Transición es la palabra clave utilizada por los gringos en cada uno de los países donde su libreto de golpes suave les ha servido para derrocar gobiernos y colocar líderes opositores títeres y subordinados a sus políticas e intereses, no tengo dudas que constituye una nueva pieza en esta ofensiva contra el proceso bolivariano; lo que no dicen sus títeres locales es que la transición solo es posible si logran por la vía de la fuerza la renuncia del camarada Presidente Maduro, es decir la transición plantea claramente la intencionalidad golpista de sus firmantes, que además casualmente son los mismos firmantes del decreto del fugaz Carmona Estanga cuando disolvió los poderes y se auto proclamó Presidentes después del golpe de estado contra Hugo Chávez en abril del 2002.
Una vez más la derecha venezolana saca mal sus cuentas y asume que la respuesta del movimiento popular y de los revolucionarios será pasiva en esta estrategia que está en marcha y que no es más que la continuidad del mismo plan de la "salida", una oferta que está fuera del marco de nuestra Constitución. La salida, devenida ahora en transición, sólo es posible con la imposición de una renuncia por la vía de la fuerza para la culminación del gobierno del camarada Presidente Nicolás Maduro, en otras palabras un nuevo carmonaso para un gobierno de facto, pero la respuesta popular seguro no será pasiva y afirmo categóricamente que sacan mal sus cuentas porque ningún revolucionario se calará una renuncia forzada y entonces la respuesta verdaderamente será demoledora.
La muerte del estudiante en Táchira es totalmente repudiable, sin embargo es evidente que sirve mas a los intereses de esta derecha que apuesta nuevamente al golpe y que de seguro buscará más victimas en su apuesta macabra para que se repita el efecto de los francotiradores de Carmona. La respuesta del Ministerio Público fue inmediata al procesar al responsable de este lamentable asesinato, nada que ver con lo que vivimos y sufrimos durante los gobiernos de la IV con muchísimos estudiantes asesinados sin culpables.
A los revolucionarios nos corresponde asumir en todos los terrenos la defensa del proceso revolucionario sin renunciar a la crítica ejemplarizante para rectificar y corregir los errores, pero fundamentalmente asumir una posición militante contra esta pretensión de esta derecha rancia de repetir la estrategia golpista contra Hugo Chávez y el fugaz golpe de estado con Carmona. Si no hay Patria para Todos no habrá Patria para nadie.