El presidente Nicolás Maduro acaba de justificar la presentación de Chino y Nacho en unos megaeventos multimillonarios que organiza el alcalde Jorge Rodríguez para dentro de unas semanas, aduciendo que “aquí hay tolerancia”. Vaya argumento del presidente Maduro, cuando no han tenido la menor tolerancia para sus propios camaradas Héctor Navarro y Ana Elisa Osorio, con los cuales compartió luchas hombro a hombro y junto al comandante Chávez durante unos 20 años.
Esta absurda presentación de Chino y Nacho se une a la todavía más absurda medida anunciada por el gobernador de Carabobo Francisco Ameliach, quien dijo que “el militante que esté fomentando la desunión debe ser denunciado a través de: denunciainfiltradospsuv@gmail.com y vía mensaje de texto al 04169425792″.
Con esta propuesta, Ameliach se pasó en un sólo viaje al campo del fascismo y el estalinismo, se abrazó con Laurenti Beria, Adolfo Hitler, Francisco Franco, Benito Mussolini, Pol Pot y otros personajes trístemente célebres de la historia reciente.
Si el PSUV es realmente un partido revolucionario, a este señor Ameliach debería aplicársele lo mismo que sin razón alguna se le impuso a Héctor Navarro: suspensión inmediata de sus derechos como militante, pase a tribunal disciplinario y exclusión de la dirección nacional, alto mando político y cualquier otro órgano dirigente del partido. La razón: el proponer un recetario fascista para contener la rebelión de las bases partidistas ante los innumerables desaciertos que se vienen cometiendo en la gestión de gobierno y el alejamiento cada vez mayor de los fundamentos principales del Plan de la Patria y el legado del comandante Chávez.
Al Seminario Nacional que organizó Marea Socialista el pasado fin de semana nos cortaron la electricidad de una manera bastante evidente. Nos reuníamos en un local dependiente del gobierno metropolitano que dirige Ernesto Villegas (las salas de Parque Central). Primero nos cortaron la luz cuando estábamos en la Sala 2. Adujeron una sobrecarga eléctrica. Nos obligaron a suspender momentáneamente el evento mientras nos trasladábamos a la Sala 6-7. Allí nuevamente nos cortaron la luz a los pocos minutos de comenzar la sesión de la tarde del viernes 14. Ya no tuvieron excusas que inventar. Todos los locales comerciales alrededor de las salas estaban con electricidad y funcionando a la perfección. Sólo se fue la luz donde estaba reunida Marea Socialista. El señor Ernesto Villegas parece que se unió a la ola de fascismo e intolerancia que encabeza por ahora Ameliach.
La bofetada en la cara, no contra nosotros, sino contra todo el pueblo bolivariano que observa con suma preocupación como el país se le va de las manos a los autodenominados “hijos de Chávez”, ha sido el llamado a la “tolerancia” hecho por Maduro para justificar el concierto de Chino y Nacho.
Aunque no conozco mucho de sus ritmos musicales, si estoy seguro que son unos simples recicladores de temas mediocres al servicio de las mafias disqueras de Miami. Su presencia en un concierto organizado por la revolución bolivariana no tiene justificación alguna. Incluso en el caso de que no hubieran participado en la campaña imperial de “SOS Venezuela” realizada en febrero-marzo para apoyar desde el extranjero la Guarimba fascista que provocó más de 40 muertos en Venezuela. Su música no tiene nada que ver con los valores culturales que se han defendido aquí desde la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999.
Decir que la presencia de Chino y Nacho en un concierto bolivariano es una muestra de tolerancia es un chiste de muy mal gusto. Pedir tolerancia para justificarlo, es burlarse de la inteligencia del pueblo, pues lo dice quien no ha tenido la menor tolerancia para debatir con los que hasta hace apenas unos meses eran sus camaradas del alma, tan “hijos de Chávez” como el mismo Maduro, como es el caso de Navarro y Osorio, execrados del PSUV, borrados de los medios públicos, colocados en el limbo jurídico y en la nada comunicacional.
¿Qué está pasando? ¿Está surgiendo una tendencia fascista al frente de la gestión gubernamental?
El pueblo bolivariano tiene que reaccionar ante un “alto mando político” que apunta en el sentido inverso cada vez que le toca tomar decisiones importantes. El Golpe de Timón que solicitó Chávez el 20 de octubre de 2012 todavía espera por su ejecución.
Maracaibo, Tierra del Sol Amada. 19 de noviembre de 2014.