Haitian@s en vez de chin@s

, reflexionando sobre algunas opiniones que ha suscitado mi reciente artículo publicado en "nuestro portal revolucionario" APORREA (Quiero ser Ministro de Agricultura y Tierras) hemos llegado a la conclusión de que ya basta de llenarnos de inmigrantes procedentes de la República Popular China y seguir soportando la silente invasión de "hermano@s colombian@s", demos una manito (mejor una manota) al sufrido pueblo haitiano.

Aunque suene feo y no nos estén cobrando, como si lo hacen los buitres tenedores de bonos de la deuda "soberana" y los merchantes colombianos que se lucran del contrabando de extracción que sale por "nuestras alcabalas" patrias, "paguemos" (en parte) la deuda que nuestro Libertador Simón Bolívar reconoció tenemos con el solidario, rebelde y libertario pueblo haitiano.

La versión oligarca y racista de nuestra historia patria elude el tema relacionado con la masiva participación de haitian@s en nuestro y otros procesos libertarios del Continente Americano. Hace poco descubrimos que en la ceremonia Vudú, llevada a cabo por negr@s libert@s (cimarron@s) en el Bosque Caimán (localizado al noroeste de la isla La Española, hoy compartida por República Dominicana y Haití), se juró luchar hasta lograr la libertad aún a costa de la muerte. En esa ceremonia participó, entre otr@s negr@s del continente, nuestro compatriota y Precursor de la Independencia: José Leonardo Chirino.

, había viajado con su patrono y no amo (era un negro liberto) a "La Perla de las Antillas" (centro comercial semejante a lo que es hoy Miami). Cosa no común para la época y su condición de esclavitud. José Leonardo sabía leer y contar, además de defenderse a sí mismo y a su patrono, quien por esos atributos siempre se hacía acompañar de él en sus viajes de negocio.

La Revolución de L@s Negr@s Libert@s triunfó. José Leonardo perdió la vida en el intento. "Los Jacobinos Negros", como fueron conocidos por tod@s l@s revolucionari@s de la época, derrotaron al ejército imperial napoleónico, el más poderoso del momento, declararon el primer Estado Negro en lograr su libertad en el mundo moderno y, en su primera Constitución, contemplaron acoger como haitian@ a cualquier ciudadan@ que llegase a sus costas en su lucha por la libertad y, en consecuencia, obligaba esa Magna Carta al pueblo haitiano a prestar todo los recursos posibles para apoyar las gestas libertarias en todo el mundo (primer@s internacionalistas).

Haciendo honor a su Constitución acogieron y pertrecharon a tant@s luchador@s por la libertad que de diferentes partes del continente (América Central, México, Tierra Firme e islas vecinas) fueron a parar a la República Negra, Francisco de Miranda entre ell@s. Allí Miranda se apertrecho, sumo otros combatientes y navíos a su expedición; amorosas manos haitianas confeccionaron nuestra bandera originaria. Bolívar, a punto de darse un tiro en la cien, recibió el respaldo solidario del pueblo haitiano: sumo voluntades, mujeres y hombres, pertrechos y recobró las ganas de hacer revolución. En algunos pueblos de las costas orientales, de la hoy Venezuela, encontramos descendientes de l@s combatientes haitian@s que acompañaron a Bolívar en su gesta libertaria. Allí el Libertador juro cumplir su promesa: libertar a l@ s esclav@s. Fue con esa peonada de "patas en el suelo": esclavo@s libert@s, pard@s e indígenas que, sumados al ejército libertador, logró Bolívar vencer al Imperio Español.

Hoy, much@s son l@s que de vez en cuando (cada vez que sucede una desgracia) tornan sus ojos hacia Haití y se llenan la boca de promesas de ayuda humanitaria que nunca llega y la poca que toca suelo haitiano es apropiada por la clase corrupta que domina y expolia al pueblo. Otros cumplen, cual perros guardianes, las ordenes de los Imperios (nunca le han perdonado a Haití su libertaria acción precursora) y sus ejércitos nacionales forman parte de la MINUSTHA: contingente invasor y opresor que destacó la ONU en Haití para reprimir y evitar un nuevo levantamiento; destacándose como comandantes de la jauría los generales brasileños, tristemente conocido como los "gorilas" del continente. Si masacraron y aun masacran al pueblo brasileño, imaginen su bestial comportamiento en la sufrida tierra haitiana.

Uno de los pocos pueblos que cumple su palabra y ha concretado su ayuda es el nuestro, pero podemos hacer un poco más.

En Apure, a orillas del Capanaparo, al lado del Parque Nacional "Santos Luzardo", se encuentra un terreno (tres mil hectáreas) que con sus once kilómetros de costa ribereña esperan desarrollemos un campamento con mil familias haitianas y venezolanas, las cuales llegarían, año tras año, en condición de trabajadores temporales para cumplir cada 14 meses un ciclo productivo: siembra y cosecha de caraotas y arroz (en ello son expertos l@s haitiano@s), ceba de animales de carne y salazón de pescado. Contribuyendo así con la producción de alimentos para nuestro y su pueblo.

Regresarían a casa (ell@s y l@s nuestr@s) con un morral lleno de sueños, recursos materiales y formación socio-política para sumar fuerzas al proceso emancipador que tanto en Haití como en Venezuela va tomando fuerza. Que mejor ayuda y contribución a la causa libertaria de ambas naciones que esa, sólo faltaría la voluntad política para concretar ese "sueño bolivariano".

Ya basta de chin@s que, en condiciones de semiesclavitud, vienen a engrosar los negocios de venta de víveres y restaurantes que las mafias chino-venezolanas han instalado en el país. ¿Qué autoridad venezolana apañará esa desvergüenza?

BASTA YA de resolverle el problema a la oligarquía y gobiernos genocidas colombianos que día tras día, a punta de fusil y motosierra, presionan al campesinado colombiano para que abandone sus tierras, lo abalanzan hacia nuestras fronteras comunes forzando a nuestro país a recibirlos como desplazados (con esa población desplazada vienen colead@s paramilitares, delincuentes de toda calaña y asesinos a sueldo solicitados por las autoridades colombianas), generando en nuestro país el desembolso de cuantiosos recursos materiales para auxiliar a dicha población campesina y la escoria humana que traen adosada, amén de l@s que inmediatamente pasan a formar parte de los cinturones de miseria que rodean nuestras principales ciudades, se incorporan al ejército delincuencial que nos azota y colapsa aún más nuestros precarios servicios.

SOLUCIÓN: obedeciendo ello a planes preconcebidos por los Imperios y la oligarquía, ejercito y gobierno colombiano (fase del "Plan Colombia"), como pueblo que se respete a sí mismo y defienda su integridad territorial deberíamos cada día reconducir esa oleada humana: transportarla hacia la capital de la "hermana república". Seguro@s estamos ello frustrará la invasión silenciosa porque la goda sociedad bogotana y su gobierno genocida no aguantará esa presión como si nosotr@s debemos calárnosla. Que los Imperios le resuelvan el problema a Colombia, nosotr@s NOOO.

BASTA DE SER PENDEJ@S. Al carajo la Comisión de la ONU que tiene que ver con los desplazados, ella es parte del complot. Al carajo l@s venezolan@s que sigan contribuyendo con las mafias chino-venezolanas y los genocidas colombianos. Recordemos, así nuestros gobernantes y cancillería no lo quieran aceptar, que Santos fue Ministro de Defensa de nuestro archienemigo Uribe y, como tal, diseñador y promotor del tristemente conocido procedimiento "falsos positivos": el Ministerio premiaba con dinero en efectivo a los oficiales del ejército colombiano por cada "guerriller@" atrapad@ o caído en combate. La oficialidad hizo fortunas asesinando a inocentes ciudadanos, los que uniformaban antes de fusilar, para presentar sus cuerpos como trofeo de guerra y cobrar por su "patriótica" acción. Santos y Uribe, entre otros "hermanos", son responsables por crímenes de lesa humanidad, los cuales no son juzgados como tales porque la Corte Internacional obedece a los designios de los Imperios.

¡Sabino nos marcó el camino, me marcó el camino, nos marca el camino!



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Pancho Alegría


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