Ayer me trasnoché y se me ocurrieron estas extrañas ideas.
NO HAY ERROR en montar en una tarima a grupos musicales revolucionarios junto a Chino y Nacho, convictos y confesos antichavistas y contrarrevolucionarios. O vale decir también, que esos distinguidos caballeros del reggaetón, estarían muy felices si Leopoldo sale de Ramo Verde a hacer lo que él sabe hacer, es decir la desestabilización y la guarimba fascista. Seguro que bailarían en una patica sabiendo que Ceballos ha vuelto a tirar piedras por allá por el Táchira con capucha nueva y con lentes para que no lo reconozcan.
NO HAY ERROR. Este espectáculo es exactamente igual a aquellos encuentros televisados entre nuestro Gobierno y la oposición extranjera -representada por la MUD- en que la revolución pacífica (precisamente por pacífica) dialoga fraternalmente con sus enemigos históricos.
NO HAY ERROR. Existen otros ejemplos en que operan estos discutibles encuentros. La relación, o mejor dicho, el tipo de relación que tenemos con los sectores religiosos, pone de relieve que no hay profundidad en nuestro pensamiento filosófico ni ideológico que apunte a la superación del opio de los pueblos del que nos hablaba otro aporreista conocido como Carlos Marx. Este opio desmovilizador que lo más importante que enseña es la resignación ante los Gobiernos y sus políticas.
NO HUBO ERROR. Igual puede decirse de la relación Gobierno-Burguesía Parásita. No hay error en los acercamientos entre nuestras cúpulas dirigentes y este sector desestabilizador que desde hace tiempo viene controlando y aprovechando una buena tajada de la renta petrolera. La revolución pacífica ha permitido el acercamiento -y desde hace bastante- entre quienes especulan y dan empleo y una raza de funcionarios pacíficos (tanto como los guarimberos), que facilitaron los misteriosos manejos con la divisa.
Un ejemplo mas es la coexistencia pacífica, demasiado pacifica, que tenemos con la banca privada,
Pueden darse bastantes ejemplos de acercamientos y simbiosis que requieren una mirada atenta, que sugiere que NO SE TRATA DE UN ERROR. Es la revolución pacífica dirigida por una élite pacifica Y BUROCRATIZADA que no consulta al verdadero Poder Popular la que produce esos fenómenos.
NO HAY ERROR. Todos estos escenarios tienen algo en común: No fueron diseñados por el Verdadero Poder Popular, sino por una burocracia asustada por los signos de los tiempos. Tampoco serán supervisados o habrá contraloría popular. TODO ESTÁ FRÍAMENTE
CALCULADO.
Para mí no es suficiente todas estas desviaciones que confunden porque viene las
parlamentarias. Tanto acercamiento ha sido directamente proporcional a la pérdida de rumbo. Mientras más cedemos, mas nos quieren quitar la utopía.