Quiero aprovechar esta trinchera, como es nuestra querida y respetada Aporrea, para enviarles un abrazo cargado de profundo amor y ternura revolucionaria.
Compañeros, es maravilloso encontrarnos día a día a través de esta ventana, que nos permite conocernos y expresar las distintas corrientes de pensamiento; pero que al final la mayoría convergen en un único interés, que es defender nuestra Revolución.
Utilizamos la crítica, el análisis, aportamos ideas para el debate, reflexionamos y, por qué no decirlo, hasta nos arrechamos, ja, ja, ja, como bien lo escribió el camarada Juan Veroes.
Creo oportuno con todo mi respeto, hacer un llamado de atención, ya que vengo observando por parte de algunos compañeros, emplear la descalificación, epítetos, burlas, apodos y hasta ironías, en algunos escritos, refiriéndose a otros camaradas que han expresado su visión, quizás de modo distinto.
Esto, a mi manera de ver, y debo decirlo con tristeza, es una falta de respeto y se aleja de lo que debe ser la conducta de un verdadero revolucionario. Camaradas, ¿No han leído aquel pensamiento del Ché que dice que el ser revolucionario es el escalón más alto de la especie humana? Pienso que, lejos de unir, estas actitudes dañan y crean desencuentros que no nos podemos permitir. El sectarismo en nada contribuye a la unidad. Dejemos a la oposición la descalificación, la mofa, la burla. Nosotros sigamos aportando, humildemente desde nuestra trinchera comunicacional, y apoyando a nuestro proceso, a pesar de las críticas que se hacen, que creo firmemente son necesarias para corregir y seguir avanzando en la construcción del socialismo nuestro americano.
Espero no haber ofendido a ninguno con este escrito, lejos de mí esa intención, pero a veces no nos damos cuenta de los errores que cometemos hasta que alguien nos los acota.
Estimados camaradas, en estos momentos tan decisivos para nuestra Revolución, ella debe encontrarnos más unidos y hermanados que nunca, sin un ápice de duda de cuál es el camino, que no es otro que el que comenzamos a recorrer con nuestro Gigante Hugo Chávez, y en esta nueva etapa de la Revolución, con nuestro hermano y camarada Nicolás Maduro. Junto a él seguiremos el rumbo que hace 16 años comenzamos, hasta consolidar y hacer irreversible nuestra revolución bolivariana y profundamente chavista, revolución del pueblo para el pueblo.
No quisiera despedirme sin recordarles que las palabras cobran fuerza cuando se dicen. Hasta otra oportunidad hermanos, camaradas, compañeros, hijos de Chávez todos y todas. Con el cariño y respeto de siempre, sigamos defendiendo nuestra verdad, “…aunque rompa nubes, échala, tu palabra por dentro quema y te da sed, es mejor perder el habla que temer hablar, échala”. ¡Qué viva nuestra Revolución que abre las grandes alamedas donde nuestro pueblo transitará hacia una sociedad verdaderamente justa y de iguales! ¡Qué viva nuestro Gigante Hugo Chávez y qué viva nuestro hermano camarada Nicolás Maduro Moros! ¡Hasta la Victoria siempre! ¡Unidos venceremos! ¡Aquí nadie se rinde!
Zulika King.
Coordinadora del Movimiento de Batalla Social Punta de Lanza.
En Guatire, la Villa Heroica, a los 27 días del mes de febrero de 2015.