Hay evidencias ciertas acerca de los resultados obtenidos por el Vice-Ministro JOSE VICENTE RANGEL AVALOS, con el significativo apoyo del Ministro MIGUEL RODRIGUEZ TORRES Y el respaldo del Presidente NICOLAS MADURO, en cuanto al esfuerzo que viene haciendo para disminuir el enfrentamiento entre bandas delictivas.
No ha sido nada fácil la tarea de contactar a los cabecillas de dichas bandas y menos entablar un dialogo con grupos que solo conocen el lenguaje del fuego, sin embargo gracias a su tenacidad y su creencia en que solo mediante el contacto directo con estos individuos, se podía desmontar el alto nivel de violencia que estaba presente en los predios donde estos grupos tienen sus centros de operaciones.
Está demostrado estadísticamente que en aquellos Estados donde se ha producido este contacto, han bajado notablemente los enfrentamientos entre bandas, cuyos resultados mortíferos eran los que abultaban las cifras rojas de muertes los fines de semana.
Por supuestos que estas cifras no son para cantar gloria, pero al menos son una señal de lo acertado de esta propuesta, que por razones todavía no entendibles, no han sido asimiladas en su justa dimensión por buena parte de la sociedad venezolana y de las instituciones del Estado, con la salvedad del respaldo que el Vice-Ministro Rangel ha recibido del Ministro y del Presidente de la Republica.
A raíz de estas señales, el Vice-Ministro convoco a su despacho recientemente a un importante grupo de personas en representación de varias instituciones, para constituir una mesa de trabajo, con el fin de elaborar un plan de formación, dirigido a los grupos desmovilizados , cuyo principal objetivo será sembrar en ellos valores espirituales en primera instancia y luego abordar su núcleo familiar y por último la comunidad , de tal manera que obtengamos como saldo final restarle promotores a la violencia, con lo cual estamos eliminando oportunidades al crimen y por supuesto logrando que una determinada porción de ciudadanos no sean víctimas del hampa.
Si algún valor tiene lo que viene haciendo el Vice- y su equipo de trabajo, lo constituyen las manifestaciones de muchos de los integrantes de estos grupos, cuando de manera contundente esgrimen sus razones del porque quieren cambiar.
Desde luego que para muchos que no creen en lo que está haciendo el gobierno en cuanto a introducir cambios en la manera de abordar el tema de la violencia, bajándole 2 a la represión e intentando aplicar nuevos métodos para humanizar el comportamiento de los cuerpos policiales que por mandato de la Ley tienen la potestad de acudir a la represión para atacar los actos que atenten contra la ciudadanía
A pesar de esta disposición del gobierno del Presidente Maduro, estamos en presencia de una contradicción, por un lado EL HAMPA QUIERE CAMBIAR y por la otra tenemos al CICPC atacando los espacios que han sido declarados territorios de paz, cuyas actuaciones me ponen a dudar, si las mismas corresponden a actos aislados de funcionarios, o si se corresponde con una política establecida al margen de las directrices que emanan de la presidencia de la Republica, toda vez que fue el Presidente de la Republica ,quien designo a José Vicente Rangel Avalos como secretario ejecutivo del secretariado del movimiento por las paz y la vida.
Para un cuerpo policial en el cual el gobierno ha invertido cuantiosas sumas de dinero, para convertirlo en un modelo de policía científica, desdice mucho su nivel represivo con el que últimamente está actuando.
El ciudadano común desea que su policía de investigación técnica y científica se comporte en los términos para lo que fue creada, pero que no reedite la vieja conducta de los cuerpos represivos de la cuarta republica, metiendo sus narices en terrenos que corresponden a la que todos conocemos como la policía política del estado, que poco a poco, ha venido desterrando de sus prácticas policiales, la tortura y el vejamen de aquellos ciudadanos a quienes se le respetan sus derechos humanos , aun en los casos donde su participación en eventos políticos atentan contra la vida de quienes no piensan como ellos o son sorprendidos en actos que atentan contra la paz y la estabilidad del sistema democrático que nos hemos dado los venezolanos en elecciones libres y democráticas.
De allí que hago un llamado a los movimientos sociales, colectivos, consejos comunales, agrupaciones gremiales, culturales, religiosas e instituciones del estado a que tomen conciencia de la necesidad que tenemos todos los venezolanos de apoyar, participar e involucrarnos en los esfuerzos que viene haciendo el Vice- Ministro José Vicente Rangel Avalos bajo las directrices del Ministro Miguel Rodríguez Torres, para reducir los índices de violencia que por tantos años se ha instalado en el país.
Habrá alguien en Venezuela por muy encumbrado social o económicamente que se encuentre, que pueda estar en descuerdo, con los resultados que viene produciendo para bien de la ciudadanía el empeño del Presidente Nicolás Maduro de alcanzar un cierto grado de paz entre los venezolanos, No lo creo, solo que odio inoculado a cierto sector de la población, lo ha llevado a niveles de intolerancia que se ha transformado en una enfermedad a tal punto que son víctimas de una ceguera perche que no le deja ver lo bello que tiene la vida, si todos pusiéramos algo de nuestra parte para conciliarnos entre todos y abrir las compuertas al encuentro con aquellos individuos que han sido empujados al camino de la delincuencia por nuestra indiferencia y falta de amor al prójimo. Ese individualismo perverso, que nos ha ido deshumanizando es el mayor logro obtenido por el capitalismo dentro de nuestra sociedad, hemos perdido ese don de gente que caracterizaba al venezolano, nuestro pueblo fue siempre solidario, culto, respetuoso, hasta que hizo presencia en nuestra sociedad esa lacra llamado capitalismo. Pulverizo nuestras costumbres, nuestra idiosincrasia, el amor por lo nuestro, y nos puso a pelear entre nosotros para dividirnos y transformarnos en lo que somos hoy, un pueblo agresivo, egoísta, anarquizado y con una acentuada pérdida de valores.
Así como como el Vice- José Vicente Rangel Avalo ha logrado que las bandas dejen de matarse entre ellos mismos, de igual manera la sociedad venezolana tendrá que hacer algo para darle un parao a esta desbocada carrera de la violencia, toda vez que estamos haciendo el papel de tontos útiles al imperio norteamericano, que ha encontrado la forma de dominarnos sin disparar un tiro y sin sacrificar un solo soldado norteamericano. En la medida que nosotros nos exterminemos entre sí, no le hace falta una invasión, con solo esperar que hayamos agotado nuestra capacidad de resistencia, producto de nuestra guerra intestina, le será suficiente para entrar a nuestro territorio so-pretexto de venir a enseñarnos cómo comportarnos como pueblo.
Creo que el ejemplo que están dando las bandas, es digno de imitar, se dieron cuenta que por ese camino, iban directo a su propia destrucción, en cuyo accionar no tenían ninguna participación las fuerzas policiales, en consecuencia entendieron que si no lo sacaba de circulación el rival de otra banda lo sacaba el gobierno. De tal manera que si el hampa quiere cambiar , porque nuestra población mayoritaria que no milita en ninguna banda, no le baja dos a su intolerancia y se pone a trabajar con el gobierno en aquellas cosas que son del interés de todos, como es el caso de la inseguridad, que no anda escogiendo ni diferenciando a sus victimas . Si todos nos ponemos de acuerdo, sin politiquería y sin cálculos electorales y nos sumamos al esfuerzo, metiéndole recursos y participando en los planes de pacificación que está desarrollando el Ministerio de Relaciones interiores de justicia y pasa través del vice-José Vicente Rangel Avalos, a quien hay que reconocer que de este problema, escojio la parte más difícil, compleja y riesgosa como es darle el frente a las bandas, desprovisto de armas y de poses de robocot,mas bien con una estrenada humildad, que le ha ganado el respeto de los lideres de esas bandas, a quienes sin dejar de mostrar su autoridad y vocero de las políticas del gobierno en materia de seguridad, se ha hecho entender en un dialogo franco sincero y de respeto, que de no ser por los actos inapropiados y fuera de toda lógica cometidos por el CICPC, en estos momentos pudiera estar exhibiendo mejores resultados.
Detalle que por cierto deja mucho que pensar a la hora de hacer el balance de esas actuaciones policiales, toda vez que resultan contrario al objetivo que persigue el Presidente de la Republica Nicolás Maduro. Da la impresión, que hubiese un deliberado propósito dentro de ese cuerpo policial de sabotear las intenciones del presidente de alcanzar la reducción de la violencia, primero entre sus principales exponentes y de allí hacerlo con el resto de la población venezolana.