participen en la masacre de 5 personas. Es una expresión de los niveles de descomposición que padecemos en los cuerpos de seguridad del Estado, donde hasta ahora no se percibe que esté ocurriendo el sacudón que traiga la confianza de la ciudadanía de los funcionarios que legalmente portan armas para garantizar la seguridad personal y social de todos y todas.