Una vez más el presidente Maduro (al igual que lo hacia Chávez) recurre a un aumento desproporcionado (45%)del salario para los militares a a partir del 1-10 y en un solo tolete. Aumento nada comparado con el nonato 30% en tres partes hecho a los trabajadores en Mayo de este año.
Maduro ha aumentado los privilegios que Chávez le otorgó a los militares en forma tal que ya parece que fueran ellos los que mandaran y no él. Los militares son los niños mimado de Maduro; quien le da de todo y nada les niega. Los militares venezolanos son los nuevos cesares de latino américa. Ya no conforman regimientos o batallones, conforman legiones de soldados comandados por pelotones de generales en jefe para apoderarse del poder constituido y el no constituido.
La unión cívico militar tan pregonada por ellos solo ha servido para que estos nuevos centuriones asalten todas las instituciones del estado para obtener de ellas las riquezas que necesitan para vivir como emperadores al momento que ya no le quepan los soles en las solapas del uniforme.
Para proteger sus fortunas ellos cuentan con todos los cuerpos de represión que ellos han creado: fuerzas armadas y todos los cuerpos policiales civiles que utilizan como protección de ellos y de sus familiares. Por eso quieren desarmar al pueblo, para que a la hora de que el civil que gobierna en Miraflores se les quiera descarrilar, nosotros no tengamos armas para oponernos a sus ambiciones de tomar el poder en forma definitiva sin tener que adular a un civil para que los complazca en todas sus necesidades por más ambiciosas que estas sean.
Por todo esto es que pienso que el presidente Maduro se encuentra secuestrado por los militares quienes son los que toman las decisiones más importantes dentro del gobierno, dejando a Maduro solo aquellas donde ellos no tengan competencia. Pero como ellos ahora tienen competencia en todos los niveles institucionales, a Maduro no le queda otra que limitarse a las nimiedades del poder ya que las verdaderas decisiones las toman los militares.
Cada día retrocedemos más a los tiempos de la cuarta donde los militares acumulaban cuantiosas fortunas a costilla del hambre y la miseria de la clase trabajadora, de represión y muerte con la complacencia de los presidentes civiles que eran tan iguales o peores que ellos.
En la Venezuela de hoy en día este tipo de militares están volviendo de las catacumbas en que Chávez los había sepultado en sus primeros seis años de gobierno. Regresaron para quedarse con todo, hasta con el salario de los trabajadores. Y todo porque el presidente de hoy como los de ayer los complace para que lo dejen en el trono.
Pobre clase trabajadora de la docencia, de la administración pública de las industrias y del campo. Para los militares: altísimos salarios, comodidas, lujos, armas, fincas, empresas, enroques en los principales cargos, corrupción, alegres vacaciones, en fin todo de todo. Para nosotros: inflación, represión, muerte, colas y más colas, salario de hambre, desempleo, cárcel, en fin nada de nada.
El próximo mes de Mayo del 2015 veremos al presidente anunciar con bombos y platillos el aumento del salario mínimo entre un 30 o 40% con la inflación de este año cercana al 80%. Aumento que partirá en tres o cuatro toletes esperando ver como nos morimos de hambre.
Con razón estos centuriones venezolanos cuidan con recelo su mal llamada revolución.