Se han cumplido, con mayor o menor rigurosidad, las tareas que heredó Nicolás, como mandato inequívoco del Comandante y como metas para establecer un socialismo autóctono a la Venezolana “” sin calco, ni copia, sino con mucho patriotismo y amor al pueblo.
Sin confundir el Socialismo del Siglo o en siglo XXI con el socialismo totalitario y dominante, que quizá era la única manera de imponerlo en un mundo distinto con otras problemáticas por resolver y que envolvía la lucha de clases ante la explotación del hombre por otros hombres que hasta hoy ha permanecido vigente con otros nombres y a los que llamamos capitalistas o Imperios.
Es Nicolás Maduro un presidente que sin ser un erudito en política , ni muy ducho en las lecturas de los grandes pensadores o filósofos de toda la historia ha capoteado por lo menos hasta ahora el vendaval con más acierto que desacierto y el País presenta una esperanza en un año que los agoreros predicen de fatal y difícil ante la caída provocada por el Imperio de los precios del petróleo, porque no somos bebes para chuparnos los dedos y no saber de los movimientos , por cierto contra el ambiente causando mayor deterioro ha realizado por ejemplo Estados hundidos, para explotar petróleo por métodos anti- naturales e inundar el mundo de un petróleo inconsistente para bajar su precio y arrodillara lo países productores del oro negro.
Ante la guerra económica provocada por quienes aúpan la llegada del poder del imperio, del Fondo monetario, del Banco Mundial para volver a esclavizar el pueblo de la América, Maduro se comporta valiente y racional al decretar la rebaja de sueldos y salarios del alto Gobierno, medida plausible y que ayuda en alguna medida a equilibrar la balanza interna y no hace uso del poder para rebajar como lo hiciera Rómulo a todos los empleados de la administración pública el 10 % de su sueldo , disminución que nunca compensó con nada
mientras otros Gobiernos permitieron la inflación hasta más del 120 % en un año, no aumentaron los salarios y no compensaron con un mercal o pdval o con casas equipadas a los más pobres.
Maduro se las juega con el pueblo y así se ha ganado el afecto de muchos y el odio de unos cuantos fariseos que aun pululan en las esferas del poder, en un sistema administrativo que no ha podido erradicar los vicios de la cuarta República y que bastante daño ha causado a la Patria. Un aplauso a Maduro y ojalá que el tiempo corto por venir nos demuestre la fortaleza de nuestra economía y el valor y coraje de un Hombre que sin tener lo necesario para hacer se enfrenta con pasión para salvar la Patria.