Fue en el año 1995 cuando Venezuela fue invitada de honor a la FIL Guadalajara, recuerdo que el poeta Juan Liscano era parte del conocido “Grupo Moral” y unos años antes le había hecho una fotografía la cual le gustó mucho y establecimos una relación de respeto y aprecio; yo escuchaba al maestro Liscano en su departamento que se encontraba en las cumbres caraqueñas, un tipo fraterno y preocupado por el país, siempre hablaba de lo que ocurría en Venezuela y de sus viejos y nuevos amigos.
Lo cierto es que gracias a la iniciativa de www.arteliteral.com (una revista electrónica nacida en el Estado Bolívar) pude asistir nuevamente a la FIL Guadalajara y para evitar suspicacias y asumir que fui en el 1995, hago memoria que ese año asistieron escritores y escritoras de la talla de José Ramón Medina, Alexis Márquez Rodríguez, Álvaro Agudo, Antonio López Ortega, Luis Britto García, Gustavo Luis Carrera, Ednodio Quintero, José Balza, Denzil Romero, José León Tapia, Juan Carlos Santaella, Beatriz González, Ana Teresa Torres, Lucila Velásquez, Guillermo Morón, Manuel Caballero, Arístides Medina Rubio, Jesús Sanoja Hernández, Rafael José Neri, Rodolfo Santana, Ramón Palomares, Eugenio Montejo, María Enriqueta Terán, para comprobarlo se puede revisar: http://www.fil.com.mx/
Fue un año fantástico y hermoso la presencia de Venezuela en ese acto de letras y papel impreso y se volvió un comentario general en la nación azteca, los años pasan y esto de que Venezuela, que no lo puedo negar y se que es cierto, se editan y publican cientos de títulos cada año, donde los jóvenes por primera vez están con sus títulos en librerías y más librerías, donde la poesía está presente en la calle, donde los precios de los textos son tremendamente bajos, lo menos que puedo decir es “como no presumimos lo que tenemos”.
No quiero imaginar a nuestro muy activo Ministro de Cultura se le haya olvidado un detalle del tamaño de las Torres del Silencio, pero algo pasó y pasó en serio, la ausencia del país, que alguna vez fue invitado especial, fue notoria y comentada, no deseo creer que también la propuesta cultural es también endógena aunque el país importa e importa de todo, pero que además de petróleo parece que nada sale, ¿QUE SUCEDIÓ? Busco y busco y no encuentro respuestas y mientras tanto en un concierto cultural por excelencia como es la FIL Guadalajara, según muchos la muestra de libros más grande e importante del mundo, solo superada por la Feria del Libro de Frankfurt.
Quizás un olvido, quizás la dejadez, la inercia del cargo o el “Ladran los Perros sancho…..” sin forma y sin contexto, lo cierto es que por ahí estuvieron los cubanos con sus materiales, los ecuatorianos y los bolivianos y todos los demás pero nosotros, la patria, la que edita, la que publica nada de nada, ni una hoja multigrafiada. La República Bolivariana de Venezuela era solo un gran vacío y el silencio en medio del brillo y la palabra hablada.
Las cosas como van y como vienen y es que de verdad no me imagino que sea “Los quinta columna” los que hayan evitado la asistencia de Venezuela y que ese espacio de opinión, de disertación, donde está presente la inteligencia y sectores influyentes, activos intelectuales y artistas no este presente con una representación de Venezuela, de respetados artistas, intelectuales, escritores, generadores de opinión. Lo cierto es que no había nada solo un gran vacío de libros, de pensamiento y de representatividad de lo que hacemos y de lo que queremos, la FIL Guadalajara es un espacio para reunir y enriquecernos de una manera distinta a como lo hacen lo traficantes de dólares del mercado negro o paralelo.
Venezuela en la FIL Guadalajara 2014 fue solo entonces una página en blanco, imagino que los jerarcas de la cultura nacional tomaran esta crítica como servilleta después del próximo sancocho, imagino que así será o quizás el libreto será esto no me gusta mucho invéntale algo a este. Lo demás es silencio …