"Muerto el perro y se acabó la rabia", así reza un viejo refrán popular que pudiéramos comparar con la llegada del PVJ (Precio de Venta Justo) tan anunciado por el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro a través de la Superintendencia de Precios Justos (Sundee) y que vendrá con las fiestas decembrinas.
Como es ya del conocimiento de todo el país y además, porque lo ha experimentado en carne propia el pueblo venezolano, el relajo que se ha establecido en el comercio y en el mercado de productos de primera necesidad, se ha acentuado con la subida de los precios, el acaparamiento, la especulación y el contrabando que ralla los límites de la paciencia de los consumidores y de las amas de casa.
Mucho es el esfuerzo empeñado y puesto en marcha por el Estado para establecer un equilibrio del mercado, el cual se salió de la brújula precisamente por una maniobra de la burguesía parasitaria, en llave con la oposición venezolana para pescar en rio revuelto en las próximas elecciones parlamentarias.
Esta maniobra la quiere capitalizar la oposición, ante el desespero causado en la población por un desabastecimiento provocado y el cual ha desatado una inflación inducida, en todos los órdenes de la economía.
Desde la llegada a la Sundee del nuevo Superindente Andrés Eloy Méndez y desde mucho antes, con la presencia del mayor general García Plaza, la guerra ha sido sin cuartel contra los acaparadores y ladrones del pueblo venezolano, quienes han convertido el mercado de consumo y la venta de productos de primera necesidad, en un robo descarado.
Las acciones no se han hecho esperar y al más alto nivel de Gobierno Bolivariano se han instrumentado medidas que van desde la Ley de Precios Justos, la Superintendencia de Precios Justos (Sundee), las inspecciones de los comercios, farmacias, ferreterías y demás expendios de productos de consumo masivo y la participación del pueblo organizado en inspecciones a través de las UBCH y el PSUV.
En algunos casos estas inspecciones han sido efectivas, sobre todo en algunos estados donde han contado con el apoyo directo de los gobernadores y alcaldes. En otros casos, ha resultado una burla por parte de los mismos comerciantes o expendedores de productos (entre ellos los chinos).
Un ejemplo puede resultar lo acontecido recientemente en la ciudad de Maturín, capital del estado Monagas, donde en una zapatería recién visitada por la Sundee, por denuncias de especulación y para establecer precios justos; al marcharse los inspectores, los dueños lo que hicieron fue subir más los precios, lo que generó una reacción y "sampablera" con amenazas de saqueo, el cual fue frenado por las autoridades. (La Verdad de Monagas, pag.3, 11-11-2014)
Ante situaciones parecidas, ocurridas en otros estados del país y las cuales muestran la desesperación de la gente, ante el robo descarado de los comerciantes con todos los productos, se hace indispensable "ponerle el cascabel al gato" y darle un parao a la "guerra económica".
Una de las salidas que espera con mucho interés la población, es el establecimiento definitivo de PVJ (Precio de Venta Justo) para que estén claras las reglas del juego y se pueda aplicar, sin ninguna contemplación, la Ley de Precios Justos la cual fue aprobada, pero está a la espera de una referencia exacta de precios para poder así poner en cintura y llevar a la cárcel a los especuladores y ladrones del pueblo venezolano.
Deseamos que el pueblo mismo, con Gaceta en la mano y los PVJ de los productos aprobados, legalmente aprobados, reclame con justicia lo que verdaderamente debe pagar y además, aspiramos que aparezcan en el mercado, para bien del pueblo venezolano. El pueblo venezolano lo que desea es vivir en paz y pasar unas felices navidades muy lejos de la "guerra económica".
¡Amanecerá y veremos!