Si no fuera porque es peligroso para el país, el comportamiento de la dirigencia, tanto opositora como la del gobierno, ante las enormes colas que hace la población para adquirir diferentes rubros a precios accesibles, tendría un efecto hilarante.
En ambos frentes políticos se puede observar con facilidad una falta de visión estadista ante un hecho que en definitiva perjudica al pueblo. Sorprendentemente se mienten a sí mismos e intentan confundir a la población, cuando deberían darle una correcta lectura política a algo que está frente a sus ojos.
OPOSICIÓN
Por 'méritos' ganados en estos 15 años, no es de extrañar que se mientan de una forma tan torpe en lo político con esto de las colas.
Si bien es cierto, que en la parte de la economía doméstica, han conseguido desde el 2013 con algo de éxito el descontento de los venezolanos, a través del acaparamiento, la desviación de productos y la exageración de precios, pensar que ello automáticamente deriva en un Caracazo es caer en el territorio de la fantasía. Lamentablemente esta dirigencia en lugar de convertirse en líderes inspiradores continúan siendo líderes conspiradores o peor, no siendo líderes, sino simple conspiradores fácilmente ‘derrotables’ como ha sucedido durante la última década y media.
Aparte de no saber interpretar la historia, tampoco se detienen a analizar una serie de factores que impiden que haya un estallido social.
Uno de ellos es el poder adquisitivo que tiene la población, haciendo que una persona pueda incluso comprar demás. Tanto así que impulsa el desarrollo de un muy lucrativo mercado ilegal, al comprarle a los buhoneros a precios que llegan al 500% de su valor real. (1)
En el Caracazo de 1989 los anaqueles estaban medianamente abastecidos porque no existía poder de compra para la desesperada y hambrienta población. Se Podían ver en las vidrieras artículos, que eran vitales para sí mismo y para sus hijos, pero inalcanzables. Con el paquetazo de CAP que hundió más a la población en la miseria, no quedaba otra opción que romper esas vidrieras.
Por otra parte, otro factor que imposibilita un estallido social es el tiempo. Se nota que nunca leyeron a Tzun Sun (El Arte de la Guerra) donde el tiempo es crucial. Promover (o esperar) saqueos y disturbios un 9, 10 u 11 de enero es algo bien estúpido. Sobre todo cuando diciembre fue un mes donde hubo paz. La última escaramuza fue a finales de noviembre donde un grupo de desubicados quisieron generar disturbios en la feria del libro en el irrespetado municipio Chacao (2). Por cierto, el Alcalde en estos días dio un pequeño paso positivo al rechazar las posibles futuras guarimbas (3). Espero que sea firme cuando quieran tomar a Chacao cómo terreno de nadie, pues sólo salen perjudicados sus habitantes.
En este orden de ideas, no toman en cuenta ese factor que les estropea el ansiado saqueo; las guarimbas que fueron rechazadas hasta por los opositores de base. Ese error político donde se financió a pequeños grupos que causaron estragos, no al gobierno, sino a la población, está fijado en la mente de los venezolanos. Es muy difícil en estos momentos no asociar disturbios con guarimba, y esta última es sinónimo de fracaso y atraso. Por esa torpeza, donde se destruyeron bienes, se mataron venezolanos, se derribaron árboles, se pusieron a animales como trincheras amarrados y torturados, hace que la persona que participe en un disturbio se sienta de la misma baja calaña que esos delincuentes disociados y fracasados.
GOBIERNO
Lamentablemente el gobierno en este aspecto de las colas también tiene muchas fallas infantiles. Si le has advertido a la población sobre la existencia de una guerra económica (que la hay) no puedes confundir al pueblo con el cuento de una supuesta normalidad en el desabastecimiento por la fecha, porque se agotaron en el mes de diciembre (4). Acertado es Diosdado Cabello cuando le recuerda a los habitantes de este país que están permanentemente atacados por un sector económico nacional y foráneo que necesita a un pueblo inconforme. Es insólito pensar que el pueblo no se acuerde que todos los eneros anteriores las colas en los supermercados, en esa magnitud, no existían.
En lo otro que 'se cae a cobas' el gobierno es pensar que la colas se acabarán haciéndole concesiones a los empresarios que generaron gran parte de lo que se está viviendo en el país (5). Las colas no son el problema. Ellas sólo son el síntoma de muchos males que hay que atacar. Castigo efectivo contra los empresarios es uno. Por ejemplo, si Norberto Domínguez importa zapatos con los dólares del Cencoex y lo vende a tasa de mercado negro, más que ponerle una irrisoria multa, debe no dársele más dólares a Norberto Domínguez por sinvergüenza. Por lo menos en un periodo determinado, y verán que los demás comerciantes, empresarios etc., no se les va a ocurrir vender a precios inflados distorsionando la economía. Sin dólares no hay negocio. Hay que aprovechar que está centralizada la venta de divisas.
En este sentido se debe profundizar el control del estado y no mentirse pensando que existe un capitalismo bueno, ergo hay una burguesía buena, obviando estatizaciones claves como tener el monopolio, por parte del Estado, del sistema de distribución de alimentos, tal como lo refiere el intelectual Britto García (6).
Otro en lo que se cae a mentiras el gobierno es pensar que la ideologización del pueblo es secundaria. Piensa que las colas se acabarán y que con ello tienen asegurado el voto electoral. No se dan cuenta que promover el consumismo a través de "dakasos" y otras medidas similares, aparte de potenciar la lógica capitalista, el pueblo lo percibe como actos populistas que deben aprovechar en el momento, mientras los más críticos ven, con sobradas razones, un viraje al capitalismo a través de una socialdemocacia.
No darse cuenta que la industria comunicacional y las colas están relacionadas es caerse a mentiras. Fíjense, tenemos el caso de la televisora TVES que con el cuento del raiting no hacen lo suficiente para difundir valores socialistas. Sin valores socialistas y con poder adquisitivo, es natural que la gente compré por ejemplo, una cantidad de papel toilette exagerada, pareciendo que la raja de las nalgas comenzara en la nuca que justifica el uso de tanto material de baño para limpiarse.
Creer que las colas solamente pueden hacer perder elecciones es mentirse de la forma más ingenua. La negligencia que descaradamente hacen algunos ministros, que son observables mientras se hacen las colas como por ejemplo ver las luces de las autopistas de todo el país encendidas en el día a pesar de las denuncias y críticas (7). Eso, aunque lo subestimen si hace que la gente agarre otra opción, que sería un verdadero retroceso para el pueblo. Debo aprovechar este momento para decirle necesariamente al Ministro Jesse Chacón sin ánimo de insultarlo: es usted un Negligente.
CONCLUSIÓN
Las conclusiones son bastante simples; ni va a haber un estallido social, ni los empresarios son los salvadores del pueblo. Ambas partes deben respetar la inteligencia del pueblo, pues les guste o no, lo reconozcan o no, el Comandante Chávez les abrió los ojos para que vean de manera crítica todo a su alrededor "No estés ahí como si fueras un árbol, que no piensa..." (8). Ya no somos un pueblo tan fácilmente engañable.
¡Hasta la Victoria Siempre!
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(3)http://www.aporrea.org/
(4)http://www.2001.com.ve/en-
(6)http://www.aporrea.org/
(7)http://www.aporrea.org/
(8)http://www.
